"Eres única"

—Froby, ¿Piensas presentarte hoy en la noche al gran salón? —Preguntó el moreno con cierto nerviosismo y duda en su voz.

Una mueca fue mi expresión —Sabes que mi madre me obligará a ir haci que, sí, iré —Respondí caminando de un lado para otro —¿Tu que sabes?, ¿Para que quieren chicos de entre 15 y 25 años?

—Mi abuela, me contó que buscan a chicos vírgenes, según, para una tipo ofrenda hacía “Las bestias” —Cuenta con un tono de voz misterioso —Pero no todos son elegidos, a los que no se los llevan, los matan, así pasa con las chicas.

¿Acaso esto es una broma?

“Las bestias” no sabía que trataba de decir esas palabras, ¿Acaso eran hombres o mujeres que deseaban utilizarnos a su antojó? ¡No lo permitiría! Es tan difícil de comprender cual es el verdadero motivo.

No tenía tantas opciones, me presentaría, eso era seguro. Unos ruidos en la puerta me sobresaltaron —. ¡Froby te quiero en cinco minutos en la casa! —Gritó mi madre.

Asiento con la cabeza una y otra vez como si ella pudiera verme. Izan me da una mirada de preocupación, sé que mi madre no es la mejor pero no es extraño que siempre me grité, así es su voz. Mi padre, un tema que no me gusta ni pensarlo, él desapareció un día sin dejar rastro.

—Nos vemos luego Izan —Es lo último que digo antes de darme la vuelta, sin esperar su respuesta.

Elegy Jenner, mi madre, es una mujer que le gusta la puntualidad. Estoy muerto. Su carácter no es el mejor pero es mi madre.

Preparo mi nalga para el impacto

Llego a casa con la esperanza de no encontrar a mi mama o almenos que no me pegue. Abro la puerta con sumo cuidado. Las paredes color crema me reciben, los grandes cuadros de pintura resaltan en el recibidor. Uff ¡Me salvé!

Un objeto es lanzado en mi dirección, ¡Demonios! Ella si esta en casa. La puerta se cierra, mi madre levanta su pie.

—¡No mama, con la chancla no! —Exclamo corriendo hacia las escaleras—¡Por Narnia! —Es lo último que digo antes de que impacte el palo de la escoba en mis pies derrumbándome en el suelo —. ¡Elegy, eso no se vale!

Unas manos me jalan de los tobillos haciendo que me pegue con cada escalón de las escaleras —¡Chamaco Malcriado! —Grita arrastrándome con una fuerza anormal.

¡Es de otro mundo!

Ayuda…

—Hoy en la noche tendrás que ir al gran salón, Froby —Dice al mismo tiempo que me suelta —Estas obligado a ir, no quiero que hagas una más de tus niñerías.

¡Oh vamos!

Un golpe en la cara es lo que recibo —¡Ya te dije que no me gusta que pongas los ojos en blanco! —Exclama —. Contéstame cara de rata.

—Iré.

Un olor a quemado llega a mis fosas nasales, mi madre se cubre la boca y sale disparada hacia la cocina — ¡Los frijoles!

Una sonrisa se forma en mi rostro. Una gran calidez inunda mi pecho, días como éste es realmente lo que valoro, mi madre no siempre es tan pacífica como hoy aunque estoy acostumbrado a sus cambios de humor.

Mi único pensamiento es que iré a un lugar donde nose que podría pasar, pasarme. Un lugar en el que me ofrecerán como “ofrenda” a las bestias.

No quiero ser violado como charco con lodo

Sí, soy virgen pero ¿Acaso eso es un pecado?, ¿Qué si espero a la persona indicada?, ¡tonterías! Elegy, mi madre, no es tan buena con las típicas platicas sobre la sexualidad. Toda mi vida ha sido explotada a lo máximo.

—¡Froby Sasha Jenner! —Se escucha un grito — ¡Ven aquí y lava los platos!

Una vez más escucho mi segundo nombre, ese nombre que odio con todo mi ser. Froby es un nombre poco común ¿Pero Sasha?, ¡No  soy una chica para llevar ese nombre!

No puedo vivir sabiendo eso

¡¿Qué?!

¡Soy cien por ciento hombre!

La cuchara es lazada en mi dirección, un millón de frases en Español salen de los labios de mi madre. Esas frases que conozco muy bien, las groserías.

—Ya voy mama.

Eres única…