Historias sin fin...

Historia #1: La pintura de la sirena

Violeta era una chica de aproximadamente veinte años, ella sentía un gran amor hacia el mar y todo lo que tocara el agua, por lo que decidió estudiar biología marina, pero eso no le bastaba, ella quería más, quería vivir literalmente en el agua; soñaba con tener su propio submarino aunque sonara algo totalmente descabellado.

Para la suerte de Violeta, un día leyó un artículo que decía que un científico estaba creando la primera vivienda submarina y que se necesitaban voluntarios para probarla, y sin pensarlo mucho más, apenas terminó de leer el articulo se puso de inmediato en contacto con el científico, acordaron una fecha para encontrarse y hablar del proyecto.

Luego de una interminable semana, Violeta finalmente iba a conocer al científico...

El hombre le contó que esta vivienda submarina ya estaba prácticamente acabada y que solamente debían encontrar el lugar perfecto para colocarla, pero claramente necesitaban a alguien predispuesto para vivir allí durante un mes. Sin esperar a que termine de hablar, Violeta, le dijo que ella iba a estar más que encantada de vivir ahí, el científico se alegró mucho de esto, por lo que le dio la posible dirección de donde estaría la casa submarina y que si no habían cambios de la posición actual de la vivienda, dentro de dos meses llevarían a cabo el experimento.

Luego de dos largos meses, Violeta, se dirigió hacia una pequeña y olvidada isla en Australia para finalmente cumplir su sueño de vivir bajo el agua.

La "vivienda submarina" se veía como cualquier casa pequeña, la única diferencia era que parecía ser de un material más resistente que uno normal... y que se encontraba sobre un barco.

Violeta no podía esperar más, quería entrar de inmediato, pero estaba tan distraída imaginando el futuro que no escuchó la importantes instrucciones que le estaba haciendo el científico sobre el arriesgado experimento...

Luego de dos horas, Violeta, ya estaba en su nueva vivienda temporal a 10.000 metros bajo la superficie del mar, no podía estar más feliz, pero la presión del agua era muy fuerte, por lo que tuvo que administrarse oxigeno unas cuantas veces a pesar del existente.

La casa estaba decorada con diferentes cuadros y adornos, pero una pintura le llamó más la atención, se trataba de la pintura de una hermosa sirena nadando sobre olas con una escamosa cola de color esmeralda, un tridente y una hermosa y gran corona sobre su cabeza que se asemejaba a los rayos del sol, Violeta decidió sacar la pintura de su lugar, ya que había recordado que para alguna cultura histórica, ese tipo de sirenas representaban mala suerte y muerte.

Sobre la mesa de la cocina había un pequeño libro que informaba a Violeta sobre todas las comodidades de la casa y lo que debía hacer ante ciertas emergencias porque no se podía contactar con nadie durante el experimento.

El instructivo decía que iba a haber comida como para un mes, pero tanto en la heladera como en la alacena solamente había unas cuantas latas de comida como para unos días. El libro también decía que había agua potable, pero toda el agua que probaba o salía de la canilla era salada, algo había fallado...

Después de pasar insoportables días con sed y hambre, optó por hervir el agua salada aunque eso significara que iba a gastar gran parte del oxigeno de la casa, pero afortunadamente, logró hervir el agua. Sin embargo, aun debía resolver el pequeño problema de la falta de comida, no podía casar nada porque tanto las puertas como las ventanas estaban selladas desde afuera, y lo peor era que solamente le quedaban dos latas de comida. Los días sucesivos se sintió muy descompuesta y cansada, dormía mucho, y soñaba también con la terrorífica sirena de la pintura que más de una vez la hizo despertarse agitadamente. Luego de apenas dos semanas, la comida finalmente se acabó, quedaba muy poco oxigeno por lo que no tenia fuerzas para hervir más agua, y de a poco su sueño se fue haciendo más largo y la sirena no se iba de sus sueños...

Luego de un mes, los científicos estaban más que entusiasmados de ver como le había ido a Violeta, pero fue una gran sorpresa encontrarla en su cama acurrucada muy plácidamente, se veía muy calmada, habría sido muy atrayente acostarse y dormir junto a ella de no ser por su cansado corazón que había dejado de trabajar hace ya tres semanas y sus órganos putrefactos que ya no podían más.



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En el texto hay: fantasia, misterio

Editado: 09.09.2024

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