Historias Inconclusas

Cap. 01 Consecuencias inesperadas

 

Aunque después del juicio la familia se reunió en Inverness, y a pesar de que ahora los Jelinek estaban donde debían, ninguno estaba con ánimo de celebración, pues aún tenían muy presente lo que habían visto, y por mucho esfuerzo que hicieron los que lo intentaron, no pudieron evitar mirar a los chicos con algo cercano a la conmiseración. El dolor se iría mitigando con el tiempo, pero al menos de momento estaba muy vivo.

  • Escuchen, es cierto que no lo pasamos bien - dijo Altair - pero estamos vivos, así que quiten esas caras

Molly no había asistido al juicio, porque ese día no se sentía muy bien y Jason se había negado a dejarla salir, algo por lo que finalmente todos dieron gracias, pues lo que habían visto y escuchado ese día, estaban seguros que no lo habría soportado. Sin embargo, después de lo dicho por Altair, ella los apresuró para que pasasen al comedor y los payasos hicieron su parte intentando llevar algo de color al gris ánimo de todos.

Después de la comida, Ben se despidió alegando que debía pasar por el hospital y ver que Evil estuviese en su puesto. Jason sabía que no era verdad, pues sin duda Evil estaría donde debía estar, ya que al menos de momento lo habían destinado al área donde hospitalizaban a los detenidos. Como Oriana tampoco le creyó aquello, decidió seguirlo con discreción, y aunque en realidad se dirigió al hospital y no había tenido intenciones de permanecer mucho tiempo allí, se quedaría más de lo esperado.

Como no había detenidos en aquel momento, Evil estaba leyendo cuando Ben llegó.

  • Señor Stone - lo saludó
  • ¿Señor Stone? - repitió Ben mirándolo con disgusto - No soy mi padre
  • ¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que estarías en casa
  • No es un lugar donde tenga muchos deseos de estar, al menos de momento

Evil entendió sin necesidad de mayores explicaciones que en cualquier caso no iba a pedir.

  • Dales tiempo, Jason - le dijo
  • No me llames así tampoco - y Evil elevó una ceja - Primero, porque es confuso, ya que mi tío se llama igual, y segundo, porque… - se detuvo y una ligera sonrisa se dibujó en sus labios - solo una persona me llama de ese modo - agregó pensando en Oriana
  • ¿Y cómo debo llamarte entonces?
  • Prueba con Ben - contestó - Acompáñame - agregó y comenzó a caminar hacia la salida
  • ¿Eso está permitido?
  • Quizá no sea legalmente tu guardián, pero ya escuchaste a mi tío, así que andando - insistió

Los guardias de la puerta efectivamente no objetaron nada y Ben lo condujo a la primera planta, donde le explicó que estaban los pacientes hospitalizados por heridas causadas por alguna criatura mágica, luego pasaron a la segunda.

  • Virus - dijo Evil al ver a uno de los pacientes y antes de que Ben dijese nada
  • Exacto, y creo que es donde mejor podrías desenvolverte
  • Entendí que solo se me permitiría atender de los pacientes que estuviesen en estado de detención
  • Originalmente así era, pero hablé con papá y con tío Jey anoche haciéndoles ver que eso no resultaría muy útil, pues si bien eventualmente se efectúa algún traslado desde la prisión cuando hay algún preso enfermo, normalmente esa área es utilizada cuando hay algún enfrentamiento, ya que los mismos suelen dejar muchos heridos, pero el resto del tiempo no hay nadie allí y eso sería desperdiciar tu tiempo. De manera que me autorizaron a traerte aquí o a cualquier otro lugar donde pudieses ejercer tus conocimientos
  • Gracias 
  • Pero hay algo que debes saber - continuó Ben juntando las cejas - no me gusta hacer esto, pero no tengo alternativa
  • ¿Y es…?
  • Debo colocarte un rastro - contestó y Evil sonrió
  • Si ya sobreviví a uno, no creo que el tuyo me vaya a hacer mucho daño
  • No seas necio, hombre, es un rastro, no una marca - aclaró él - Si abandonas el hospital, o entras a algún laboratorio sin la debida supervisión, se disparará una alarma, eso es todo
  • Bien, pero ¿qué sucederá si realmente, en el transcurso de la atención de un paciente, debo practicar alguna prueba?
  • Suponiendo que yo esté ocupado o no esté en el hospital, debes recurrir al sanador a cargo del laboratorio y él o ella se quedará contigo mientras la realizas

Una vez que todo quedó aclarado, se dedicaron a revisar algunos casos y Evil le dio su opinión en aquellos que presentaban síntomas especialmente horrorosos y que, hasta el momento, según lo que les dijo la sanadora que estaba de guardia, aún no habían encontrado el origen y por tanto una cura efectiva.

Finalmente, Ben decidió marcharse, y aunque Evil le recomendó ir a casa y descansar, él seguía sin querer hacerlo, así que después de abandonar el hospital se apareció en una plaza y estuvo vagando un rato por allí. No se dio cuenta en qué momento había abandonado la plaza hasta que le llamó la atención el bullicio de un grupo de jóvenes que se arremolinaba a las puertas de un local nocturno y decidió entrar. Oriana que seguía tras él, arrugó el entrecejo, pues aquel no era un buen lugar. Ben entró y caminó hacia la barra subiéndose a un taburete.

  • ¿Qué le sirvo amigo? - preguntó el empleado




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