“Giordana vivía en un pueblito de las costas de Italia. Todos los días iba a la playa a ver el mar, la espuma y las rocas hasta que se ponía el sol. Tenía una rendición total hacia ese paisaje y en especial a las historias de sirenas. Una tarde de mucho calor Giordana se adentró en el agua y una mujer de larga cabellera castaña se acercó a ella y le habló:
-Me llamo Katrina. Me gustaría tanto ser como tú aunque sea por un día – dijo suspirando.
Ambas se dieron cuenta de que sus rostros se parecían.
-¿Y porqué hoy no vas a casa de mi marido y yo voy a tu hogar?
Katrina le mostró su cola de pez y le dijo:
-Para que podamos cambiar me tienes que traer por once días un obsequio. El día número doce podemos cambiar de lugar.
Entonces Giordana, muy emocionada, regresó a su hogar pensando en qué regalos le llevaría a Katrina cada día. El primer día le llevó un peine dorado que le había regalado su marido, luego un espejo que le pertenecía a su madre, lápices labiales, ropa y muchas cosas más de sus pertenencia. Al día número doce los pies de Giordana se llenaron de escamas naranjas y dieron forma a una cola de pez. A Katrina le desapareció la cola de pez y le afloraron piernas. Katrina fue al hogar de Giordana y Giordana fue al reino marino de Katrina. Todo era nuevo para ambas. Pasaron los años y ninguna de las dos volvió a su antiguo hogar. Ellas eran hermanas gemelas que de niñas habían sido separadas. Su padre era del mar y su madre humana. Solo una vez a los seis meses se encontraron en la costa para ponerse de acuerdo de que no volverían a cambiar de lugares. Hallaron felicidad en sus corazones. Giordana amaba el mar y Katrina la tierra.”
por Valeria O.
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Escrito el 12/05/2019
F A C E B O O K: “Escribiendo entre las nubes”
B L O G: www.escribiendoentrelasnubes.blogspot.com
Editado: 13.05.2019