Mis planes para crear mi propia nación se habían puesto en marcha.
Aún quedaban un par de detalles de los que debía ocuparme, pero no requerían de mucho esfuerzo.
Le ofrecí a Érick la labor como entrenador para los niños de la escuela, y este no dudó ni un segundo en aceptar.
Él decía que estaba un poco decepcionado de ser el único en no tener un trabajo estable como los demás, y creo que yo cargo con algo de esa culpa también, al no haberlo ayudado antes.
En fin, también me habló sobre que oficialmente se encontraba en una relación con Sofía, y no dudé en felicitarlo por ello, deseándoles la mejor de las suertes como pareja.
Aquello también fue un poco raro.
Jamás había visto a Érick sonreír de la misma forma en que lo hizo mientras me contaba esta noticia. Pero no me importó mucho, ya que sentía que esto solo sería el principio de la felicidad para ese par.
También le pedí a Mónica que se volviera la instructora personal del dúo de Alia y Nilo.
Ellos tienen un excelente trabajo en equipo, pero no creo ser el mejor entrenador para ellos, en cambio, con Mónica podrían aprender mucho más, entre nuevas técnicas, trucos, y en el mejor de los casos, un manejo total sobre sus habilidades secundarias y únicas.
Mónica no tuvo razones para negarse, y los niños tampoco.
Hablé con Don Víctor en mi oficina poco después, y le di la misión de informar a Garpo, el rey Rommel, y al actual rey Éduard, sobre nuestro nacimiento como una nueva nación, y que estaban cordialmente invitados a la ceremonia.
Sin perder el tiempo, utilizó su magia de teletransportación para entregar mi mensaje, minimizando el tiempo de manera significativa.
La ceremonia sería en tres días a partir de hoy, por lo que debía de darme prisa en acabar hasta el último de los detalles antes de esa fecha.
Nuestro equipo de seguridad se encargó de esparcir la noticia sobre el evento que se avecinaba, donde todos quisieron hacer su parte para la celebración.
Se comenzó a decorar todo el lugar, no había una sola persona que no hiciera algo en este momento.
Desde los niños más pequeños, hasta los ancianos de mayor edad, todos hacían su parte, y algunos ya planificaban pequeños eventos o espectáculos para animar la ceremonia.
La comida también sería un problema del cual ocuparnos, ya que como en todo evento importante, las personas van a tener hambre, mucha hambre.
Oh, claro, y nuestros invitados especiales también vendrán, así que debemos tener algo de buena comida exclusivamente para ellos, por eso puse a mis armas pesadas gastronómicas al frente de la acción, Mónica y Lilia, con un gran número de voluntarios dispuestos a ayudar hasta el cansancio.
Necesitábamos un poco de ayuda extra para organizar a la población y evitar posibles conflictos, y aunque Don Víctor me ayuda enormemente en ello, nunca está demás tener un par de manos extras, por eso fue que le devolví su empleo a Juna de manera temporal. Ella tiene experiencia ayudando con esto, así que era la indicada para la labor.
Yuuki también tenía las manos ocupadas.
Al ser una ceremonia tan importante, se propuso a sí misma como candidata para hacer los vestuarios de todos, el de ella, las chicas, mi madre, el de Miri, y el mío.
Vaya que va a estar ocupada estos días, solo espero que no se sobreesfuerce, puede que su cuerpo ya no sea tan débil como antes, pero tampoco es bueno abusar.
Ella se está encargando de tomar las medidas de todos, y luego plasmarlos en varios bocetos para después hacerlos realidad, aunque ahora que lo pienso, esta sería la primera vez que Yuuki hace ropa para mí, por lo que me juré cuidar con mi vida lo que haga.
Nuestro ahora reforzado equipo de construcción también se puso manos a la obra, haciendo una edificación para eventos especiales como este.
Se tratará de una gran sala adecuada para todos nuestros visitantes, de modo que puedan sentirse a gusto, adaptándola de tal manera que Garpo pueda ingresar estando de pie, sin restarle comodidad a los de tamaño humano.
No estaba seguro de si Red vendría o no, casi podría apostar a que se negará, pero según Yuuki, es posible que Garpo lo obligue a asistir bajo la orden de "Si algo le importa a un miembro de la familia, debe importarle a toda la familia". Algo así.
El rey Rommel obviamente traerá a Light consigo, y este a su vez, quizás venga con Rena, pero no representaba ningún inconveniente, ya que tendremos varios asientos extras por si acaso.
Éduard también vendrá, y estoy casi seguro de que su hija Adelaida también, por lo que decidí preparar una mesa especial para los niños.
En mi caso, tendré como invitadas a mis futuras reinas Yuuki, Lilia y Juna, adicional a mi madre, por supuesto.
