Al despertar por la mañana, tuve una extraña sensación, como si algo cálido y ligero estuviera sobre mí, cubriéndome.
Abrí los ojos y miré por encima de mi hombro, encontrando una manta de lana. No tenía la más mínima idea de cómo llegó a aquí, pero sentí ganas de agradecerle a quien la haya traído.
Me quedé sentado mientras estiraba los brazos en dirección al techo, al principio no sentí nada, pero unos segundos después noté un gran malestar en la zona superior de la espalda.
"Oh rayos… Ahora recuerdo porqué a mi mamá no le gustaba que me durmiera sobre la mesa… Porque puede causar este tipo de malestares… ¡Ugh!"
—Espero que se me pase pronto. No quiero estar así el resto del día… —dije para mi mismo recostándome sobre mi escritorio.
*toc toc*
—¿Uh?, ¿quién es? —pregunté moviéndome en mi propio asiento por el malestar.
—Soy yo. —respondió Érick al entrar a mi oficina— Finalmente pude terminar este mapa. Me tomó más tiempo de lo que pensé. Oye, ¿te sientes bien?, pareces incómodo.
—¿Yo?, ah, te refieres a eso, si. —dije tratando de moverme poco a poco para relajar los músculos de mi espalda— Me quedé dormido sobre el escritorio, y me desperté con un malestar en la espalda, se siente horrible…
—Bueno, tengo dos soluciones para eso. —comentó Érick— La primera es que esperes a que el malestar desaparezca por sí solo, y la segunda, es que me dejes hacer un truco con tu espalda que hacíamos en el ejército, no te voy a mentir, es un poco doloroso.
"No sé de qué se trata su 'truco del ejército', pero lo único que puedo imaginar, es a mi columna hacer un ruido tras caer sobre la rodilla de Érick. No, esperen, eso es una técnica de lucha ¿no?, bueno, sea lo que sea prefiero esperar a que desaparezca con el tiempo."
—Voy a elegir la primera opción, gracias.
*gruñido*
—¿Qué sucede?, ¿tampoco has desayunado? —preguntó— Estás muy distraído, ¿no te parece?
"Érick tiene razón. Ahora que lo pienso, no he comido nada desde la mañana de ayer, y todo por las 'clases' con Don Víctor y todo ese asunto de Ípoko."
"Me muero de hambre… Si no como algo pronto, mi estómago se seguirá quejando sin parar…"
*gruñido*
"Rayos, ya empezó."
—Cierto. —afirmó Érick chasqueando los dedos como si hubiera recordado algo— Tu amiga supuso que pasaría algo como esto, y me pidió que te dijera que ella se encargará de traerte algo para comer por las mañanas.
—¿Lilia?
—Sí, ella. ¿Sabes qué?, por la forma en que actúa contigo, y el hecho de que siempre está pendiente de ti, me da a pensar que quizás se haya enamorado, ¿has pensado en esa posibilidad? —preguntó Érick.
"¿Lo dices enserio?, a veces he sufrido cierto acoso de su parte, eso sin mencionar sus 'comentarios' algo subidos de tono. Ella ya me confesó lo que sentía, claro. Pero no le voy a decir eso a él."
—No… No realmente.
—Bueno, deberías. Esa niña no me parece una mala persona. En fin, volvamos a lo importante, aquí está el mapa, ¿qué sigue ahora? —preguntó Érick sacando el mapa de su bolsillo para luego extenderlo sobre el escritorio.
El mapa estaba dibujado a mano con alguna clase de tinta de color negro. Se mostraba a Silon en el centro de todo, y a distintas locaciones a su alrededor marcadas con símbolos representativos.
Hacia el norte teníamos tres puntos a tomar en cuenta, el más cercano a nosotros era una pequeña colina con una peculiaridad muy llamativa. Según Érick, este extraño montículo de tierra emitía calor, y no me refiero a calor corporal como si hubiera alguien enterrado debajo, más bien una temperatura similar a la del agua hirviendo, quizás era alguna clase de geiser sin descubrir.
Lo siguiente era un pequeño pueblo, y un segundo pueblo un poco más alejado. Érick dijo que vio carretas de mercancías ir de un pueblo a otro, lo que obviamente significa que son socios comerciales. Quizás podamos entablar alguna clase de relación con ellos, pero dejaremos eso para después.
Por el noroeste tenemos dos puntos importantes, uno es la antigua ubicación de la aldea Ípoko, y el otro un poco más alejado, era un extenso río que atravesaba incluso una parte del "Bosque del sonido", el cual a su vez, ocupaba casi toda el área al oeste y suroeste.
Por el sur solo tenemos a Rinto rodeado por el bosque Hiedra, el antiguo hogar de Relt. Están bastante alejados de nosotros, pero aún así es muy buena idea incluirlos en nuestro mapa, después de todo, ellos no son unos desconocidos para nosotros.
En el sureste tenemos dos zonas importantes, una de ellas es una extraña grieta en el suelo que emite cierto brillo desde el interior, la cual, según una teoría de Érick, podría tratarse de alguna clase de mina.
Esa grieta no está muy lejos de Silon, no toma más de cinco minutos en carruaje para llegar a ese lugar, lo cual, si la teoría de Érick resulta ser cierta, quizás podamos usarla para extraer recursos minerales o metales preciosos.
No sé si en este mundo existen objetos valiosos como el oro y los diamantes, pero de ser así ese lugar es "una mina de oro".
El otro punto importante, el cual está a una distancia de treinta minutos en carruaje, es un pequeño pueblo cuyo nombre no fuimos capaces de averiguar.
Se sabe que no está abandonado, pero sus habitantes tampoco hacen mucha presencia. No sabemos qué clase de lugar sea ese, pero tarde o temprano, vamos a tener que averiguarlo.
Por el este y noreste, tenemos cinco poblados distintos, cada uno a una distancia aproximada de quince a veinte minutos en carruaje partiendo desde Silon.
Se sabe que tienen relaciones comerciales entre ellos, pero que hay una familia que los controla a los cinco por igual, aunque por el momento no sabemos su nombre.
Eso es todo lo que sabemos de los alrededores por el momento, de hecho, Érick hizo un mejor trabajo de lo que hubiera imaginado.
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Editado: 27.11.2023