Historias que se me ocurrieron un día y un Bonus

Bonus: La historia de la chica cucaracha

Cuando era joven solía pensar que la chica cucaracha era la persona más rara que había conocido. Nadie sabía su nombre ni de donde venia, todo lo que se sabía era que ella se sentaba en la esquina del salón, cerca de la ventana en dirección a la calle y que llegaba a la escuela y se iba completamente sola. Nadie sabía por qué ningún alumno de esa escuela se había acercado a ella en los 2 años que habían estado ahí, claro que algunos aventurados se habían atrevido a hablarle, pero por alguna razón nunca regresaban exitosos en su misión. En palabras de ellos, cuando se acercaban se sentía una fuerte brisa de aire y el cuerpo se les congelaba.

Nunca creí esas historias cuando llegué el primer día a esa escuela. También recuerdo esos días, yo era un joven alto y con el pelo azabache, a diferencia de ahora, donde mi larga cabellera fue sustituida por una corta capa de pelo ya empezando a ser canoso.

De cualquier manera, esa historia fue la primera que escuché en mi primer descansó ahí, me la conto un amigo cuyo nombre era Oscar, fue el primero que tuve ahí. Actualmente él trabaja en una panadería, es el jefe una empresa demasiado famosa, al menos para mencionarla, y que una demanda sea viable. Exporta internacionalmente y es la envidia de muchos panaderos, claro que el también empezó por lo más bajo, él es hijo de un panadero el cual sintió la mayor alegría al enterarse de que su panadería estaba vendiendo como nunca en las manos de su hijo, estaba vendiendo al país entero, ni les menciono cuando se enteró de la primera entrega a Estados Unidos.

Como sea, a día de hoy nos seguimos viendo, él siempre me apoyo y yo también a él. A decir verdad, nos apoyamos tanto, que cuando algunos días al principio no vendía bien le pagaba su comida con mi sueldo de periodista, y luego el me devolvió el favor años después cuando no me llegaba el sueldo en la televisora. Siempre nos reímos cuando me dieron la indicación de entrevistarlo, también cuando tuve que reportear su boda, ese reportaje fue el más gracioso de todos, todavía conservo el VHS.

El caso es que ese mismo día Oscar me conto sobre la extraña chica cucaracha, que siempre había estado en el grupo B y que nunca había cambiado de lugar. Nosotros estábamos en el grupo D, así que el salón B quedaba 2 atrás del de nosotros. Yo me reí y le dije que una chica así no podía existir, el me juro que era verdad y que el mismo la había visto, entonces le propuse ir al salón B y si la chica no era real el invitaría el almuerzo ese día. Salimos, y cuando llegamos al salón ahí estaba, no lo podía creer, era una chica con el cabello largo de color castaño oscuro y ojos cafés, tenía una tez morena clara y efectivamente estaba sentada en la esquina del salón cerca de la ventana con vista al exterior. Tampoco había nadie cerca de ella, al menos no en ese momento, pues se veían cosas de los demás estudiantes en la banca de enfrente y al lado. El asombro se fue de mi persona cuando Oscar me recordó quien pagaba ese día el almuerzo, fuimos a la cafetería y mi dinero fue bien invertido en un par de refrescos y un par de quesadillas.

Recuerdo que el día pasó como normalmente sería un primer día en tercer año, al terminarlo me despedí de Oscar, ya que él tenía que ir rápido a la panadería de su padre para hacer algunas entregas, yo me fui hacia la parada de autobús más cercana.

Estuve un buen rato esperando, cuando de repente sentí una fuerte brisa de aire, así que me tapé con mi suéter de la escuela. Pero cuando mire al lado se encontraba ella, la chica cucaracha, mirando al frente tan quieta como una estatua. El cuerpo se me congelo en ese momento y supe que la leyenda era aún más cierta, mi mirada se quedó clavada en ella y yo no podía mover ni mi cara. Nunca hasta ese punto de mi vida había visto a una chica tanto tiempo y tan intensamente. El aire pasaba y movía su largo cabello, de repente de su boca salieron palabras, que de no ser por lo que Oscar me había contado, las habría olvidado como una piedra diminuta en el vasto océano de la mente. Ese día ella habría dicho las primeras palabras hacia un estudiante de aquella escuela.

-¿tú me estuviste viendo en el descanso? – en ese momento mi cuerpo se liberó de cualquier cosa, mis músculos pudieron moverse de nuevo y la sensación de frio se fue repentinamente, como si las palabras de esa chica levantaran la maldición que ella mismo impuso

-Sí, fui yo – le conteste con nerviosismo, que llego inmediatamente después de que los síntomas anteriores se fueran – ¿te molestó?

-no, no te preocupes, ya estoy acostumbrada a las miradas y los susurros – decía ella aun inmóvil, mirando al frente, casi con tanta dedicación como alguien de la escolta, si no diría que más – ¿eres nuevo, ¿no?

-ah, sí, me mude cerca de aquí hace una semana

-ya veo, pues bienvenido

-gracias, em, bueno, me han contado que no hablas con nadie – dije, intentando alargar mi suerte, y mi hito de ser la persona con la que más había hablado, al menos hasta ese momento

-sí, así es

-¿por qué no? – desde pequeño se me tachó de hacer demasiadas preguntas

-no veo la necesidad, además, si nadie quiere hacerlo ¿Entonces por qué yo lo haría primero?

-oh, ya veo, bueno, entonces yo debo ser la primera excepción ¿No es así?

-bueno, si, si me veías tan fuerte seria por algo, ojalá seas especial para que haya valido la pena – dijo ella soltando un suspiro y subiendo al microbús – nos vemos, y, por cierto, bonitos lentes

Con que especial, me quede pensando, no solía oír eso de mi habitualmente, ¿y cómo es que pudo notar mis lentes si ni siquiera volteo a verme? Mis pensamientos eran tan fuertes que no me di cuenta que ese era el microbús que tenía que tomar, cuando me di cuenta ya iba lejos, tuve que esperar al siguiente.

El microbús llego y regrese a casa con mis padres, y mi hermana. Durante el resto del día me la pase pensando en la chica cucaracha, tal vez solo fuera una exageración, pero en su momento sus palabras me dejaron marcado, ¿Cómo un chico nuevo pudo hacer lo que todo un colegio no pudo en 3 años?




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