Historias Inconclusas

Cap. 32 Otro día agitado

Si bien Evil ahora se movía con algo más de libertad por el hospital, lo normal era encontrarlo en el piso de enfermedades infecciosas y heridas por mordeduras de criaturas mágicas, o, en la biblioteca del área académica, pues había descubierto que le gustaba compartir sus conocimientos, y, de hecho, Jason ya le había permitido intervenir en algunas de sus clases. Aunque seguía sin poder abandonar el hospital sin una compañía adecuada, Evil se sentía perfectamente bien donde estaba.

Una vez que había concluido la intervención de Anette, se había ido a su piso, pero Akima fue a buscarlo por un caso que había llegado, así que él se fue con ella a la emergencia.

En la actualidad, el hospital estaba mucho mejor organizado que en sus inicios, algo en lo que Jason había puesto mucho empeño, de manera que, tenían un área dónde recibían las emergencias, atendían la urgencia si lo era, y, si era necesario que el paciente se quedara, era remitido al piso correspondiente, mientras que antes, las personas debían hacer a veces largas filas en la recepción para de ahí ser remitidos al piso al que suponían debía ir el afectado, pero eso generaba confusiones y pérdida de tiempo, pues en muchas ocasiones, eran enviados al lugar equivocado o el mismo paciente se equivocaba de piso.

A Evil le bastó con una brevísima mirada a la niña para determinar, sin posibilidad de error lo que le sucedía, pero, aun así, les hizo un par de preguntas a los padres y luego se dirigió a la niña.

  • No te preocupes, linda, vas a estar bien —le sonrió y luego se dirigió a Akima —¿Me acompañas? —y una vez fuera, se fue derecho al armario de suministros —Dale una cucharada de esto cada tres horas por veinticuatro
  • ¡Por las barbas de Merlín! Soy una estúpida
  • Descuida, es fácil confundir esas picaduras
  • Pero tú lo supiste de inmediato

Evil experimentó cierto malestar, porque si había sido así, era por el tiempo de su vida que había dedicado a experimentar con diversas especies para elaborar sus venenos.

  • Eso carece de importancia ahora, y lo importante es que comiences con el tratamiento ya, porque el veneno de una Doxy es sumamente agresivo y…

Se detuvo al escuchar el escándalo, y cuando se volvió, ya Akima estaba corriendo, así que espabiló haciéndolo él también.

  • Akima, yo me encargo, ve con la niña
  • Pero…
  • Hazlo —le dijo en un tono menos agradable, así que ella obedeció —Que localicen al sanador Tyler Black y a Jason Stone —le dijo a la recepcionista y luego estiró los brazos hacia Demian —¿Me permite?
  • Solo dime dónde la coloco

Como Evil no iba a ponerse a discutir, le hizo señas y lo condujo hasta una de las salas de parto que había en la emergencia. En el trayecto, Oriana había dejado de pedirle a Demian que la bajase, pues el dolor volvió a atacarla, pero mientras iban hacia la sala, lo volvió a intentar.

  • Déjeme…
  • Eres muy necia, niña, así que cállate y conserva fuerzas, porque asumo que las necesitarás
  • Evil…
  • Tranquila, ya pedí que llamaran a Jason y estoy seguro que en un momento estará aquí

Y en efecto así fue, porque apenas Demian la estaba colocando en la camilla cuando entró Ben.

  • ¿Evil qué…?
  • ¡Jason!

El pobre Ben perdió el color, el habla, y hasta el movimiento al escucharla, mientras que Demian pensó que aquel chico iba a descomponerse. Él lo único que quería era salir de allí, pues aparte de que no le gustaba el hospital ni cuando había necesitado estar en él, menos ahora y tenía urgencia por ir a cambiarse, porque en el camino, Oriana había roto fuente, pero ahora, ella lo había aferrado por un brazo al intentar incorporarse cuando escuchó a Ben.

Ben por su parte aun no lograba moverse, porque a pesar de que él había estado hostigando a Oriana para que dejase de asistir al trabajo, no era exactamente porque el parto estuviese cerca y, en realidad, aun faltaban alrededor de seis semanas para que tuviese lugar, pero por ese mismo camino, recordó que los partos gemelares solían adelantarse y aquel lo era.

Entre tanto, la enfermera que había entrado con ellos, llamó la atención de Evil.

  • Usted tendrá que hacerse cargo —le dijo y él la miró como si le hubiese salido otra cabeza
  • Seguro que no, ya envié por…
  • El sanador Black está atendiendo otro parto, y esta criatura no parece muy dispuesta a esperar ni por él ni por nadie
  • ¡Jason! —exclamó él
  • ¡Niño! —estaba diciendo Demian al mismo tiempo

Sin embargo, la situación iba a complicarse mucho, porque Ben colapsaría tanto por el hecho en sí, como por lo que le escuchó a la enfermera.

  • ¡Demonios! —dijo Demian al tiempo que la enfermera urgía a Evil
  • Señorita, yo no…
  • Maldita sea, hombre —exclamó Demian —Eres un maldito sanador ¿no?

Efectivamente lo era, y aunque cuando estudió, por fuerza tuvo que pasar por aquella área, nunca en su vida había asistido a un parto. No obstante, queriendo o no, tuvo que hacerse cargo lo mismo, pues la enfermera tenía razón y ya se podía ver la cabecita del bebé.




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