Desde el primer día que Jovan había estado fuera del hospital, y siendo que no podía regresarlo a él, Altair se lo había llevado a su departamento. Inicialmente no tenía ni la más remota idea de qué hacer, pero de algún modo y durante la siguiente semana, tuvo al chico a su cargo y no debía haberlo hecho tan mal, porque Jovan lucía feliz y bastante sano, al menos en su opinión, mientras que en la de sus primos, quien no lucía muy bien era Altair. No era que estuviese enfermo ni nada parecido, sino que el cuidado de un niño tan pequeño parecía más problemático y agotador que las noches de juerga después de un día de trabajo.
Tanto Lyra como Cassandrea, acostumbradas como estaban a que Jason protestase mucho por la invasión de los pequeños demonios durante el día, estaban extrañadas de que, curiosamente, no hubiese dicho ni media palabra por la presencia de Jovan, mientras que Bill estaba sinceramente mortificado y había puesto el mayor empeño en conseguirle una familia sustituta para el niño, aunque aun no había tenido suerte.
Una noche, Altair se preparaba para acostarse después de un día especialmente agotador, cuando le llegó un mensaje de Ben.
Altair estaba por desmaterializarse cuando recordó que Jovan estaba allí y no podía dejarlo solo, de manera que cogió una manta y envolviéndolo en ella lo alzó y lo llevó con él. Por supuesto en cuanto apareció en medio de sus parientes, éstos lo miraron de diversas formas, pero fue Grace la que se adelantó.
No obstante, ya Cassandrea se había movido y le estaba quitando al niño de los brazos.
Ya todos sabían que por algún motivo a Jovan no le sentaba bien la soledad, y la misma Cassandrea había sido testigo de lo mucho que se alteraba cuando despertaba y se encontraba solo, de modo que a eso obedecía la orden que había dado al elfo.
Las gemelas Stone eran unas niñas muy inquietas como casi todos sus primos, pero aquel día habían estado apagaditas, lo que preocupó a Lyra que había sido la primera en llegar a casa ese día. Sin embargo, antes de que tuviese ocasión de avisar a Jason, sus padres llegaron por ellas y se marcharon, aunque Lyra les hizo la advertencia. Apenas llegaron a casa, Ben les había hecho una evaluación y ciertamente notó que algo no marchaba bien y todo parecía indicar que estaba en proceso una infección que afectaba a Eilwyn más no a Eirlys, pero aun así les dio a ambas la poción preventiva, porque si una estaba enferma, la otra no demoraría en contraer la misma enfermedad, y también envió mensaje a todas las madres de los otros chicos para que los medicasen también. Hasta allí todo había marchado según el procedimiento estándar, pero mucho más tarde, las niñas despertaron llorando y con una fiebre bestial, y fue por ello que Ben tomó la decisión de trasladarlas al hospital. Sin embargo, si bien Eirlys había despertado en las mismas condiciones que su hermana, era Eilwyn la que estaba padeciendo en realidad la infección que desembocó en una apendicitis.
Como aquello no tenía sentido para los sanadores, se fueron derechos a buscar a Evil que confirmó los temores de ellos.
Los involucrados en todo aquello no lo habían notado, pero habían transcurrido casi 24 horas desde que se iniciase el proceso infeccioso que terminó con la apendicitis, de manera que estaban agotados, así que una vez que terminó su conversación con Evil y de dar las órdenes pertinentes y preventivas, Jason decidió trasladarlos a todos a Inverness de forma inconsulta como hacía casi siempre. Cuando se materializaron en el salón, los niños que jugaban en él, naturalmente corrieron hacia sus padres. Lo anterior era lo usual, pero lo que llamó la atención de todos y paralizó a algunos, fue que Jovan también corrió hacia Altair, aunque no fue eso lo que los sorprendió, sino lo que dijo.
A pesar de que la misma palabra había salido de varias de las infantiles gargantas, no era la que se correspondía en aquel caso, y aunque Altair estaba tan sorprendido como todos los demás, se limitó a alzar al niño.
Jason había sido el único que se había tomado la molestia de conversar con el pequeño Jovan, de manera que sabía todo lo que los demás ignoraban, como, por ejemplo, que si Jovan le temía tanto a la soledad era porque sus progenitores nunca se ocuparon gran cosa de él y el niño pasaba mucho tiempo solo y encerrado en la vivienda que ocupaban. También había descubierto que había sido muy maltratado, y estaba seguro que al menos eso, Altair también lo sabía, porque el niño conservaba huellas de ese maltrato en el cuerpo. Otra cosa que había descubierto Jason y que era a todas luces natural, era la enorme necesidad de afecto y de atención que tenía el pequeño, y siendo que en aquella familia todos recibían ambas cosas en cantidades exorbitantes, fue fácil para el chico sentirse bien entre ellos y disfrutar de una atención que no había tenido nunca. Por todo lo anterior, Jason fue el único que no se sintió sorprendido al escuchar a Jovan, porque también encontraba natural que, si todos los niños tenían un papá, él asociase ese a calificativo a Altair a quien quería ver como el suyo.
Editado: 22.09.2025