Capitulo 19 ~advertencia~ 

Hace un par de días volvieron a la casa principal de la familia Sandoval Benjamín, claro que con algunos guardias cerca de la zona en caso de algo, pero nada más. 

Benjamín se encontraba guardando unos papeles de la empresa antes de irse de campamento con los gemelos y su mujer, se percataba que todo saliera a la perfección respecto a lo que tenía planeado, pero un así tenía un mal presentimiento respecto a lo que podría ocurrir en un día así. 

Tras poder finalizar todo lo que debía entregar en unos minutos, sintió como una paz lo invadió, salió de su oficina de la misma casa y se fue hasta el cuarto donde su adorada mujer estaba organizando lo de llevar de campamento con los niños, al verla tan tierna, concentrada completamente en que llevar para ponerse se acerca en silencio y la toma de la cintura plantando un dulce beso en su cuello, un pequeño respingo pega la pobre chica, pero se relaja al ver de quien provino. 

-te verías fabulosa con cualesquiera de esos conjuntos – le dice por lo bajo tomando lugar a su lado. 

-eso creo, pero no sé bien si no serían muy impedidos al realizar algunas actividades con los chicos, o si vuele a pasar que los mosquitos se aprovecharían de esta pobre chica que es un manjar ante ellos. 

-descuida, ya tengo en el auto las varitas de citronela para enfrentar a los mosquitos, la carpa tiene el velo que sirve como murallas para que no entren, más las 4 lámparas repelentes de nosotros mientras estemos por ahí. 

-tan lindo mi caballero, pero un así creo que llevaré un par de cremas repelentes. 

-bueno, por cierto, lo mío, ya lo tengo abajo, me avisas para bajar lo tuyo, mientras iré a ver a los chicos – Benjamín deja un beso en la frente de su amada y sale al cuarto de los gemelos, toca antes de entrar y sigue segundos seguidos de tener el permiso de ambos. 

-¿cómo están mis reyes?, ¿tienen todo listo? - dice mientras toma lugar en la cama de Caleb en toda la orilla de la misma. 

-sí, padre, mamá nos ayudó antes – respondió Joshua mientras guardaba unas cosas en su closet, tras eso sale Caleb del baño peinándose un poco sus rebeldes mechones cafés. 

-me pregunto por qué hay días que mi pelo no puede dejarse moldear – reprocha Caleb, algo aburrido. 

-hijo, sabes que no puedes tener control de todo, déjalo como estas o sigue su forma – le da por respuesta su padre tomando un poco de crema para el pelo que Joshua le dio, organizo un poco el pelo de su primogénito hasta darle un nuevo orden – ¿ahora qué tal? 

-se ve mejor, gracias, padre - responde quedándose en el espejo del baño mirando como quedo su cabello y su hermano entra a ver con él. 

-ahora que te veo, tu pelo y ojos se parecen a los del guardia de la tía Adela, ese el de la última vez – Joshua observa más a su hermano y este hace lo mismo. 

-pero tú tienes las mismas facciones rígidas de él, y su forma de concentrarse, es similar hasta cuando ganaba cada batalla del juego. 

Los gemelos se quedan un poco intrigados al detallar esas pequeñas cosas, pero deciden dejarlas de lado. 

El timbre de la casa suena y benjamín baja de inmediato a dejar los papeles importantes que guardo en el sobre previamente, le indico lo necesario de hacer en caso de algo mientras están de campamento, deja todo claro y el asistente se marcha. Benjamín sube por el resto de las maletas y las baja al automóvil, pero algo no le termina de cuadrar y va donde Carina. 

-Cari, ¿a la final que paso con esta señora que venía a hacer las tareas de la casa?, hace tiempo que no volví a oír de ella viniendo de ti. 

-ay, Emir, lo que te diga es mentira, ya que no he hablado con ella en un largo tiempo, desde que paso “eso”, estado concentrado en lo de la fusión más la condición de los niños que la verdad no recordaba que ella existía. Lo más seguro es que ya estará en otra casa laborando, puesto que ella es independiente, venía solo cuando le hacíamos el contrato temporal por ciertos días. 

- no sé por qué me da como mala espina, eso, bueno, esperemos haber. 

-por cierto, ¿si le diste el documento a tu asistente que te deje en correo? 

-se me olvido, ya mismo lo llamo. 

Benjamín salió de la cocina dejando a su mujer terminar las meriendas y en ese preciso momento entro una llamada a su celular, lo contesto si mirar previamente de quién es. 

-¿justamente te iba a llamar, de casualidad olvidé algo? - responde Benjamín pensando que hablaba con su asistente. 

-Sr. Benjamín, también llamado ante la ley de este país, Murad Emir Benjamín - dice una voz con modificador – los niños se ven que han crecido bastante, se ven que están muy bien, es una pena, son una aberración. 

-¿Quién eres? - interrumpe de inmediato Benjamín mientras trataba como salir de la casa y llamar la atención de algunos guardias. 

-seré rápido, ten ojos en la espalda porque ese par no duraran siempre, se nota que no has cambiado – responde el contrario algo enojado y finalmente cuelga. 

Benjamín no logra ni que hacer, apenas llegan los guardias, él les da el teléfono, pide que se lo intercepten y estén atentos a cualquier movimiento, ya que el mensaje era claro, pero no tenía forma de como decírselo a Carina. 

A la final siempre fueron a acampar a una zona cercana, claramente se llevó al grupo de guardias que dejo Aida con ellos, pidió que estuvieran cerca, pero que no se dejaran notar por los niños. 

Los niños, Carina y Benjamín pusieron algo de música de una radio vieja que todavía conservaban, a su vez fueron armando las carpas de cada uno, tras eso Benjamín dejo a los niños con Carina terminando de organizar unas cosas de las tiendas y fue a buscar algo de madera, recogió poco de los alrededores, ya que no quería que algo pasase y él no tuviese forma de actuar. 

Carina se había encargado de llevar algo de agua en unos termos para evitar ir al río más cercano por un tiempo mientras se establecían y conocían el lugar, aprovecharon para descubrir las pequeñas cosas que los rodeaba en el lugar y hacían actividades juntos, desde cocinar, cantar o jugar algunos juegos de mesa que llevo Caleb para distraerse en familia.