Historias desvanecidas entre el moho de los recuerdos.

Alcohol, humo y ruido.

¿Es enserio? ¿ Es así como piensas terminar? ¿Con el pensamiento alterado,  por el humo intoxicada y el olor a puta barata por el labial que tú "príncipe" se digno a encontrarte?

Tú abuela lo vivió, tu madre lo soportó, y al parecer, tú, con el ciclo tóxico no piensas romper.

Es obvio que no hay amor, fue simple atracción, ¿esperabas que fuera diferente? ¿Cómo podría serlo, si en una fiesta fue donde te conoció? Dejándose llevar, el con 10 años más, no te importó, "la edad es solo un número" seguramente pensaste. Más con tu inocencia el solo jugó; cegada por tus emociones, atontada por nuevas experiencias: era excitante, la música en el aire y sus manos traviesas moldeando tu cuerpo. 
Un simple momento, fue suficiente para iniciar una relación. 
—"Lo haré cambiar" —ilusa imaginación.

Pasados los días y cuando el éxtasis fue superado,  su personalidad ¡vaya que ha cambiado! 
Te ha golpeado, insultado e incluso con palabras denigrado ¡Pero vaya estúpida! ¿Aún no te has alejado? Esperabas señales, que el destino que dijera si valía la pena ¿y no lo has notado? Persiguiendo el anhelo de que el de ti se enamore de nuevo.
—Ojalá fuera como antes. 
¡Torpe! Te lo han repetido, la única que no lo nota eres tú. ¡Él nunca te amó! Es más, dudo que en ti viera algo más que "una aventura pasajera". 
Pero sigues ahí, creyendo que el cambio vendrá, creyendo aún que él puede cambiar.

Te niegas a rendirte, y cuando el pensamiento cruza por tu mente :
—Me está afectando, debería alejarme. 
Ahí está él, vuelve a ti, y crees que por eso le importas. Con un simple "te extraño" te tiene a sus pies, con un simple "te necesito", te niegas a dejarlo. Crees que el te extrañará, que si lo dejas, sufrirá.

Querida...el solo te ve como una opción, la contante que sabe que siempre estará ahí: la tonta con la que puede descargar todas sus emociones negativas, la idiota a la que puede golpear si algo no va bien, a la que puede manejar a su antojo, después de todo si lo amas, harás lo que él te pida. 
Y ahí sigues, en una fiesta más. No eres su novia, ni su amiga, solo eres la chica que lo acompaña, la puta que con el se embriaga, la fácil que de su toxicidad inhala, y la chica, que si sigue así... entre alcohol y ruido, como el humo solo de esfumará [Y el ni siquiera lo notará].

 

 



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En el texto hay: historia corta, amor, muerte

Editado: 25.06.2020

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