Historias Inconclusas

Cap. 21 Después

Habían transcurrido cuatro días desde los hechos ocurridos en Francia, y no habían sido días precisamente tranquilos.

Todos los que habían resultado heridos o afectados de algún modo por el fenómeno Cassander, ya se habían recuperado con excepción de Lyra y Arkania. Pero antes de que todos estuviesen bien, los demás se enterarían de que quien tampoco lo estaba era Demian.

El día del desastre, nadie, con la posible excepción de Joseph, se había preocupado por Demian, de manera que cuando llegó al hospital, lo primero que había hecho era preguntar quién había recibido aquella emergencia, pero después de hablar con el sanador en cuestión, pensó que si algo no podría negar nunca Cassander Prewet, era el ser hijo de Jason, pues ambos habían intentado asesinar a Turel y más o menos por la misma razón, y por otro lado, que Demian en verdad tenía una suerte enorme teniendo en cuenta quienes lo habían atacado.

No obstante, las cosas en esta ocasión no pintaban muy bien, porque ni Cassander era Jason, ni éste podía ocuparse de aquel desdichado. Joseph estaba pensando en esto al día siguiente y mientras se tomaba un café, cuando sintió una mano sobre su hombro y se sobresaltó.

  • ¿Acaso quieres matarme de un susto, muchachito? —preguntó y el muchachito sonrió
  • Jordan —dijo sabiendo que nadie a excepción de Jason, Remus y ocasionalmente Lyra, podía distinguirlo de su gemelo
  • Deberías ir a dormir un poco, Jordan
  • Claro —dijo él en tono irónico —Al igual que tú y que todos, supongo
  • Bien, pero al menos haz algo por tu aspecto, pareces un indigente —replicó y Jordan volvió a reír, aunque luego su rostro adquirió una seriedad poco común en él
  • Ya han transcurrido casi 24 horas ¿crees que tío Jey…?
  • No lo sé, y en realidad, con él nunca se sabe nada
  • Seamos consecuentes, abuelo, nadie puede permanecer sin respirar, por un tiempo tan largo, y hacernos pensar que sigue vivo
  • Eso dice la lógica, pero, en primer lugar, y de acuerdo a lo que dicen Bill, Remus y Sirius, ya lo ha hecho antes, y segundo, tanto los Stone como los chicos sostienen que no está muerto
  • ¿Sabes que eso se llama negación? —pero como Joseph no dijo nada más, agregó —Yo también quiero creerlo, abuelo, pero siendo que por el momento nada podemos hacer en ningún sentido, sugiero ocuparnos de lo que sí y que te está preocupando a ti
  • ¿Disculpa?
  • Demian Turel
  • ¿Cómo sabes…?
  • Vamos abuelo, yo también estaba ahí —dijo con rapidez, pues Jason le había indicado guardar silencio de momento con relación a la habilidad que había adquirido y hasta estar seguros de qué más podía haberle transferido —La cuestión es, que convendría hablar con Altair y con Ben, ellos tienen una habilidad que…
  • ¡Claro! —exclamó Joseph poniéndose de pie, pero ni Jordan pudo agregar nada más, ni Joseph tampoco, porque emprendió la carrera
  • Bueno, me alegra que lo hayas entendido —murmuró
  • Es un signo de poca cordura hablar solo —escuchó una voz femenina y enseguida colgó una sonrisa en sus labios
  • Mi cordura es algo que siempre ha estado en discusión, preciosa —dijo poniéndose de pie y extendiendo la mano —Jordan. Jordan Morgan
  • Verena
  • ¿Verena…? —dijo en tono inquisitivo

De todo el universo de chicos, solo dos habían heredado la manía Black por la importancia de los apellidos, a saber, Altair y él. No era que les interesase en los términos en los que les interesó en su día a los seguidores de Voldemort, sino que era una manía por saber de dónde procedían las personas y nada más. Sin embargo, e independientemente de cuáles fuesen sus intenciones, o si tenía alguna que no fuese simple curiosidad, las cosas se le complicaron al ver que por detrás de la chica, un par de ojos color esmeralda lo miraban con una peligrosísima expresión.

Aunque Alba seguía sosteniendo que ni tenía, ni tendría nunca nada con aquel infeliz, montaba en cólera cada vez que veía que el mencionado infeliz siquiera miraba a otra chica y ya no digamos si lo cazaba hablando con otra, así que todo el mundo, con la posible excepción de Albus, sabía que aquello terminaría ante el delegado del ministerio declarándolos unidos en matrimonio, aunque no necesariamente pronto.

Lo bueno de los gemelos Morgan, o al menos lo era la mayor parte del tiempo, era su velocidad no solo física, sino de pensamiento, de modo que Jordan actuó en consecuencia.

  • Así podré presentarte formalmente a mi novia —puntualizó mirando a Alba y haciendo que la chica también lo hiciese

Era posible que ella no supiese quién era él, pero al ver el rostro de Alba, y más específicamente sus ojos, pensó que aquella chica no necesitaba presentación, y, en realidad, no habría ninguna.

  • ¡Yo no soy nada tuyo, estúpido!

La exclamación llegó acompañada con una poco caritativa caricia que hizo a la chica ahogar una exclamación, mientras que Jordan ni se inmutó, y lo que si hizo fue apartarse con su rapidez característica.

  • No le prestes atención, lo que sucede es que es muy celosa y no reacciona bien cuando me ve hablando con otra chica




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.