El cálido sol mañanero genera un poco de incomodidad al caer sobre el rostro pálido de Astrid quien se iba despertando por culpa de este.
- Que fastidio, ¿Por qué hay tanto sol hoy? - cuestiona está frotándose los ojos con las palmas de sus manos sin percatarse de quien la acompañaba.
- ¿Mi ratoncito? - se escucha a lo lejos una voz cansada y cálida proveniente de la abuela de Astrid
- ¡Tita!... ¿Porque estás aquí? Y ¿Por qué te vez tan mal?, - responde tratando de incorporarse cosa que su abuela no lo permite al llegar donde ella y mirarla más de cerca ayudándola a acomodarse en la cama dura de hospital - te vez un poco vieja de lo usual...
Los ojos demacrados de una abuela mayor de 73 años físicamente conservada empiezan a cristalizarse al aferrarse en un abraso temeroso al presenciar a su único familiar restante en el plano terrenal, por la cual rezo día y noche por que despertase del coma inducido provocado por el accidente que tuvo hace uso meses atrás.
- ¿tita, porque estamos aquí?, ¿Dónde están mis padres?... - responde esta algo impactada por la reacción de su contrario al soltarse de ese abraso para pasar a solo estar tomadas de las manos como ultima forma de sentir la presencia de una a la otra.
- Mi ratoncito, descuida que solo seremos tú y yo contra la vida... no te dejare sola...
- Pero tita... no entiendo... que está pasando – la incertidumbre tomo el control de Astrid poniéndola tensa por un instante al pensar lo peor... el simple hecho de perder a sus padres la abrumaba y de por si su relación fraternal no era la mejor y que de la nada sea abandonada la pone demasiado ansiosa como para aclarar lo que está pasando.
Una figura vestida de bata blanca y algo arrugada se une a la conversación con Astrid y su abuela evitando que la contraria tenga una respuesta a sus grandes dudas que hablan por sí solas.
- Joven Astrid, un gusto en conocerla. Soy el Dr. Benjamín, pero todos me llaman Dr. Dieguito y actualmente soy el medico de turno de traumatología y medicina general internista.
El doctor tras presentarse como es de costumbre continúa checando los signos vitales de la señorita que yace en la camilla y con mucha precaución sale de la habitación en compañía de la Abuela y tutora legal de la menor temiendo lo peor hasta el punto de que ha logrado percibir, preparo previamente a la señora para el siguiente examen que se le realizaría a la paciente para descartar algún traumatismo no identificado o algún síntoma secundario habitual por accidentes de tráfico, en especial para descartar algún tipo de amnesia que pudiese experimentar.
Sin más que decir vuelven donde Astrid y el doctor empieza su procedimiento principal.
- Señorita necesito que me respondas esto antes de continuar. ¿recuerdas que sucedió durante el accidente? - este se percató del gesto de asombro de la paciente y esta como puede tratar de responder.
- ¿cómo que accidente? - finaliza está en un hilo de voz suave pero confundido.
- Listo, dime... ¿sabes el nombre de ella? - le cuestiona mientras toca el hombro de la abuela de Astrid quien se hallaba sentada a lado de ella tomadas de la mano para calmarla un poco.
- Por supuesto, ella es mi tita, es Lina Otálvaro de Montoya... mi abuela.
- Está bien, ¿en qué año escolar vas y cuál es tu edad?
- Si no estoy mal, voy en octavo y tengo 14 años - refuta cada vez mas confundida por la clase de preguntas que le hace el especialista que tras oir lo ultimo suelta un suspiro cansado y hace su ultima pregunta pendiente.
- Y ya por ultimo... ¿Cuál es el recuerdo mas reciente que tienes?- ve tituvear a la paciente antes de responder mientras le dedica una mirada temerosa a su abuela que resiste sus ansias de llorar.
- El mas reciente es el cumpleaños de tita en la finca del tio ulises en su cafetal
El llanto de la abuela toma papel en el lugar e inunda las paredes del solitario cuarto de hospital y una desconsertada Astrid queda en shock al ver su reaccion, el doctro sale del cuarto en compañía de la adulta mayor nuevamente y le calma para explicarle la situacion.
- Como pudimos evidenciar con esas respiuestas el diagnostico mas aproximado seria de una amnesia retrograda la cual le puedo aproximar una perdida de memoria de 2 años, lo que le puedo sugerir por ahora mientras se le hace los demas examenes e no forzarla a recordar ni darle tantos detalles tan deprisa ya que pueden alterarla y no seri lo mejor en esta situacion, por ahora esperamos que termine de bajar un poco mas la inflamación cerebral que presenta por el impacto. Sin mas que decir me retiro en caso de algo puede llamar a las enfermeras – finaliza este pero lo detiene la señora tras tomarlo de la bata
- Doctor solo dígame una cosa... ella...¿podra recordar por si sola? - le pregunta con un tono notoriamente lleno de nerviosismo.
- La verdad puede que si como puede que no, es muy impresiso pero por ahora necesita dos cosas una, el reposo debido y dos de compañía de aquellos que han sido mas cercanos a ella.
- Ella... es una chica solitaria, cambiaba de escuela con mucha frecuencia por el trabajo de sus padres, siempre a sidos asi.
- Entiendo, por ahora trata de ex´plicarle lo ocurrido pero con poco detalles... y mas con lo de su padre es mejor informarle su perdida devido al accidente en compañía de su esposa... es mejor que no se entere de “eso” todavia.
- Está bien Dr. Benjamín
- Es mi labor, un gusto servirles
La abuela no pudo evitar el recordad cada pequeño recuerdo de lo que ha tenido que pasar en los últimos 5 meses, desde la pérdida de su ultimo hijo y su nuera y el estado de su nieta, le pesaba todo lo que estaba pasando, pero no podía mostrarle esta reacción a su nieta que la necesita ahora más que nunca.
Tras unos largos minutos Astrid evidencia la presencia de su tita entrar al cuarto con pasos lentos, pero esta sigue sumergida en sus pensamientos y con la mirada únicamente dirigida a la ventana del cuarto y de un suspiro deja salir lo que tanto estaba pensando.
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Editado: 22.10.2023