Historias Distantes

ESCAPE FORZADO

Después de correr unos 300 metros nos alcanzó una camioneta, era aquel señor: 
-Suban, los llevaré lejos de aquí para que no puedan encontrarlos.  
Aquí es donde me di cuenta de que todo esté tiempo el sabía de todo esto pero aún así nos ayudó, subimos y aceleró para perderlos: 
-Para ser honesto creí que esto no pasaría pero veo que se metieron en un grave problema pero, eso no importa, los ayudaré a salir de esta. 
Salimos a toda velocidad hasta perderlos, pero ahora ya no tendíamos a donde ir por ahora, así que decidimos estar yendo de un lado a otro hasta que se olvidarán de nosotros o bien hasta que terminaran con nosotros. De cualquier modo tendríamos que salir de esta, más adelante llegamos a un poblado en donde no se veía nadie ni siquiera siendo las 6 de la tarde, que a esa hora salía bastante gente a la calle en casi todas partes menos aquí. Pasamos por ahí solamente que al poco tiempo salió un hombre de vista inofensiva, bajamos la velocidad y el cristal de la ventana para hablar con él, pero, de la nada mostro un comportamiento muy violento y decidimos seguir adelante aunque salieron más personas con el mismo comportamiento con el fin de destruir la camioneta, aceleramos lo más que se pudo pero al final lograron romper los cristales tanto de las ventanas como el parabrisas y consigo una de las llantas delanteras por lo que la camioneta se detuvo. Bajamos rápidamente para correr pero esas personas nos siguieron, habíamos ya corrido unos 100 metros pero aun así seguían detrás de nosotros: 
-¿Qué es lo que querrán esas personas? –pregunto José aterrado- 
-No lo sé, lo que si se es que tenemos que escapar de ellos o nos harán daño… 
Era verdad, si no escapábamos de ahí en ese momento nos causarían daño, por suerte (eso esperábamos) se oscurecía, por lo que teníamos la ventaja de escondernos en algún lugar cerca de ahí. Por poco olvidábamos que nos perseguían pero se nos ocurrió una gran idea y era que cuando los mafiosos llegaran a este lugar, estas personas los atacaran y así nosotros poder escapar de aquí. Escogimos el sótano de una casa que se encontraba (para nuestros ojos) desalojada y entramos, al entrar nadie nos vio así que aprovechamos para descansar esa noche o hasta que llegaran los mafiosos. 
-¿Y ahora que haremos con todo esto que tenemos encima? –pregunto María preocupada- 
-No lo sé, quizá solo esperar a que todo se calme para irnos de aquí a otro lugar más tranquilo. 
-¿Pero qué lugar será más tranquilo que este? –pregunto aún más preocupada- 
Pasaron las horas y no escuchábamos ruidos, me asome por la rendija de la puerta del sótano y no se veía gente pasar por ahí así que lo vi como una buena señal pero aun no quería que nos arriesgáramos para salir así, sin pensarlo nos quedamos dormidos y al observar por la rendija nuevamente note que habían personas afuera pero con un comportamiento aún más extraño que la noche anterior, llevaban a una mujer atada de los brazos y las piernas y era algo forzado, aquella mujer luchaba para que la soltaran pero no cedían a sus peticiones, la llevaron hacia una especie de asta corta y la amarraron ahí sin que se pudiera mover, después un hombre le hizo unas marcas en el rostro de color rojo como si simbolizaran algo siniestro… 
-¿Qué sucede allá afuera? –me pregunto José un poco inquieto- 
No sabía cómo explicárselo pero aun así lo hice: 
-Por alguna razón llevan a una mujer contra su voluntad a una especie de asta corta y le empezaron a hacer marcas en el rostro, parece algo siniestro, no sé qué harán con ella pero creo que ya estamos viendo más de lo que debíamos… 
Después empezó a ocurrir algo más, unos hombres con la cara cubierta empezaron a meditar algunas frases que no entendía, parecía otro idioma o algún dialecto antiguo, aun así, se acercó otro a tapar su boca para que no gritase, también tapo su rostro, no sabía el porqué de todo esto hasta que terminaron sus frases y se acercó uno de ellos, este tenía las vestiduras parecidas a las de un papa solamente que de color negro con los bordes rojos y en lugar de una cruz normal, tenía una cruz invertida, ahí comprendí que en realidad estábamos presenciando algo satánico, así que nuestras ganas de salir de ahí aumentaron, me retire de la rendija de la puerta y no vi lo que sucedió, simplemente después de un rato escuchamos un canto con el mismo dialecto de antes, ahora si debíamos salir de ahí de cualquier forma aunque no sabíamos cómo. Esperaríamos a que se hiciera de noche para poder salir de ahí, ya que era la única hora en la que nadie salía de sus casas. Ya de noche me asome por la rendija y efectivamente, no había nadie afuera, había mucho silencio, saldríamos uno por uno hacia la carretera y así seguir adelante con todo esto, aunque no sabíamos que todo se complicaría: 
-Ahora ya estaremos a salvo –les avise a todos- cuando lleguemos a la carretera debemos correr para que no noes encuentren o nos escuchen estas personas 
-Estoy de acuerdo contigo –dijo José- tenemos que escapar de aquí lo más antes posible, no deben encontrarnos y menos en esta situación. 
Ya estando en la carretera corrimos con todo lo que teníamos, no escuchamos nada ni vimos nada. Pero no todo estaba a nuestro favor, estábamos en un lugar en donde casi todo era campo, en algunas partes habían arboledas pero casi ninguna casa y además era de noche, no teníamos prácticamente nada, la camioneta se quedó en aquel pueblo macabro del cual ya no quisiera hablar más, ya no sabíamos que hacer en ese momento solo seguir corriendo. Cuando nos casamos nos detuvimos a descansar, había un gran árbol que, al parecer era de fruta, no lo distinguía muy bien pero perecían peras las que colgaban de aquellas ramas. 
-Quizá debamos llevar algunas de esas frutas –comento el señor- nos harán falta más adelante. 
En todo este tiempo no nos había dado su nombre hasta ahora: 
-Después de todo este tiempo con ustedes y de todos los acontecimientos ocurridos creo que es momento de revelarles mi nombre así que, mi nombre es Mario. 
Ya que sabíamos eso ya podíamos seguir descansando y viendo como bajar la fruta del árbol. 
 



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En el texto hay: aventura, suspenso

Editado: 27.08.2019

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