Historias Inconclusas

Cap. 23 Heredero peligroso

Bill pensó que, dada la hora, casi las tres de la mañana, volverían a casa, pero se equivocaba tristemente, porque antes de que lo notase, estaba sintiendo un frío demencial, pues acababan de aparecer en la helada isla donde se hallaba Azkaban. Bill iba a protestar, y cuando se giró, vio a Jason en actitud de concentración.

  • ¿Jason qué crees que haces?
  • Compruebo las protecciones —contestó en un tono sereno muy poco habitual en él, lo que hablaba de una intensa concentración
  • No me refiero a eso, necio, sino a qué estamos haciendo aquí

En esta ocasión no recibió una respuesta, de modo que Bill maldijo por lo bajo convocando una gruesa capa.

  • Dije con claridad que quería ver a mi hijo —escuchó a Jason después de un momento
  • ¿Sabes la hora que es?

De nuevo no recibió respuesta, sino que fue otra vez arrastrado en la desmaterialización.

Con Cassander habían actuado del mismo que con Jason, es decir, lo habían colocado en una celda apartada muy lejos del área general, y por las mismas razones que a Jason, ya que no solo tenía su misma cara, sino un carácter horroroso y aun sin varita, era mucho el daño que podía hacerle al primero que tuviese la brillante idea de decir la más mínima cosa que lo molestase.

Si bien Cassander había estado hundido en una depresión brutal, y en aquel momento estaba sentado sujetándose la cabeza entre las manos, su percepción no estaba disminuida, así que notó que ya no estaba solo y levantó la cabeza con desgano, pero apenas vio la alta figura de Jason, se levantó como impulsado por un resorte.

  • ¿Papá?

Por un momento su razón y sus emociones fueron un caos. Por una parte, su emoción era enorme al ver a su padre, pero aquello estaba en disonancia con la información que tenía, es decir, que su padre estaba muerto, y sin embargo, lo que veía y sentía era demasiado real como para tratarse de una alucinación.

  • Hijo —dijo Jason dando un paso hacia él

Sander no sabía y en realidad no le importaba si estaba alucinando o no, porque se lanzó hacia él y casi lo derriba, de hecho. Jason lo envolvió en sus brazos y luego llevó una mano a su cabeza con el propósito de acariciarla y al mismo tiempo serenarlo.

  • No estás alucinando, hijo, te aseguro que…
  • Pero tú estás muerto… yo…te maté —finalizó con un sollozo desesperado
  • Cassander mírame —le ordenó separándolo un poco y fijando sus ojos en los de él —Soy yo. Estoy aquí. Y te aseguro que estoy vivo
  • Pero…

Jason le sujetó la cabeza con ambas manos, cerró los ojos y concentró todo su considerable manejo energético para ordenar el caos interno de su hijo. Una vez hecho esto, lo hizo sentarse, pero casi de inmediato Sander se puso nuevamente de pie.

  • Perdóname, papá
  • Sander…

Jason comenzó a dudar de su habilidad, pero en realidad el chico estaba calmado, solo que no había perdido la memoria, así que inició un relato de las razones por las que se consideraba un imbécil. Por un momento, Jason sintió que estaba ante Aydan y no ante Cassander, porque literalmente, parecía que ni siquiera tomaba aire, sino que las palabras desfilaban adquiriendo velocidad. De manera que decidió dejarlo desahogarse antes de intentar nada y hasta que hizo silencio.

  • Cassander, en principio, yo sería el menos indicado para reclamarte nada, porque has sido testigo de mis propias reacciones. No pretendo con esto decir que esté bien, pues ambos sabemos que nos así y el mucho daño que podemos hacer aun sin querer, pero eso no te hace un imbécil

Sin embargo, era posible que Cassander estuviese, en algún momento, dispuesto a aceptar eso, pero justo en aquel no y saltó a otro asunto.

  • La perdí, papá

A Jason le dolió el corazón no solo por el dolor de su hijo, sino porque en aquellos minutos había estado viendo el estado de deterioro físico del mismo, y aunque ninguno de sus hijos había heredado su condición con relación al encierro, si bien por un momento se lo había planteado, luego entendió que no se trataba de eso, sino del convencimiento de haber perdido a Arkania.

  • No tiene…
  • No intentes arreglarlo —lo interrumpió —tú no la escuchaste, me gritó a la cara que se iría con ese… mal nacido, y que, si algo le sucedía, ella misma haría todo lo que estuviese en sus manos por verme encerrado justo aquí
  • Solo estaba molesta, Sander
  • No —insistió
  • En cualquier caso, Turel está vivo

Aquello gustó menos a Cassander, porque si bien podía aceptar pasarse el resto de su vida en Azkaban, lo que no se veía con fuerzas para soportar, era saberla con Demian.

  • Sander, voy a sacarte de aquí
  • ¿Para qué? —preguntó en lugar de preguntar cómo, sabiendo como sabía que era culpable —Si pongo un solo pie fuera de estos muros, voy a matarlo —agregó en tono frío
  • No, no lo harás, porque no eres un asesino
  • Tal vez, pero te juro que me convertiré en uno




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.