Cap. 26 Noticia problemática

El lunes y después de un silencioso y solitario desayuno, los Prewet partieron a sus labores. Aquel día Jason se sintió preocupado por su mujer, pues Lyra seguía muy triste, no solo por la partida de Cassander, sino porque Aydan, y aunque adoraba a su familia, había decidido mudarse a una de las propiedades de la misma para iniciar su vida de casado, de manera que Cassandrea era la única que quedaba en casa, y si bien a Lyra le alegraba mucho tenerla cerca, sabía que iba a echar en falta a los otros dos.

Jason siempre acompañaba a Lyra al ministerio y luego se iba al hospital, y ese día no fue diferente, la diferencia fue que no se limitó a dejarla en el Atrio, sino que la acompañó hasta el departamento y se quedó allí hasta que llegaron Rowena, James, Justin y Joseph, quienes llegaron casi al mismo tiempo.

El día había ido relativamente bien, pues cuando llegó, se encontró con que habían ingresado otros dos casos con los mismos síntomas del desgraciado virus, pero por fortuna, el mismo aun no había mutado y la poción dio resultado, así que Jason se marchó al ala de estudios a dar sus clases. Sin embargo, estaba por finalizar la primera hora, cuando le llegó un mensaje de Bill requiriendo su presencia en el ministerio.

Apenas entró al despacho de su primo, se lo encontró con pésimo aspecto, pero no porque presentase síntomas de alguna enfermedad, sino que estaba furioso, algo que determinó sin necesidad de recurrir a su habilidad.

• ¿Qué sucede? —preguntó sin saludar siquiera
• Tenemos un problema
• Lo imagino, pero…
• El Wizengamot citó a Joe —dijo Dánaee que estaba allí también

En ese momento Jason recordó lo que por el momento y con el asunto de Cassander había olvidado, acerca de la jefatura del ministerio. Sin embargo, cómo vio a Joseph allí, aunque más o menos con la misma expresión que tenía Bill, supuso que, o bien no había ido aún, o lo había hecho con pésimos resultados.

• ¿Morgan?
• Esos estúpidos lo son y mucho —comenzó
• Algo que he venido diciendo y pienso que ya deberían pensar en…
• Jordan —detuvo Jason al gemelo
• Pero es verdad, tío Jey —se metió Jonathan —Ya deberían sustituir a esos viejos carcamales

Con independencia de si estaba de acuerdo o no con ellos, Jason decidió ignorarlos y volvió a mirar a Joseph y este retomó su relato.

• Me presenté como se me requirió, pero también expuse los motivos por los que no podía, ni quería, asumir ese puesto, pero ellos dijeron que era el único que podía hacerlo. Les dije entonces que estaba seguro que había muchas personas con la misma capacidad y quizá más, sin mencionar, claro está, que ya Harry nos había dicho lo de Hermione, pero el señor Albright que es por mucho, el que tiene un cerebro más funcional, me habló de ella. Sin embargo, otros miembros expusieron sus objeciones que se reducen a dos
• Una más estúpida que la otra —murmuró Jordan que seguía cejijunto
• Una, es que Hermione no es descendiente directa de magos —dijo con delicadeza para no empeorar las cosas —Y la segunda, que está casada con Remus

Si lo primero era malo en opinión de todos, lo segundo era peor, pues aquellos imbéciles no solo conocían a Remus, sino que éste trabajaba en el ministerio y en un alto cargo, ya que era el jefe del departamento de regulación y control de criaturas mágicas, y eso no sería posible si no hubiese demostrado sus capacidades, y si no confiaran en él. Eso era lo que pensaban todos en líneas generales, pero en el caso de Jason, y aunque también, su ira era muy superior a la de todos allí, porque, a pesar del tiempo en el que Remus se alzó como la figura de quien lo alejaba de la que creía era su felicidad, ni eso logró borrar el afecto que el hombre se había ganado en la infancia de Jason. De modo que sí, Jason estaba más allá de la simple ira. Así que se giró con pésimas intenciones, pero los gemelos Morgan se interpusieron.

• Wow, wow —dijo Jordan que era quien en principio podía ver con exactitud los tormentosos pensamientos de Jason —Es obvio que estoy tan furioso como todos, pero si los matas, las cosas podrían complicarse un poco
• A un lado, muchachito
• Jason —intervino Bill —si te llamé, no fue para que hicieras nada, sino para evitar que lo hicieras cuando te enteraras, y vas a enterarte, porque Kingsley no se los está haciendo fácil, y en mi opinión, cometió un error, porque anunció públicamente no solo su retiro, sino su opinión acerca de quién debería sucederlo
• Cuando dices públicamente…
• Sí, se lo dijo a un reportero —y le tendió un ejemplar de El Profeta

Jason vio que, en efecto, venía una foto de Kingsley en primera plana con el titular: Renuncia el ministro.

Leyó a toda velocidad el artículo, pero como no vio nada especialmente problemático en el mismo, salvo su opinión acerca de quién debería sucederlo, elevó la vista y Bill le hizo un gesto para que pasara la página y allí estaba: ¿Una hija de muggles como futura ministra? Jason comenzó a leer el artículo sin ningún deseo de hacerlo.

Hermione Lupin, Granger de soltera, la actual jefe del departamento de Entrada en Vigor de la Ley Mágica, es la bruja a la que propone el ministro aun en funciones, como su sucesora.