Historias Inconclusas

Cap. 20 Decisión

De los tres hermanos Prewet, Aydan Gael era el que parecía no serlo pues, así como sus hermanos se parecían a Jason, él de quien tenía los rasgos era de su madre. Por supuesto, así como en el caso de Cassandrea el parecido con su progenitor se suavizaba debido a sus rasgos femeninos, sucedía lo mismo con el de Aydan con relación a su madre, pero por lo demás, tenía los mismos ojos dorados que tanto Lyra como él habían heredado de Remus, tenía el cabello tan largo y alborotado como Lyra, la misma sonrisa que con quien la compartían era con Hermione, y la manía de hablar a toda velocidad cuando estaban nerviosos, asustados o furiosos; en lo único que se diferenciaban, era que Lyra era dolorosamente directa, mientras que Aydan daba tantas vueltas para decir algo, que Jason casi siempre optaba por introducirse en su mente y averiguar por sus propios medios lo que su hijo intentaba decir.

Aunque Aydan amaba a sus padres con la misma locura, tal vez por el hecho de haberse pasado la vida escuchando que era idéntico a su madre, el vínculo con esta era casi tan enfermizo como el de Cassandrea con Jason.

Cassander por su parte y como se ha dicho, era Jason con menos años y peor carácter, cuando era niño había sentido unos celos demenciales de su hermano, porque en su opinión, tanto su padre como su madre querían más a Aydan que a él. Por supuesto aquello era producto de una mente infantil y malcriada, y los Prewet lo descubrieron de forma algo traumática en una ocasión en la que Jason se había llevado a Aydan sin decirles nada a los gemelos.

Cuando los niños habían despertado y Annie le había dicho lo anterior, el chico montó en cólera y se encerró en su habitación sin querer hablar con nadie. Ese día ni la labia de Altair, las amenazas de las gemelas Potter, ni las lágrimas de Sandy, lograron hacerlo salir, así que Ben juró por todo lo imaginable que cuando lo hiciera iba a darle la paliza de su vida por hacer llorar a Cassandrea.

Finalmente cuando Jason llegó, una llorosa Annie le informó lo anterior, así que él había subido muy preocupado y pensando que tal vez su hijo estuviese enfermo, algo absurdo por dos motivos diferentes: el primero, que de ser así, no estaría furioso como había dicho Annie, y el segundo tenía que ver con el motivo por el que se había llevado a Aydan, que no era otro que el niño había despertado en la madrugada con mucha fiebre y él determinó con rapidez que se trataba de una neumonía, y aunque habría podido atenderlo en casa, lo que no quería era que el resto de los niños resultasen contagiados, así que antes de salir con el chico hacia el hospital, había decidido hacer una revisión a los gemelos y a Altair que esa noche se había quedado allí como en tantas otras ocasiones, algo que resultaría en su perjuicio porque fue el único que resultó contagiado, pero unos días después fue que evidenció los síntomas. El asunto fue que cuando Jason subió, estaban todos los niños y Sandy se lanzó en sus brazos llorando, algo que nunca eran buenas noticias para nadie, pero asumiendo la razón, sujetó su mal genio, y después de tranquilizarla, había intentado primero que su hijo abriese, pero como no lo hizo, se dejó de delicadezas y entró lo mismo, porque no era precisamente él quien no iba a poder hacerlo.

  • Te dije que no podías entrar
  • Y te escuché, pero no me dijiste la razón y es lo que he venido a averiguar
  • No te interesa
  • Sander, cualquier cosa que tenga que ver con cualquiera de ustedes me interesa —puntualizó
  • Mentira, tú solo quieres a Aydan
  • Pero… ¿qué…?

Aunque era la cosa más extraña del mundo que Jason anduviese escaso de palabras, la barbaridad que acababa de decir el muchachito lo había descolocado, pero tuvo que recomponerse con rapidez, porque, así como Aydan se volvía una madeja para decir cualquier cosa, Sander era tan certero, directo y doloroso como una flecha al corazón al igual que su madre, y era posiblemente lo único que tenía de Lyra.

  • ¿Por qué dices eso, hijo?
  • Tú dices que mamá es a quien más quieres en el mundo, así que por eso quieres a Aydan, porque se parece a mamá

Aunque para el momento, Cassander tenía poco más de seis años, Jason pensó que tenía unas ideas no solo equivocadas, sino peligrosas, porque conociéndolo, se preguntaba cómo era que pensando como lo hacía, no había intentado nada en contra de su hermano, pues a esa edad y, en realidad desde mucho antes, había demostrado que cualquier cosa o persona que se interpusiese en su camino, él encontraba la forma de sacarlo de este.

A pesar de que Jason estaba cansado, porque aparte de la angustia y de no haber dormido casi nada, se había pasado el día en el hospital no solo atendiendo a su hijo, sino cualquier emergencia que llegase, igual se armó de paciencia para sacar de la obstinada cabeza de Cassander aquella absurda idea, y después explicarle que no había llevado a Aydan de paseo, sino que el niño estaba muy enfermo. Ese día al menos Jason no estuvo muy seguro de si Cassander había dejado de pensar como lo hacía, pero el niño sí se sintió miserable al saber que su hermano estaba enfermo.

No obstante, si no fue en ese momento, en alguno sería, porque nunca tuvieron problemas por aquello y Aydan nunca se enteraría de nada. La vida continuó y los hermanos tenían una excelente relación a pesar de sus diferencias, y en el caso de Aydan nunca había cambiado su forma de ser alborotada, alegre y despreocupada, y por lo único que se preocupaba en serio era por su madre y por sus abuelos a los que ya se ha dicho que estaba muy unido, y era a quienes solía recurrir cuando tenía cualquier problema, fuese de estudios o de cualquier especie antes incluso que a su padre, como en el época en la que pensaba que no tenía ninguna oportunidad con Vittoria.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.