Se me ocurrió que aquella ceremonia sería el momento perfecto para anunciarles nuestro compromiso al resto del mundo, y realizar el anuncio sobre la adopción oficial de Miri como mi hija, y la futura primera princesa del reino.
Todo estaba quedando según lo planeado, hasta que un mensaje de Kágrel me hizo recordar que olvidé invitar a “cierta conocida”.
Me pidió que fuera hasta la entrada del bosque del sonido, donde me esperaba cierta criatura del tipo insecto, quien había solicitado una audiencia conmigo.
Aquella criatura no era otra que la emperatriz de las abejas gigantes, quien esperaba pacientemente por mi llegada.
—Hola, señorita emperatriz, ¿qué te trae por aquí? —pregunté, en un tono amistoso.
—Nada en particular —respondió, usando un salón telepático—. Me acabo de enterar a través de terceros, que estás próximo a levantar una nación.
"¡Aaahh! ¡Olvidé por completo invitarla a la ceremonia!”
“Bien, bien, tranquilo. Solo respira. Fingiré que aún no invito a los miembros importantes y le haré una invitación justo ahora, sí, es perfecto."
—Oh, eso —asentí, actuando despreocupado—. Estaba por invitar a los miembros importantes, y justo me preparaba para venir al bosque por ti.
—El líder de los ogros fue notificado tiempo atrás, y sus dominios se encuentran más alejados que los míos.
“Ugh…”
—Bueno, yo… Em… —acabé aceptando mi error, y solté un suspiro de resignación—. Muy bien, la verdad es que olvidé invitarte, lo siento.
—No me lo tomé personal. Por cierto, planeaba venir en uno de estos días para platicar de algo importante contigo.
—¿Conmigo? —pregunté, confundido—. ¿De qué se trata?
—Si lo piensas un poco, te darás cuenta que para la mayoría del mundo, mi cargo simplemente no existe. Se conocen a los reyes y reinas, príncipes y princesas, dioses y Pilares, alcaldes y nobles, incluso a los líderes de gremios y comerciantes, pero casi nadie ha oído de una emperatriz, y mucho menos de una emperatriz de las abejas gigantes.
—Bueno, aún no he visto ni la quinta parte de este mundo, así que no sabría qué decir al respecto —dije, rascando mi cabeza torpemente.
—Mis hijos me han informado de un extraño caso de evoluciones de raza producidas en masa, y todas las pruebas apuntan a que tú eres el responsable.
—Bueno, supongo que se podría decir que así es —afirmé, y pregunté—. ¿Eso es malo?
—Realmente no, pero muchas naciones humanas se alarmarían si supieran que diez mil monstruos evolucionaron de pronto.
"Si lo dice de esa forma, creo que puedo entender a lo que se refiere..."
—¿Viniste para advertirme que tenga cuidado? —pregunté.
—En parte, sí, pero eso no es lo único. Como estaba diciendo, mi cargo como emperatriz de las abejas gigantes es casi inexistente, y pensé que tal vez podrías ayudarme a ganarme un nombre haciendo una evolución de raza con todos mis hijos. Algo tan masivo como eso, seguramente llamará la atención de muchos.
—Sí, creo entender lo que pides —asentí de acuerdo, y agregué—. Pero no puedo garantizar que esa evolución ocurra. Puedo intentar el mismo método que usé con los goblins, pero no garantizo el éxito de esto.
—Acepto.
—¡Muy bien! —exclamé, antes de que me asaltara una duda—. ¿No quieres evolucionar tú también? Creo que eso sería bastante conveniente para tu reputación, además de la de tus hijos.
—Ya he llegado al cargo más alto conocido entre los míos, no puedo ascender más que esto.
—Bueno, si tú lo dices, está bien, pero al menos déjame intentarlo.
La emperatriz aceptó mi petición, y me permitió colocar mi palma sobre su cabeza, iniciando así el proceso del Pacto de Sangre.
Al principio no ocurrió ningún cambio en ella, pero a los pocos segundos, la zona bajo mi palma comenzó a brillar con baja intensidad, en un tono amarillo pálido.
Alejé mi mano como reacción ante aquel suceso, siendo testigo de como la pálida luz empezaba a esparcirse por toda la cabeza de la emperatriz, continuando con la totalidad de su cuerpo.
Al tratarse de algo relacionado con la luz, temí que pudiera repetirse lo que ocurrió con Nilo, pero no podía hacer nada para impedirlo.
Cuando el cuerpo de la emperatriz fue consumido por la luz, este comenzó a cambiar de forma de manera aleatoria, como si buscara una entre múltiples opciones a tomar.
