Bill pensó que, dada la hora, casi las tres de la mañana, volverían a casa, pero se equivocaba tristemente, porque antes de que lo notase, estaba sintiendo un frío demencial, pues acababan de aparecer en la helada isla donde se hallaba Azkaban. Bill iba a protestar, y cuando se giró, vio a Jason en actitud de concentración.
En esta ocasión no recibió una respuesta, de modo que Bill maldijo por lo bajo convocando una gruesa capa.
De nuevo no recibió respuesta, sino que fue otra vez arrastrado en la desmaterialización.
Con Cassander habían actuado del mismo que con Jason, es decir, lo habían colocado en una celda apartada muy lejos del área general, y por las mismas razones que a Jason, ya que no solo tenía su misma cara, sino un carácter horroroso y aun sin varita, era mucho el daño que podía hacerle al primero que tuviese la brillante idea de decir la más mínima cosa que lo molestase.
Si bien Cassander había estado hundido en una depresión brutal, y en aquel momento estaba sentado sujetándose la cabeza entre las manos, su percepción no estaba disminuida, así que notó que ya no estaba solo y levantó la cabeza con desgano, pero apenas vio la alta figura de Jason, se levantó como impulsado por un resorte.
Por un momento su razón y sus emociones fueron un caos. Por una parte, su emoción era enorme al ver a su padre, pero aquello estaba en disonancia con la información que tenía, es decir, que su padre estaba muerto, y sin embargo, lo que veía y sentía era demasiado real como para tratarse de una alucinación.
Sander no sabía y en realidad no le importaba si estaba alucinando o no, porque se lanzó hacia él y casi lo derriba, de hecho. Jason lo envolvió en sus brazos y luego llevó una mano a su cabeza con el propósito de acariciarla y al mismo tiempo serenarlo.
Jason le sujetó la cabeza con ambas manos, cerró los ojos y concentró todo su considerable manejo energético para ordenar el caos interno de su hijo. Una vez hecho esto, lo hizo sentarse, pero casi de inmediato Sander se puso nuevamente de pie.
Jason comenzó a dudar de su habilidad, pero en realidad el chico estaba calmado, solo que no había perdido la memoria, así que inició un relato de las razones por las que se consideraba un imbécil. Por un momento, Jason sintió que estaba ante Aydan y no ante Cassander, porque literalmente, parecía que ni siquiera tomaba aire, sino que las palabras desfilaban adquiriendo velocidad. De manera que decidió dejarlo desahogarse antes de intentar nada y hasta que hizo silencio.
Sin embargo, era posible que Cassander estuviese, en algún momento, dispuesto a aceptar eso, pero justo en aquel no y saltó a otro asunto.
A Jason le dolió el corazón no solo por el dolor de su hijo, sino porque en aquellos minutos había estado viendo el estado de deterioro físico del mismo, y aunque ninguno de sus hijos había heredado su condición con relación al encierro, si bien por un momento se lo había planteado, luego entendió que no se trataba de eso, sino del convencimiento de haber perdido a Arkania.
Aquello gustó menos a Cassander, porque si bien podía aceptar pasarse el resto de su vida en Azkaban, lo que no se veía con fuerzas para soportar, era saberla con Demian.
Editado: 05.06.2025