Historias Inconclusas

Cap. 11 Ante el altar

Después de hablar con Ben, Jason se había ido a hacerlo con Aydan, pero allí la tuvo más difícil, porque por una parte Altair y Cassander estaban allí, y desafiando su buena suerte estaban burlándose de Aydan, ya que el chico no había podido evitar las lágrimas contagiadas por Hermione, de modo que Jason intentó poner algo de orden.

  • Ustedes dos fuera
  • Vamos papá, solo…
  • ¡Fuera! - repitió en tono amenazante
  • No hay caso, hermano, en esta casa todos tienen algo en contra de la diversión - le dijo Altair sujetándolo y sacándolo de allí antes de ser echados de manera menos delicada
  • Hermione - dijo Jason volviéndose hacia ella - Aydan no está muriendo, solo va a casarse, así que deja el drama
  • ¡Jey! - exclamó Lyra
  • Él tiene razón - dijo Hermione secándose las lágrimas y secando las de su nieto - Lo siento, mi amor, no era mi intención…
  • No tienes que disculparte, abuela, sé que estás tan emocionada como yo - la interrumpió él sin soltarla - y soy el individuo más afortunado por tener unos abuelos y unos padres como ustedes - agregó incluyéndolos a todos

En ese momento apareció Anthar para avisar que ya el funcionario del ministerio había llegado y Jason maldijo por lo bajo. Sin embargo, Remus sujetó a Hermione y a Lyra abandonando la habitación junto con Anthar que había ido a avisar a los demás que aún no habían bajado.

  • Bien - dijo Jason cuando quedaron solos - llegó el momento, hijo, y lo único que quería decirte es que espero que seas tan feliz con Vittoria como lo he sido yo con tu madre. Ámala, respétala, protégela y se tan buen compañero como has sido buen hijo
  • No podría ser de otra manera, papá, porque es lo que tú me has enseñado y espero ser tan buen padre como lo has sido tú para mis hermanos y para mí, pero si me equivoco, espero también poder seguir contando con tu ayuda para que me indiques el camino correcto
  • Sé que no vas a equivocarte, pero siempre y en cualquier circunstancia vas a contar conmigo

Si bien era cierto que la debilidad de Jason era Cassandrea, no era menos cierto que sentía por sus hijos varones el mismo amor desmedido que lo caracterizaba, de modo que abrazó a Aydan y salieron juntos.

Ben que se encontraba junto a sus padres cuando llegó el funcionario del ministerio, sintió un vacío en el estómago que lo hizo tambalearse.

  • ¿Hijo estás bien?
  • Sí papá, supongo que es lo de siempre
  • Algo que aún no he logrado comprender del todo - dijo Silver ahogando la risa y por fastidiar
  • Eso es porque eres un insensible, Silver Stone - lo riñó Abigail que se molestaba mucho con su marido y lo consideraba un payaso muy necio por burlarse de aquel modo de su hijo
  • ¡Óyeme!

En otro extremo estaban Dominique y Tyler intentando que Fleur dejase en paz a J.L., pero finalmente fue Altair quién la apartó del gemelo.

  • Vamos, grand-mère, ya le llegó la hora a este enfant stupide y no hay nada que puedas hacer, por fortuna yo soy más inteligente, así que no tendrás que llorar por mí - le dijo mientras la alejaba y Dominique ahogaba la risa

Cuando Jason y Aydan bajaron, todos los contrayentes se apresuraron hacia el lugar donde se efectuaría la ceremonia, todos excepto Lisandro que sería quien entregaría a Pauline. Una vez que estuvieron todos en su lugar, los primeros en avanzar por el pasillo fueron Pauline y Lisandro que después de entregársela a Arthur, fue a ocupar su lugar. Los anteriores fueron seguidos por David y Daviana que fue recibida por un emocionado Albus. El siguiente en avanzar fue Stefano del brazo de una hermosísima Vittoria, cuya radiante sonrisa derritió el corazón de Aydan. A ellos los siguieron Charlie y Becky que seguía arruinando su maquillaje con las lágrimas, mientras que Jason se sintió neciamente satisfecho al ver la cara de felicidad de Alexander, pues finalmente aquel individuo había dejado de ser una amenaza y él podría dormir en paz. Después avanzaron James y Loriana que llevaba uno de los vestidos menos convencionales creación de su madre, y que despertó el interés de la concurrencia, ya que el mencionado vestido no era del tradicional blanco, sino rojo y con un elaboradísimo bordado en pedrería. Inmediatamente después avanzaron Stefano de nuevo en esta ocasión con Virgine que parecía una delicada muñeca de porcelana y que fue recibida por un sonriente J.L. Cuando le llegó el turno a Anthar y a Daniela, Lily tuvo que empujar a su marido que parecía pegado al piso, pero finalmente logró caminar, y antes de entregarle su hija a Axel lo miró en forma amenazante y, en realidad, parecía a punto de golpearlo, pero Jason estaba ocupándose diligentemente de su hermano para que no cometiese ninguna barbaridad. Luego fue el turno de Terry que a diferencia de Anthar iba tan sonriente como Juliette. Y finalmente avanzó de nuevo James en esta ocasión del brazo de la que quizá era la más feliz de las novias, pues había sido la única que nunca había albergado ni la más mínima esperanza, porque a pesar de la conducta de Arthur, Pauline nunca había perdido la esperanza, mientras que Oriana nunca había albergado ninguna, de manera que Ben no le prestó atención a la expresión consternada de James y solo miraba con la mayor de las emociones a la que estaba a punto de convertirse en su esposa.




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