No era consciente de lo que estaba apunto de ocurrir, hasta que la luz comenzó a desaparecer, como una bombilla quedándose sin energía, revelando a una criatura totalmente distinta.
El cuerpo de la emperatriz había tomado una forma humanoide, con la apariencia de una mujer esbelta, totalmente alejado de su forma habitual.
La mayoría de su cuerpo estaba compuesto por los colores blanco y amarillo; blanco en brazos y piernas, y amarillo principalmente en el torso, dando la ilusión de que está usando un traje de baño.
Sus manos y pies también eran humanos, lejos de lo que uno imaginaría al ver la evolución de un insecto.
Carecía de cabello, por sobre sus hombros yacía un extraño rombo blanco, hecho aparentemente de algodón, mientras que sobre su cabeza, se había formado alguna clase de casco con franjas negras y amarillas.
Parecía que estos eran todos sus cambios, hasta que ella intentó volar, extendiendo cuatro alas largas y delgadas, con un hermoso color arcoíris translucido desde su espalda, muy similares a los de una libélula.
Miró su nuevo cuerpo con asombro y curiosidad, mostrándose tan confundida como yo por lo sucedido.
Ahora ella poseía rasgos faciales humanos, por lo que sería capaz de articular palabras con su propia boca, en lugar de hablar por telepatía.
—¿Qué es esto…? —preguntó la emperatriz, mirando su nuevo cuerpo.
—Lo mismo quisiera saber yo… —respondí, mirándola también.
—Espera. Déjame probar algo.
Asentí ante su petición, y preferí dar un paso hacia atrás como precaución ante el peligro.
Entonces, la emperatriz extendió sus grandes alas, y comenzó a liberar su aura mágica en su totalidad, sin importarle el tamaño de esta.
Un aura dorada comenzó a fluir de su cuerpo, antes de estallar como una bomba, enviando una fuerte onda expansiva en todas las direcciones.
Los arboles más cercanos del bosque fueron arrancados del suelo, mientras que otros acabaron inclinados de una forma inusual.
Los animales también huyeron aterrados. Las aves volaron en cualquier dirección con tal de salvarse, y los animales de tierra huyeron lo más rápido que sus patas les permitían.
Ninguna criatura se mantuvo en su lugar.
Yo también fui afectado por su potente aura, teniendo que pisar fuerte y cubrirme con ambas manos para evitar salir volando.
Las continuas ráfagas de viento también eran un problema, sin mencionar toda la presión que caía sobre mi cuerpo, y el peligroso escalofrío que comenzaba a recorrer la totalidad de mi cuerpo.
Sentí la necesidad de huir, pero me mantuve firme, haciendo hasta lo imposible por mantener mis pies sobre el suelo.
—¡Es un aura mágica realmente impresionante…! —exclamé, riéndome con nerviosismo.
"¿Siempre tuvo tanto poder mágico? Literalmente se ha convertido en un monstruo… Me alegra saber que no somos enemigos…"
La emperatriz volvió a ocultar su aura, sintiendo repentinamente el movimiento de dos bultos en la zona frontal de su cuerpo.
Ella los examinó con cuidado, comparándolo con algo similar que tenían las mujeres humanas en el frente, volteando a verme con ligeros rastros de sospecha.
—¿Fue decisión tuya darme esta apariencia?
—¡Por supuesto que no! —respondí, negando con la cabeza—. Los goblins crecieron, es verdad, pero jamás fue mi intención que lo hicieran, los efectos producidos por mi Pacto de Sangre son completamente aleatorios, no está en mis decisiones el resultado, ¡lo juro!
—Descuida, no dudo de tu palabra, simplemente es una sorpresa —la emperatriz se detuvo un momento para pensar, expresando genuina preocupación—. Hmm…
—¿Sucede algo? —pregunté, al notar su incomodidad.
—¿Puedo… pedirle un favor?
"¿Por qué tanta formalidad de repente?"
—Claro, te escucho.
—¿Me permitiría ser uno de sus sirvientes, sin renunciar a mi cargo como emperatriz de las abejas gigantes?
—¡¿Mi sirviente?! —exclamé, totalmente sorprendido—. ¡Espera, espera, ¿dijiste uno de ellos?! ¡Yo no tengo ningún sirviente!
—Los más de diez mil goblins bajo su mando se dirigen hacia usted como "Amo", y casi toda la población humana como "Señor". Todo eso sin mencionar que entre sus seguidores más cercanos, se encuentran el portador actual de Pegasus, y un ex Pilar de los dioses. La decisión más sabía que puedo tomar en este momento, es volverme uno de sus sirvientes también.
