Hope Dragon: De niño a leyenda Vol.2

Capítulo 6: Un problema menos

Ahí estaba yo, con mis incendiarios puños en alto, a punto de luchar contra un cosplayer amante de los magos y los globos, bueno, al menos creo que lo es, pues se la pasaba flotando todo el tiempo.

—Si quieres matarme, ¿por qué no bajas al suelo y lo intentas? —pregunté al mago invitándolo a bajar.

—Si tienes un arco y flecha, ¿cazarias a tu presa con las manos? —respondió el mago mirándome a los ojos desde lo alto.

—¡Déjate de metáforas y termina con esto de una vez!

—Me parece bien. —dijo el mago levantando ambas manos sobre su cabeza— ¡No esperes que me contenga sólo por ser un niño!

El viento comenzó a correr de forma extraña, las corrientes de aire parecían moverse en reversa, absorbidas como en un vórtice por el espacio entre las manos del mago.

Un instante después, el viento se detuvo.

Una esfera de un color amarillo pálido apareció entre sus manos, y al cabo de unos segundos comenzó a crecer sin indicios de detenerse.

La esfera alcanzaba fácilmente los seis metros de diámetro, y cuando creí que eso era todo, aún faltaba lo peor.

Una misteriosas luces similares a pequeñas chispas surgieron de la esfera, y antes de darme cuenta, una rafaga de rayos brotó de ella, chocando contra el suelo, pulverizando todo lo que tocaban.

Era imposible para mi comprender lo que sucedía, y solo una verdad era evidente.

Si esa cosa me toca, estoy muerto.

—¡¿Qué es eso?! —pregunté sin ocultar mi asombro.

—Es triste ver que la vida de un joven como tú termine tan rápido. —comentó el mago extendiendo ambas manos hacia mi— Pero no es algo que a mi me importe. ¡¡Meteoro relámpago!!

La gigantesca esfera voló hacia mí a una gran velocidad, tan rápido que me resultó imposible de esquivar.

"Esto debe ser mentira… ¿Aquí termina mi camino?, ¿tan rápido acabo la aventura para mi?, ¿qué pasará con Silon?"

"Mis amigos… ¿qué ocurrirá con ellos?"

"Lilia… le prometí que regresaría con vida sin importar a donde vaya… ¿En serio faltaré a mi promesa?, lo siento…"

 Silon - Panadería de Lilia

Lilia estaba realizando el inventario de la panadería junto a su padre como ya es costumbre.

Todo transcurría con total normalidad, el padre de Lilia estaba terminando de contar los costales de harina, mientras que ella terminaba de acomodar los huevos.

—Uf… hoy sí que fue un día agitado. —comentó Lilia tomando un vaso de cristal de la repisa sobre su cabeza— Creo que beberé un poco de agua.

Intentó dirigirse a la cocina por algo de agua, pero en cuanto dio un paso, un poderoso escalofrío la atacó, haciéndola soltar el vaso.

El vaso se rompió en pedazos al momento de caer, y Lilia al sentirse débil, no tuvo más opción que apoyarse contra la pared.

Tenía la respiración agitada, mientras colocaba una mano en su pecho, sin entender por qué tuvo ese sobresalto.

—¡Lilia, ¿estás bien?, ¿qué sucedió?! —preguntó el panadero dejando ver su gran preocupación.

El panadero vio a su hija en pánico y al ver el vaso roto en el suelo, imaginó que su hija se había cortado.

—¿Te lastimaste? Iré por unas vendas, no te muevas de aquí.

—No… —Lilia detuvo a su padre— No me corté con el vaso, es solo… una extraña sensación…

—¿Extraña sensación?

—Es como… un presentimiento, de que algo terrible acaba de suceder…

"Presiente cosas al igual que su madre…" pensó el panadero mirando el vaso roto, "Algo acaba de suceder… algo realmente malo."

 Aldea Ípoko - Ubicación de Michael

Estaba seguro de que moriría. Estaba completamente seguro de que así sería.

Evité cerrar los ojos en todo momento, queriendo ver mi vida hasta el final, pero en cuanto parpadee, teniendo aquella esfera a menos de metro y medio de distancia, una sombra, una misteriosa silueta apareció frente a mis ojos.

Era Don Víctor, el cual se mostraba con toda la serenidad del mundo, y extendiendo su palma hacia arriba le habló al mago.

Una barrera transparente apareció frente a la palma de Don Víctor, muy similar a la del mago, con la diferencia de que esta era tan delgada como una hoja de papel.

—Esto es una barrera de verdad. Principiante.

La esfera impactó de lleno contra la barrera de Don Víctor, soltando poderosos rayos por todos lados que pulverizaban todo lo que alcanzaban, pero este ni se inmutó.

El suelo comenzó a vibrar por la fuerza que esta esfera provocaba, pero fue solo cuestión de segundos para que la misma comenzara a encogerse, perdiendo lentamente aquel gran poder destructivo.

El asombro de lo que acababa de suceder era enorme, pero mi mente se centró en otro punto importante.

—Pero… ¿cómo llegaste a aquí?, pensé que había una… —murmuré mirando alrededor.

Regresé mi vista al cielo, solo para percatarme que la barrera sobre Ípoko había desaparecido, y no solo eso, la misteriosa esfera eléctrica también se desvaneció sin dejar rastro alguno.

—¡¿Tú de dónde saliste?! —preguntó el mago bastante irritado— ¡¿Cómo desvaneciste mi Meteoro relámpago?!

—¿Se encuentra bien, joven Michael? —preguntó Don Víctor mirándome ignorando la pregunta del mago.

—Eso debería preguntarte yo. —dije mientras me colocaba al lado de Don Víctor— Aunque supongo que no me lo vas a decir. Tienes la mala costumbre de ser enigmático.

—Hoho, es muy acertado de su parte. —afirmó Don Víctor regresando su vista hacia el mago— Discúlpeme por intervenir tan de repente, pero me pareció algo injusto que usted enfrentara a un mago de "Clase dos" solo, así que, espero no le moleste que lo ayude.

Solté un suspiró de resignación al ver lo relajado que se encontraba pese a todo ese caos, pero no dejé que esa idea se quedará en mi mente.

—Es más que evidente que no eres un simple comerciante, pero eso no me importa ahora. —dije volviendo a alzar los puños que nuevamente se encendieron— En este momento, solo hay que centrarnos en derrotar a ese tipo.




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