Hope

Todo va a estar bien

Nunca pensé que en la felicidad

Hubiera tanta tristeza

-Mario Benedetti

...

Una vez que llego a mi apartamento dejo las llaves y mi bolso en el sofá y voy a darme una ducha rápida. Me visto rápidamente por que la verdad no quiero estar muy lejos del hospital; cojo ropa para mi abue, guardo todo en una maleta, y salgo del apartamento.

Una vez en mi auto, busco mi celular, por si Gemma me ha llamado.

Desbloqueo el celular y veo todos los mensajes que me han enviado a lo largo del día, algunos son de Brown y Bella quienes me invitan a pasar noche buena con ellos, sigo bajando y busco el contacto de Héctor.

Conecto el celular a la pantalla del carro, marco a Héctor y comienzo a conducir hacia el hospital.

Al segundo timbre contesta.

-Hola- responde con voz soñolienta.

- ¿Te desperté? - pregunto viendo rápidamente la hora en mi celular (11pm) y volver la vista la camino.

-No, solo estoy algo cansado- dice mientras escucho como bosteza- ¿Qué paso?

-Es mi abue- digo.

-La señora Corey ¡¿Qué le paso?! - pregunta entre confundido y asustado.

-Esta en el hospital.

-Ok, ahorita mismo voy- dice colgando sin darme tiempo a decir nada más.

Héctor y yo nos conocimos mucho antes de entrar a la universidad. Cuando mis padres murieron y mi abuela me busco un psicólogo después de cómo me encontró, el caso es que el asistía al mismo psicólogo, ya que cuando le comento a sus padres de que él era guey pensaron que tenía una enfermedad mental o algo así, así que lo mandaron al psicólogo, luego nos hicimos amigos, y eventualmente mi abuela lo conoció ya que a menudo lo veía llorando, por lo que sus padres le decían, entonces ella lo invitaba a casa y le hacía postres y lo consolaba.

Así que se podría decir que es casi como su abuela también, sé que el la aprecia mucho y es el único que conoce todo mi pasado.

Llego al hospital y visualizo a Gemma sentada en el mismo lugar que cuando me fui, solo que ahora tiene a lado a Héctor.

- ¿Cómo llegaste antes que yo? - le pregunto saludándolo con un corto abrazo.

-Mi auto es mas rápido- es lo que responde encogiéndose de hombros.

-Se ha vuelto todo un hombre grande- interviene Gemma alagando a Héctor.

-Técnicamente no soy hombre, solo físicamente.

- ¿Cómo que...

La pregunta de Gemma se queda e el aire cuando visualizamos al doctor acercarse.

-Venia a informarles que la señora Corey ya está despierta, esta un poco confundida debido a la enfermedad que padece, así que por el momento solo va entrar uno de ustedes, quien va a ser que le explique lo que paso.

-Yo- digo rápidamente, recibiendo un asentamiento de cabeza por Gemma y Héctor.

-Muy bien señorita, acompáñeme.

Caminamos por un pequeño corredor, hasta que llegamos a una puerta y el doctor hace un ademan con la cabeza para que entre.

-Las dejare solas, vengo en unos minutos.

Entro a la habitación blanca, para luego sentarme a lado de mi abue.

-Como estas- digo haciendo que se sobresalte, al parecer no noto cuando llegue.

- ¡¿Qué cómo estoy?!- grita haciendo que esta vez yo me sobresalte- Quiero salir de aquí, mi mama me esta esperando, me tengo que ir- dice comenzando a sacar un cable de su brazo.

-Ey, no abue- trato de apaciguarla- Ya me llamo tu mama, dijo que ya venia para acá, le conté lo que te paso- miento.

- ¡Mentira! ¡Quiero irme de aquí! ¡Suéltame! - grita al ver que la detengo evitando que se levante.

-Abue, tranquila...

Me detengo abruptamente al escuchar como la maquina que controla su pulso comienza a acelerarse. Toco el botón que llama a las enfermeras y no tardan en llegar algunas de ella gritando "Código azul"

-Abue, abue, mírame, tranquilízate si, no te puedes ir, aun no, por favor.

-Apártese señorita- dice una enfermera alejándome de mi abuela.

- ¡No abue! ¡Mírame! ¡Todo va estar bien! – comienzo a gritar hasta que siento como unos brazos me envuelven.

-Hey Hope Cálmate- susurra Héctor.

-¡Suéltame! ¡No la puedo dejar sola! -comienzo a gritarle al ver que me lleva fuera de la habitación.

-Deja que los médicos hagan su trabajo, ella estar bien- trata de calmarme.

-No puedo dejarla, ella nunca me dejo cuando necesitaba a alguien, se que ella me necesita. No puedo perderla Héctor, no puedo- farfullo mientras gruesas lagrimas caen por mi mejilla.

-Lo sé, pero no puedes hacer mucho, los médicos se están encargando- repite depositándome en el suelo, sin dejar de abrazarme.

-Ay señorita Hope, tranquila- dice Gemma sacándome de los brazos de Héctor, para ella abrazarme.

No tardo en abrazarla, mientras dejo caer las lágrimas, mientras me permito ser débil por una noche.

Mi abuela ha sido todo para mí, cuando murieron mis padres caí en una depresión profunda, no podía dejar de culparme por lo que les paso, era mayor de edad así que servicios infantil no podía hacer nada por mí, pero apareció mi abuela dándome esa luz que necesitaba, haciéndome ver que no todo estaba perdido, "La oscuridad es buena, por que te prueba, hace que veas cuán lejos puedes andar en ella, pero todos necesitamos aunque sea un rayo de luz para no rendirnos y saber que todo lo que hemos caminado ha valido la pena" fueron su palabras cuando me encontró, ¿pero si ella se va quien será mi rayo de luz? ¿Quién me animara a seguir?, sé que podría ser un tanto egoísta no dejarla ir, pero cuando una persona lo es todo para ti no puedes renunciar a ella tan fácil.

-Vengo a informarles que la señora Gemma ya está estable- dice el doctor haciendo que me separe de Gemma-Tuvimos que inyectarle un tranquilizante, así que por el momento no despertara. Les avisare cuando despierto, buenas noches

Me dejo caer en la silla, suspirando de alivio.

-Ves te dije que se iba a poner bien- dice dejando un beso en mi coronilla.



#23289 en Novela romántica

En el texto hay: alzheimer, romance, huerfana

Editado: 20.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.