Tarde de chicas

Solo se quiere de verdad

Aquello que se teme perder.

. . .

La semana se ah pasado volando, ya es viernes, y agradezco que los viernes no trabaje por que en verdad estoy muy cansada de la semana.

-Hey Hope- dice alguien por detrás de mi.

-Hola- digo cortante, aunque ni yo sé el por qué.

-Quería ver si querías...

-No, no quiero- digo cortando lo que sea que iba a decir.

-Pero ni siquiera termine de hablar- dice sonriendo

-Adiós Brown- digo comenzando a alejarme hacia el estacionamiento del campus.

-Hey que pasa Delacour- dice agarrándome del brazo haciendo que gire hacia el.

-No me llames Delacour- digo con dificultad ya que nuestros rostros están muy cerca-Y estas invadiendo mi espacio personal-añado.

-Lo siento- dice alejándose.

-Ahora sí, adiós Brown.

-Pero...

Si siguió hablando no escuché porque me subí a mi auto lo más rápido que pude.

La cosa es esta no es que quiera comportarme como una idiota con Christian, pero estos días mi abuela a estado muy enferma, y simplemente no quiero distracciones que me impidan cuidarla como se merece.

-Hola, hola- digo entrando al apartamento tratando de alegrar el ambiente.

-Hola señorita Hope, su abuelita está en su habitación.

-Puedes irte si quieres Gemma, yo la cuidare.

-Muy bien señorita Hope, ah, y a mejorado. -dice a lo que yo asiento con la cabeza regalándole una sonrisa de agradecimiento.

Normalmente los viernes Gemma se queda hasta la hora de siempre, aunque yo no trabaje, pero hoy yo me quiero quedar con mi abue.

Una vez que Gemma se va me dirijo al cuarto de mi abue para verla y efectivamente como Gemma dijo está mejorando.

-Hola abuelita- digo dándole un beso en la frente- Veo que estas viendo la novela- digo sentándome a su lado.

-Pues claro Hope- dice como si fuera lo más obvio del mundo.

Me quedo un rato analizando que se halla acordado de mi nombre, que supiera quien soy.

-Te acordaste de mi nombre- digo en un murmuro solo para mí, derramando unas cuantas lágrimas de la emoción.

- ¿Y por qué no me acordaría? - dice haciéndome saber que me escucho.

-No me hagas caso- digo haciendo un ademan para que no le de importancia.

-Oye y donde esta Lía- pregunta mi abue

-Ella no está- digo en un susurro, si tan solo ella se acordase.

-De seguro que anda en alguna fiesta- me dice cosa que despierta mi curiosidad.

-Mi mama, en fiestas- cuestiono riendo.

-No, hablo de Lía, yo que se quién será tu mama- me dice cosa que me saca una sonrisa.

Siempre es igual, su memoria va y viene, no recuerda mucho del presente, pero si demasiado del pasado.

Mi abuela es una de esas señoras frías, pero que demuestra su cariño solo a los suyos, siempre digo que bien pudo haber estado en la guerra, ya que tiene una actitud determinante y dura que asustaría a cualquiera, hasta puede llegar a ser intimidante.

El resto de la tarde pasamos las dos solas, ordenamos KFC para las dos y comimos en su habitación mientras veíamos una novela.

-No entiendo por que María sigue con Carlos, debería saber que es cachuda y que los cachos les llegan hasta bien arriba- dijo en un determinado punto de la novela, cosa que hizo que botara la gaseosa por la nariz de la risa.

Una vez que dejo a mi abuelita dormida me dirijo hacia mi habitación para ducharme e irme a dormir, mañana tendré un sinfín de tareas que hacer.

Saliendo de la ducha escucho que mi celular suena en una notificación de WhatsApp, reviso y veo que es un mensaje de Bella, con quien intercambiamos números el día que vino a mi apartamento.

Mañana vamos a salir.

Pdta.: Trae a tu abuelita.

.

Tengo tarea

.

Vamos por favor Hope, Christian va

Si pensó que eso me convencería, pensó mal, pero no le puedo decir que no se que ella lo hace de buena fe.

Está bien.

Respondo antes de apagar el celular e irme a dormir y agradecer la tarde de chicas que pase con abuela, que, aunque quizás ella mañana no recuerde, yo si lo hare.