Capitulo 18 ~ tiempos oscuros...~

flash back... 

En algún momento de la vida has rogado entre lágrimas, has perdido tu orgullo, has hecho trizas tu dignidad por algo que te volvía tan vulnerable, pues déjame decirte que separarse o alejar las cosas que tanto influencia en la vida genera un dolor tan real como si fuese un dolor ocasionado por una fractura física, nadie sabe de dolor hasta que llega a vivirlo en carne propia. 

Su piel ardía, sentía como en ciertas zonas se enrojecían al compás que se sentía su calor tras el impacto, la pobre no comprende cual fue el motivo, ni el error, siempre busco ser lo que su familia quería, siempre trabajo duro en ser la mejor estudiante, la mejor hija, la mejor persona, creció con muchos valores impuestos, muchas reglas, pero solo una palabra era suficiente para despertar al monstro, la casa fría empezaba a temblar cuando despertaba este ser, que dejaba de ser humano a ser algo irreconocible, los alaridos de dolor eran la única sinfonía tras el despertar del ser, los alaridos de un pequeño ser que solo quería aprender las cosas con paciencia, pero que lamentablemente esa palabra no existía en ese hogar solo podía oír los rugidos que decían <<nunca logras hacer nada bien. Eres una buena para nada. Ni siquiera sirves para ser una sirvienta>> ella solo quería amor, atención, no era su culpa que sus progenitores viviesen en la misma discordia, ella tampoco se explicaba por qué su progenitora seguía detrás de la misma persona si tanto daño le hacía, no entendía cuál era la necesidad de educar con “mano dura” no entendía que ganaba con eso, si solo el temor era su mejor amigo en las noches de soledad. 

Cuando el tormento cesaba y era hora de enfrentar a la cruda sociedad en formación, esta solo podía fingir que nada paso, llegaba a estar encerrada entre cuatro paredes con alrededor de cuarenta seres miserables que reflejaban los traumas de sus progenitores con comportamientos despreciables que se liberaban de sus emociones con los más vulnerables, robándoles cosas, golpeándolos, gritándoles, usándolos … simplemente un martirio diario de un vivir. 

Simplemente un día, por confusiones el monstro estaba dormido y su progenitora era tierna con ella, le daba miedo eso ya que era mala señal, la joven que convivía con esos seres indescriptibles recibe la noticia de haber logrado algo en su vida, seria libre pero no se lo podía creer, pensaba que eran mentiras, estaba cansada de todo, no dijo nada solo sonrió y se escondió en su único lugar seguro, ella misma en su escondite poco seguro. 

A lo largo de las horas el monstro despertó y volvió a ser de las suyas a la pobre joven que llevaba años viviendo lo mismo, pero nunca logro acostumbrarse al dolor, pero misteriosamente este se marchó de prisa para no volver, el silencio domino el lugar y una voz resonó de golpe exaltándola. 

-eres libre de sus garras pequeña 

Dudo un rato en creerle hasta que vio las manchas frescas del líquido rojo que por la misma gravedad descendían al suelo. 

-vi tu trabajo del concurso, fue pésimo, pero en comparación a los demás inútiles que se presentaron, el tuyo valía la pena 

-¿que haces aquí?...¿por qué estás haciendo esto? 

-un gracias era suficiente pequeña, ahora iras conmigo, tienes mucho potencial, lamentablemente nadie te ha ayudado a retroalimentarlo. 

-¿A dónde vamos? 

-eso lo veras más adelante, por ahora divagaras entre la sabiduría y sus retos, pero más adelante te daré tu hogar a cambio de tu servicio. 

-no tengo ni siquiera un buen cuerpo, ni soy inteligente. ¿Cómo alguien tas despreciable como yo podría servirle de algo? 

-ya lo veras pequeña. 

-¿puedo despedirme de ella? 

-¿de esa joven que sin decir una palabra te daba fuerzas de seguir aguantando esta vida?... es una pena, ya vistes de lo que soy capaz... no puedo correr ese riesgo pequeña. 

Sin más que decir la pequeña callo en su sueño profundo creyendo que todo fue un simple y absurdo sueño, que todo volvería a ser como siempre lo ha sido, una familia disfuncional y sobreprotectora, un padre ausente emocionalmente, una madre con problemas de ira, pero había algo que le decía que todo acabo, asi como deseo tanta noches entre lagrimas deseando morir o que un milagro llegase. 

La joven creció poco a poco y culmino antes de lo esperado la formación que le dio el hombre misterioso, en su décimo séptimo cumpleaños descubrió que estaba siendo entrenada para trabajar en el “complejo penitenciario el abismo”, aunque su nombre indique que fuese un complejo penitenciario realmente era una simple fachada. Los primeros tres años que llevaba Adela siendo entrenada en ese lugar descubrió que todo el personal era traído acá tras los altos mandos acabar con las familias de lo que creaban marginados, eran los encargados de crear desastres sociales que acabaran con la poca moralidad de la gente para que esta misma les proporcionara sus empleados marginados para lo que ellos nos entrenan. 

Pero en el cumpleaños de su décimo séptimo año descubrió que había culminado lo que ellos le impusieron de forma que era un empleado funcional y sumamente productivo, fue trasladada al complejo penitenciario y descubrió la cruda realidad, se volvería una criatura sin humanidad ni dignidad, sacrificaría las vidas de los reclusos con el fin de probar los compuestos generados para hallar la forma de generar sujetos de guerra altamente letales. 

Se trataba de ensayo y error, todo un patrón agobiante, la pobre vivía pesadillas a carne viva al ver las formas en que estos sujetos fallecían en sus manos, pero se olvidó de sí misma, se volvió un ser sin alma, su mirada sin brillo lo decía todo, en un año se volvió la mejor de las científicas de sujetos de prueba, logro avanzar más que sus mismos compañeros que llevaban años en esos lugares, logro ascender de puesto era la científica que todo recluso deseaba que le correspondiese, porque ella no los mataba, los hacia más letales, los que no corrían con la misma suerte iban a los otros científicos, que sin piedad alguna preferían ver que no daban resultados y acababan con sus ratas de laboratorio.