Historias Paranormales Argentinas y otros relatos

Terapia de pareja

**Título: Terapia Divina**

**Prólogo**

El consultorio del Dr. Julián Paz no era un lugar cualquiera. Rodeado de libros y diplomas, el ambiente era tranquilo, un refugio para almas perdidas. Sin embargo, esta vez, se enfrentaría a un desafío fuera de lo cotidiano. Una gala de eventos cósmicos, un encuentro de opuestos de proporciones épicas. Dios y el Diablo, juntos en su consulta, buscando respuestas a sus conflictos eternos. A medida que se desarrollen sus 20 sesiones, Julián descubrirá que la esperanza se encuentra en lugares inesperados y que el amor, a menudo, es más complicado de lo que imaginamos.

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**Capítulo 1: La Primera Sesión**

Dios llegó primero, radiante y tranquilo, vistiendo una túnica blanca que brillaba suavemente. Cuando el Dr. Paz le pidió que tomara asiento, su voz resonó en el consultorio como un eco de bondad. Había amor en sus palabras, pero un destello de preocupación cruzaba su mirada.

El Diablo apareció poco después. Con un traje oscuro y una sonrisa burlona, su presencia era todo un contraste. La tensión en el aire se hacía palpable.

“Bienvenidos”, dijo Julián, intentando romper el hielo. “Hoy estamos aquí para hablar de su relación”.

“¿Relación? ¡Es más que eso!” exclamó el Diablo, su voz cargada de sarcasmo. “Es un juego eterno, un conflicto que nunca termina”.

Dios asintió, “Y sin embargo, la creación necesita equilibrio. Quizás estamos aquí para encontrarlo”.

**Capítulo 2: La Confusión de los Roles**

En la segunda sesión, Julián se dio cuenta de que sus roles eran más complejos de lo que habían anticipado. Dios hablaba de amor y compasión; en contraste, el Diablo insistía en el valor del libre albedrío, argumentando que su papel no era completamente negativo.

“Necesitas tentaciones para crecer”, dijo el Diablo, mientras Dios lo miraba con una mezcla de disconformidad y entendimiento.

“Pero el sufrimiento tiene un costo”, respondió Dios. “Las elecciones que haces pueden tener consecuencias”.

La conversación se volvió acalorada, y Julián sintió la presión de ser un mediador. Era evidente que sus historias estaban interconectadas.

**Capítulo 3: Las Heridas del Pasado**

En la tercera sesión, Dios y el Diablo comenzaron a desenterrar sus heridas. Dios habló de cómo el Diablo había caído del cielo por desear ser igual a Él, un acto que había dolido no solo a la creación, sino también a su ser divino. El Diablo, a su vez, recordó el momento de su caída, su sed de poder, y la soledad que había sentido desde entonces.

“Es fácil olvidar que solíamos ser hermanos”, murmuró Dios.

“Los hermanos no deberían enfrentarse”, dijo el Diablo, su sonrisa desvaneciéndose. “Pero, ¿dónde queda la empatía? ¿Dónde está el amor?”.

**Capítulo 4: Las Tentaciones y Pruebas**

En la cuarta sesión, comenzaron a explorar el papel de las tentaciones. Dios describía cómo había creado al hombre con la libertad de elegir, mientras que el Diablo se regocijaba en sus tentaciones. Era un tira y afloja, donde ambos se desplazaban entre luz y oscuridad.

“Las pruebas son parte de la vida”, dijo el Diablo. “Sin ellas, el crecimiento es imposible”.

“Pero el sufrimiento proveniente de tales tentaciones puede ser devastador”, replicó Dios.

Ambos funcionarios se dieron cuenta de que sus enfoques no tenían que ser antagonistas, sino complementarios.

**Capítulo 5: El Amor como Fuerza Unificadora**

En la quinta sesión, Julián llevó la conversación a la naturaleza del amor. Dios expuso su amor incondicional por todas sus creaciones y cómo ese amor era la esencia de su ser. El Diablo, aunque reacio, concedió que también había amor, aunque fuera diferente: el amor por la libertad y el caos.

“Es como el fuego”, dijo Dios. “Puede calentar o consumir”.

“Y, sin embargo, ambos necesitamos el fuego”, agregó el Diablo, reconociendo que había más en su relación que odio y conflicto.

**Capítulo 6: Los Protagonistas del Caos**

Mientras avanzaban en la terapia, los temas del caos se hicieron evidentes. En la sexta sesión, el Dr. Paz presentó la idea de que el caos no era necesariamente negativo; podía conducir a la creación. Ambos personajes se comprometieron a explorar cómo sus diferencias podían guiar a nuevos horizontes.

“Si podemos aprender a trabajar juntos, hay un potencial enormemente poderoso”, sugirió Julián.

**Capítulo 7: Recordando Momentos de Alegría**

A medida que las sesiones progresaban, el tono se volvió más ligero en la séptima reunión. Comenzaron a recordar momentos de alegría juntos. Dios recordaba sus días en el cielo, días de creación y risa. El Diablo se unió, compartiendo historias de antiguas fiestas y celebraciones entre ellos antes de que la caída tuviera lugar.

A través de esta reflexión, comenzaron a reconectar con sus raíces y la maravilla de su existencia.

**Capítulo 8: La Diversidad de Creación**

En la octava sesión, la conversación se centró en la diversidad de la creación. Dios hablaba con orgullo de su vasta creación, mientras el Diablo ofrecía su perspectiva sobre cómo la diversidad también podría ser fuente de caos.

“Sin mi influencia, ¿realmente se exaltaría la diversidad?” preguntó el Diablo.

“Quizá”, respondió Dios. “Pero no olvidemos que también provoca interacciones que llevan a la compasión”.

Ambos aprendieron que la diversidad puede ser un hermoso matiz en el vasto lienzo de la vida.

**Capítulo 9: La Fuerza del Perdón**

En la novena sesión, comenzaron a tocar el tema del perdón. Dios habló sobre la importancia de perdonar a aquellos que han hecho daño y cómo el rencor era un peso que debían dejar ir. El Diablo escuchó atentamente, sintiendo el eco de su propia necesidad de perdón por su caída.

“¿Puedo ser perdonado?” preguntó el Diablo con vulnerabilidad.

“Claro que sí”, respondió Dios, “en el acto de comprender, todos podemos encontrar un camino”.




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