Hace mucho mucho tiempo, se escuchaba de la leyenda de la Cueva Esmeralda. La cueva encontrada justo debajo del pueblo. Se dice que siempre estuvo ahí y que nadie sabía de su existencia hasta que intentaron arreglar el drenaje del pueblo. Un grupo de trabajadores cavaron para encontrar las tuberías, pero solo encontraron un gran espacio oscuro. El eco de sus pisadas y el de sus voces retumbaba por todo el lugar; uno de los trabajadores, iluminó con su linterna al interior de la cueva y fue grande la sorpresa de todos al notar que la luz reflejaba entre los innumerables cristales, pintando todo el lugar de un verde azulado.
Como es evidente, la historia no se hizo esperar y, al poco tiempo, se convirtió en una atracción turística en el pueblo. Todo el mundo quería ver esa famosa Cueva Esmeralda. Tuvo tal éxito que los pueblerinos empezaron a cavar más allá. Terminaron descubriendo que la cueva se extendía por todo el pueblo e incluso algunos metros más allá del mismo. Encontraron una laguna subterránea que agregaba más misticismo a la ya conocida cueva. Los cristales ni siquiera eran gemas preciosas, ni parecían valiosas por sí solas; eran un cristal similar a la sal con una leve coloración verdosa.
Las cosas se mantuvieron estables durante algunos meses, los turistas seguían llegando y los pueblerinos gozaban de las ganancias de las visitas. No fue hasta que, un día, algo parecía estar mal con la laguna en el centro de la cueva. El agua empezó a hervir, el sonido del agua turbia resonaba en todo el lugar. De la nada, una luz emergió del centro de la laguna, nunca se había visto tan colorida la cueva, el verde era incluso más intenso y se mezclaba perfectamente con la luz solar que se colaba por algunas aberturas de la cueva.
Nadie se esperaba lo que pasó a continuación. Una gran criatura, compuesta por los mismos cristales esparcidos por todo el lugar, emergió de las profundidades de la laguna. Medía al menos 7 metros de altura, sus ojos eran de un amarillo intenso que contrastaba abruptamente con su cuerpo verdoso. Todos huyeron despavoridos. La criatura soltó un gran rugido que hizo temblar al pueblo por completo. Todo pasó en un instante. Los cristales colgando del techo comenzaron a caer y a reunirse en grupos, como siendo atraídos entre sí. Para antes de que los locales se dieran cuenta, ya contaban con al menos 5 criaturas de cristal.
Aunque el terror invadió todo el pueblo ese día, con el tiempo, se dieron cuenta de que las criaturas son pacíficas, simplemente despertaron de su hibernación. Quizá algo los hizo despertar de su letargo, nunca supieron lo que fue. Terminaron siendo levemente agresivos con los extranjeros, por lo que no hubo de otra más que cerrar el paso a la cueva para todos los que no fueran del pueblo. Ahora, esas criaturas son conocidas como Los Guardianes Esmeralda. Lo que en las leyendas antiguas afirmaban ser los salvadores de los justos ante el final de los tiempos.
No ha pasado nada más hasta el momento, hay una armonía entre los guardianes y el pueblo, sin embargo, siempre se tiene la inquietud de cuando llegará ese final y si 5 guardianes serán suficiente para salvar a sus protegidos ¿Cuál es su verdadero origen? ¿De qué son capaces? ¿Por qué emergieron justo ese día?
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Editado: 06.12.2023