Hope Dragon: De niño a leyenda Vol.2

Capítulo 3: Todos somos familia

Nuestra pequeña reunión con el ahora ex alcalde de Silon, finalmente había terminado, conmigo como su sucesor.

Nos dispusimos los tres a salir de la oficina, pero al abrir la puerta, encontramos a "cierta persona" escondida detrás de ella.

La puerta se abría hacia afuera, por lo tanto, cuando giré la perilla y empujé, se oyó un ruido sordo, como si hubiéramos golpeado algo que al final se cayó.

—¿Qué fue eso? —pregunté antes de notar que la secretaria estaba en el suelo— Oh, solo eras tú, ¿estás bien?

—Y-Yo… ¡No escuche nada, lo juro, por favor no me despida! —suplicó la secretaria poniéndose de pie y agachando la cabeza.

"¿Acaso estaba escuchando nuestra conversación?, bueno, igualmente se lo íbamos a decir a todos, pero eso no significa que esté bien."

—No te voy a despedir, lo prometo. —dije para tranquilizarla— Pero espero que dejes de hacer este tipo de cosas.

—¡Sí señor, le prometo que así será!

La secretaria se incorporó, y dio un suspiro reflejando que había pasado por un gran susto.

—Me presento. —habló la secretaria con una voz tranquila— Soy Juna Erden, un placer conocerlo, seré su secretaria a partir de ahora, cualquier duda puede consultarla conmigo, y por favor no me despida… 

—Ya dije que no lo haré. Aunque… —me detuve por un momento examinándola con la vista.

"Viendola bien, ella luce bastante joven, incluso para ser una adulta promedio, me pregunto qué edad tendrá."

Juna tenía el cabello rubio, piel blanca y tersa, y unos ojos tan azules como el mar, también era más alta que yo, pero apenas por un par de centímetros, quizás medía alrededor de 1.70.

"Es bastante linda debo admitir. Me la imagino con un vestido como el de las princesas y le quedaría bastante bien."

—O-Oiga, Jefe… es vergonzoso si se me queda viendo de esa manera… —afirmó Juna desviando la mirada avergonzada.

—¿Eh?, oh lo siento, solo pensaba en algo. —me disculpé con Juna riéndome torpemente.

*pellizco*

—¡Ay…! —me quejé de dolor— ¡Oye Lilia, ¿y eso porqué fue?!

—Se supone que la acabas de conocer. —respondió Lilia con un tono enojado— La estás mirando demasiado.

—¿Estás celosa? —pregunté.

—¡Ese no es el punto!

Solté un suspiro de resignación internamente, y procedí a responder sobre mis acciones.

—No la miraba por las razones que te imaginas. La miré porque me llamó la atención lo joven que era. Me pareció demasiado joven para ser la secretaria de un alcalde que lleva aquí tanto tiempo.

—Bueno… es que yo soy nueva, por decirlo de alguna manera. —comentó Juna aclarando los hechos— Llevo seis años viviendo en Silon, pero apenas voy a cumplir dos años como secretaria.

"Supuse que sería así. Bueno, siempre y cuando haga bien su trabajo supongo que la edad no importa."

—Sé que tengo poco tiempo de experiencia… ¡Por favor no me despida!

"¿Qué rayos le pasa?, es como si tuviera algún trauma relacionado con el despido. Bueno, tampoco es mi obligación preguntar, pero si sigue repitiéndolo tendré que hacerlo."

—Me da curiosidad saber tu edad, —dije— no pareces ser mucho mayor que Lilia o yo.

—¿Eh…?, ah sí, claro. Tengo diecinueve años de edad. —respondió Juna.

—No hay mucha diferencia entre nosotros, bueno, será un placer trabajar contigo Juna.

—Agradezco sus palabras, em… ¿Cómo debería llamarlo? —preguntó Juna ladeando la cabeza en señal de confusión.

—Por mi nombre, claro. No tienes que decirme "jefe" ni nada parecido, con que uses mi nombre está bien.

—Entiendo.

Lilia, el ex alcalde y yo salimos de la alcaldía.

El anciano dijo que prepararía todo para anunciar mi nuevo cargo como alcalde, y se fue por su lado.

Por ese motivo Lilia y yo, decidimos caminar por un rato sin rumbo específico mientras procesamos todo lo que había pasado, y lo que está por suceder.

………

……

—¿Cómo era tu hogar? —preguntó Lilia.

—Era más grande que este pueblo, mucho más grande, ya que vivía en una ciudad. Todos vivían en casas o departamentos hechos de concreto, y casi todo funcionaba con energía eléctrica.

—¿Qué es… "energía elétrida"? —preguntó confundida.

—Se pronuncia "eléctrica". —corregí a Lilia riéndome un poco— Es como una luz que genera energía para los humanos, nosotros la usamos para hacer que objetos se muevan por su cuenta, y hagan las labores por nosotros facilitandonos la vida. También la usamos para iluminar las calles por la noche, aunque yo la usaba más para jugar que otras cosas.

—Parecen demasiado dependientes de esa "energía eléctrica". —comentó Lilia.

—Sí, tienes razón, de hecho debo admitir que la mayoría lo somos, pero también había quienes preferían vivir sin ella; esas personas suelen vivir en los bosques o en el campo. Supongo que les resulta más pacífico de esa forma.

—Seguramente ellos son más felices que los demás. —comentó Lilia con una risilla— ¿Y cómo se juega con esa energía eléctrica?

—Bueno, es un poco difícil de explicar. —dije rascándome la cabeza torpemente— Lo que yo hacía era conectar mi consola de videojuegos a la televisión que tenía en mi habitación, y tanto la consola como la tele necesitan conectarse a un enchufe para recibir energía eléctrica para funcionar.

—…  

—¿Eh…?, ¿qué sucede? —pregunté.

—Dijiste tantas palabras extrañas tan rápido que me perdí en la conversación, al final no entendí nada. —dijo Lilia riendo para esconder su vergüenza.

—Jejeje… lo siento, bueno, te dije que era complicado, ni siquiera yo conozco del todo cómo funcionan.

—Aquí las cosas son más fáciles de entender. —afirmó Lilia— Si está oscuro usamos "cristales luminosos", si queremos jugar lo hacemos y ya, y los quehaceres los hacemos nosotros mismos, al igual que la comida, entre otras cosas.

—Sí, tienes razón, aquí las cosas son más fáciles de entender. Por cierto, no he visto a los otros desde hace mucho, ¿dónde estarán? —pregunté mirando alrededor.




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