Hope Dragon: De niño a leyenda Vol.3

Prólogo 1

El reino de Kala está siendo llevado lentamente hacia la ruina.

Si bien hubo un tiempo en el que era un lugar próspero, nada de aquellos tiempos es perceptible en su estado actual. Donde niños reían, ahora lloran; lugares de sabiduría como escuelas y demás, transformados en cuarteles de uso militar.

Con la poca importancia en el sistema médico, las enfermedades se hicieron más comunes, lo que acabó en cientos de muertes, y con la población disminuyendo cada día, junto a la ideología de mantenerse sano manteniendo distancia con los demás, la tasa de natalidad también se vio afectada.

Su economía se había mantenido "estable" por varios años, algo que le pareció un milagro a todos sus vecinos, pero una verdad era innegable, tarde o temprano esa suerte milagrosa se acabaría, y Kala terminaría revolcado en su propia miseria.

Eso y más, es lo que describe la situación actual de aquel lugar.

En esa misma nación, en una habitación dentro del castillo del rey, ubicada en la cima de una torre, yacía un hombre canoso que fácilmente superaba los cuarenta y cinco años de edad.

Aquella habitación no era la misma en la que ese hombre dormía o guardaba la mayoría de sus pertenencias, en realidad, era simplemente un cuarto privado, en el que todos tenían estrictamente prohibidos el ingreso sin importar nada.

Aquel hombre respondía al nombre de Mírlow, y era en realidad el hermano mayor del actual rey de Kala.

Este cuarto privado estaba hecho de piedra al igual que el resto del castillo, con la diferencia, de que en este, solo había una cama simple para una persona, y una pequeña mesita de madera, donde yacían un pequeño florero de cristal, y la foto de una bella jovencita de aproximadamente trece años de edad.

En este momento, Mírlow se encontraba totalmente eufórico, gracias a la información que le fue entregada con el uso de un ave mensajera.

Habían pasado años desde la última vez que se sintió de esta forma, y porqué no lo estaría. Aquel mensaje le había dado la mejor noticia de su vida.

"Juna Erden está con vida, y su ubicación exacta es…"

La emoción que se formó en su pecho fue tanta, que mil y una fantasías se comenzaron a crear en su mente, dando paso a sus más bajos deseos. Alegría, nostalgia, emoción, lujuria, y placer.

—Finalmente… Finalmente te encontré… —murmuró Mírlow con la respiración entrecortada— Solo imagina… imagina todo lo que podremos hacer cuando volvamos a estar juntos…

No solo la respiración de Mírlow era irregular, su forma de moverse también lo era. Mientras que se mantenía de pie, enfrente del cuadro de una Juna Erden más joven, su brazo izquierdo no dejaba de moverse de un modo casi mecánico, aumentando cada vez más la velocidad.

—Juna… Juna…. Juuunaa…♡ ¡¡Ten una muestra de todo mi amor, Junaa!!

Justo entonces, una sustancia de color blanquecino salió disparada en dirección al pequeño cuadro, cubriendo por completo la imagen de aquella jovencita.

Mírlow sonrió satisfecho, como si hubiera obtenido un récord mundial, mientras daba grandes bocanadas en un intento de recuperar el aliento.

Nunca le quitó los ojos de encima al cuadro frente a él, y en un tono casi diabólico, se rió de la emoción como un desquiciado.

—Hah… hah… vas a ser mía, mi dulce Juna… y esta vez, no habrá nadie que se interponga entre nosotros… yo me encargaré, de que tengamos nuestro final felíz…♡ jejeje… Jajaja… ¡¡JUAJAJJJAJAJAJAJAJJAJAHHHAHAJAHAHAJJAHAHAAAA!!

Un amor enfermizo, que supera los límites de la obsesión.




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