Hope

Besos robados

Christian Brown

Me encuentro sentado en una mesa con mi hermana mientras esperamos que Hope llegue.

-Te gusta mucho Hope ¿cierto? - comenta mi hermana rompiendo el silencio.

De solo escuchar su nombre hace que una sonrisa boba se forme en mi rostro.

Al ver que no contesto nada mi hermana agrega.

-Claro que te gusta- dice rodando los ojos.

- ¿Qué hay de esa sanguijuela que está pegado a ti todo el tiempo? - pregunto cambiando de tema.

-Max no es una sanguijuela.

-Ciertamente parece una- digo riendo lo cual hace que me gane un golpe de su parte.

La verdad no miento ese tal Max enserio parece una sanguijuela, cada vez que paso por mi hermana al instituto en una de mis horas de receso de la universidad, siempre lo veo pegado a ella, aunque me alegra ver a mi pequeña hermana feliz.

- ¡Ya vino! - chilla mi hermana de repente.

Dirijo mi mirada hacia donde ella ve y es cierto Hope llego.

-Recuerdas el plan- pregunto a mi hermana.

-Si, me llevo a su abuela, los dejamos solos, bla,bla,bla

No digo nada mas por que me queda claro que si entendió. Mi plan era que mi hermana se lleve a la abuela de Hope para que yo pueda estar a solas de con ella.

Mi hermana se acerca a ellas antes que yo, de cierta forma veo a mi hermana muy emocionada.

-Hola Hope- dice mi hermana abrazándola para luego saludar a la señora Corey.

-Y estos quienes son- comenta la señora Corey mirándonos de pies a cabezas, cosa que me hace reír.

-Son unos amigos, ella es Bella y el es Christian- nos presenta nuevamente.

Se que por la enfermedad que sufre la abuela de Hope, no suele recordar a las personas mucho menos sus nombres y aunque la señora Corey parece una persona fría y reacia a las muestras de afectos se que es una gran señora.

-Buenas tardes señora Corey- saludo

-Ciertamente es un muchacho muy guapo- dice de repente la señora Corey haciendo que todos riamos.

En verdad amo a esa señora.

-Muchas gracias, ciertamente usted tiene razón.

-Siempre la tengo muchacho y serán muy felices.

-No abue solo somos amigos- interviene Hope al parecer un poco avergonzada.

-Pues terminaran juntos- responde su abue encogiéndose de hombros.

Ojalá tenga usted razón es lo que pienso.

-Bueno yo voy a llevar esta agradable señora a tomar un café- interviene mi hermana.

-Ah, ok- responde Hope comenzando a seguirlas

-No Hope yo la llevo tranquila

Creo que al principio Hope no entiende lo que sucede, pero luego creo que comienza a entender que vamos a estar a solas. Hope deja que mi hermana se lleve a la señora Corey no sin antes ponerle con mucho cuidado su abrigo, cosa que se me hace muy tierna, y ahí se nota cuanto ella la ama.

Una vez que nos quedamos solos digo:

-Creo que debo poner en marcha el plan Hope.

-Qué cosa de que- cuestiona confundida

-Nada- digo sonriendo.

Nos sentamos en un de las mesas que quedan frente al lago ya que da una hermosa vista.

Comenzamos a hablar un poco de todo, de lo cual me sorprende que no le tenga miedo a nada ni siquiera a algo como la muerte.

-Para que temerle a algo que sé que tarde o temprano va a llegar, no le puedo temer a algo que de cierta forma conozco.

Su respuesta me dejo meditando un rato sin poder comprenderla del todo.

...

Cuando llego a casa junto con mi hermana no puedo dejar de repetir toda la conversación que Hope y yo tuvimos.

Jamás pensé que sus padres habían muerto, nunca se me vino esa idea a la cabeza, y ver las lágrimas que derramaba al contarme toda la historia me hizo sentir impotente por no poder calmar su dolor.

Otra cosa que no pase por alto es la manera en que ella no quiere ser lastimada, y aunque yo jamás seria capaz de lastimarla se que ella tiene razón al decir que las personas, aunque lo quieran o no terminan lastimando a los que aman.

- ¿Y?, como te fue- pregunta mi hermana una vez que nos sentamos en el sofá de la inmensa sala.

-Muy bien- digo con una sonrisa boba en mi rostro.

Y es verdad, a pesar de todo lo que me dijo los dos besos que de cierta forma le robe fueron una de las mejores cosas.

-Me alegro, enserio que si hermanito- me dice mientras me da un corto abrazo para luego subir las escaleras- ¡AH! Y MAÑANA VOY A USAR EL AUTO – grita desde su habitación a lo que yo niego con la cabeza.

Solo espero que no choque a nadie, porque se podría decir que mi hermana es de esos conductores a los que le llaman camarones.

Me dirijo a mi habitación para luego cambiarme y ponerme mi pantalón para dormir, y así revivir una vez mas el día de hoy, pero sobre todo en los besos robados.



#23289 en Novela romántica

En el texto hay: alzheimer, romance, huerfana

Editado: 20.07.2021

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