Historias desvanecidas entre el moho de los recuerdos.

¡Hombre!, Si la hubieras amado.

 

Si la hubieras conocido, sabrías que cuenta sus pasos en lugares críticos, que tararea sin razón en momentos de mucha comodidad o lo contrario, al estar realmente incómoda.

Si te hubieras permitido conocerla, sabrías que su lugar favorito esta en su mente, que las palabras que escucha las imagina en el ambiente, que a veces mira hacia el horizonte y se pregunta ¿ésto está funcionando?, suele perderse a sí misma y se encuentra segundos después porque su alto ego la mantiene luchando. 

Si la hubieras escuchado, sabrías que la manera mas tóxica de embriagarse es tomando jugo, porque lo tiene prohibido, porque una vez que comienza no se detiene, y al final le hace daño... que su dulce favorito también es tóxico, no le hace nada bien, es más, los dulces en general le causan malestar, pero por momentos especiales corre el riesgo, y es que si nunca te percataste: es demasiado débil, tan frágil que con el rozar del polvo se desestabiliza por horas, tan frágil que las palabras negativas le resuenan en la mente por días, meses, inclusive años.

 Si al menos estuviste a su lado, sabrías que odia las malas palabras, ama tener un orden y control sobre las cosas, pero también es permisiva, sabrías que le apasiona escribir, que aunque no sea superficial, es fan de lo estéticamente atractivo, que le ilusionan los detalles, que los pequeños momentos invaden su mente y suele tener pensamientos inocentes.

Si la hubieras querido, sabrías que tiende a "delirar" o al menos así le dice a ese momento en el que se desconecta de los prejuicios, del "que dirán" y actúa sin frenesí: riendo descontroladamente, tirándose en el suelo y cantando, escribiendo mientras llora o grita y habla sin parar.

Si te hubieras detenido a admirarla por un instante, descubrirías que es genial, que el tono de su voz se debilita conforme avanzan las horas, que bosteza cuando tiene hambre, que un tic involuntario de apodera de sus manos cuando la situación no puede controlar.

Pero no fuiste así, jamás te convertiste en el príncipe que ella tanto esperaba, nunca correspondiste la confianza que ella en tí, depositaba. Preferiste lastimarla, ser el chico tóxico que solo la usaba: un saco de inseguridades a la cuál atormentar con hirientes tonalidades. 

Pero no, la verdad es que si la hubieras amado al menos por un instante, la habrías destrozado, porque dudaría en abandonarte, se mantendría presa ante la esperanza de recuperarte. Así que la mejor parte es que no lo hiciste. Te perdiste la experiencia de conocer a tan maravillosa persona y ahora querido ex tóxico, fuiste tan poca persona que ante una muestra de relación seria, preso del pánico ante el compromiso, te alejaste...

¡Hombre! Si tan sólo la hubieras amado, al menos una fracción de lo que ella te amó... comprenderías su dolor.

 



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En el texto hay: historia corta, amor, muerte

Editado: 25.06.2020

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