—¿Qué…? Pero es que yo no…
—No tiene de qué preocuparse —afirmó, con un rostro tranquilo—. Mis hijos me han informado sobre su total desprecio hacia la esclavitud, pero tener sirvientes, no es lo mismo que tener esclavos. La diferencia se basa en los derechos, voz y voluntad de la que los esclavos carecen, pero los sirvientes disfrutan.
"Puede que haya sido algo ignorante de mi parte, pero por mucho tiempo pensé que esclavos y sirvientes eran lo mismo. Me alegra saber que me equivoqué."
—Estás bastante bien informada por lo que veo, pero aún tengo una duda. Dices que la opción más sabia es ser mi sirviente, pero ¿por qué no ser mi aliada y ser tratada como mi igual en lugar de servirme?
—La respuesta es simple —afirmó la emperatriz—. Este mundo se rige por la supervivencia de los más aptos y fuertes, y en mi caso, siendo inferior a usted tanto en poder mágico, como en fuerza y habilidades, no puedo ser tratada como su igual. No sería justo.
"¿De donde saca que mi poder mágico es superior al suyo?"
"Bueno… No tengo verdaderas razones para negarme, y si hacer esto la mantiene de mi lado en lugar de en mi contra, son motivos todavía mejores."
—Muy bien, aceptaré tu petición. Pero igualmente me gustaría que te presentes como una de mis invitados especiales el día de la ceremonia, recuerda que aún conservas tu título como emperatriz. Te estaré esperando ese día, y puedes traer unos invitados si así lo deseas.
—Así será, Mi Señor —afirmó la emperatriz, asintiendo con elegancia.
"Parece que se ha adaptado bastante rápido a ese cuerpo.”
“¿Por qué solo ella tuvo un cambio tan drástico? Llegué a considerar que crecería un poco, pero jamás que se volviera casi humana."
………
……
…
Regresé a Silon para continuar con los preparativos, y a modo de agilizar las cosas para todos, tuve que mover a mis ayudantes número uno.
Kágrel y Drímur seguirán a la cabeza de nuestro equipo de seguridad, pero les di nuevas órdenes que empezarían a cumplir a partir de ahora.
Drímur es bastante sigiloso, incluso Kágrel tiene problemas para rastrearlo según me contó él mismo, y en un espacio tan abierto como Silon, creo que su talento para camuflarse se desperdicia un poco.
No dudo de que la emperatriz y sus hijos puedan defenderse solos, pero igualmente decidí enviar a Drímur, y a los quinientos goblins que le corresponden, hacia una zona del bosque un poco más alejada.
Aún no he explorado la zona a la que los envié, así que además de vigilar, sería una buena oportunidad para ganar información que nos pueda ser crucial en situaciones futuras.
Pero no crean que los mandé tan lejos sin pensar en sus amigos o familias, al contrario, les di la habilidad de Movimiento Sombra para que puedan evacuar ante cualquier emergencia que se presente, y las habilidades de Análisis y Evaluar para que puedan obtener datos sobre lo que ocurra o encuentren en el transcurso de su labor.
La diferencia entre ambos ejércitos de goblins se vuelve cada vez más notoria.
Los que se encuentran bajo el mando directo de Kágrel, han aprendido increíbles habilidades de rastreo, agilidad felina como las del mismo Kágrel, y una ferocidad al momento de atacar, que solo podría ser descrito como "Bestial".
Mientras que los goblins bajo el mando de Drímur, se adaptaron a lo que es la vigilancia silenciosa, camuflaje a simple vista, evitar conflictos innecesarios, y las técnicas para inmovilizar o neutralizar en lugar de asesinar.
Prácticamente Drímur los preparaba para ser ninjas, y si llegamos a conseguirles armas ligeras a esos goblins, no me puedo imaginar lo peligrosos que serían.
Pero también consideremos lo que pasaría si les damos armas a los goblins de Kágrel, literalmente serían criaturas letales.
Por cierto, casi olvido mencionarlo.
Robu se encuentra justo en medio de ambos grupos, ya que él está aprendiendo las habilidades de ambas Bestias de Batalla, y por lo que me cuentan, su progreso es estable.
No es un prodigio en lo que hace, pero tampoco es lento para aprender, bueno, si él tiene la intención de superarse es libre de hacerlo, y yo no tengo problema en apoyarlo.
Con todos nosotros yendo de aquí para allá, mi madre se vio obligada a cuidar a Miri todo el día, y por como van las cosas, es posible que siga siendo así hasta el día de la ceremonia.
………
……
…
La noche de ese mismo día regresamos todos a casa, sabíamos que no íbamos a quedarnos ya que aún nos quedaban cosas por hacer, pero lo hicimos para darle las buenas noches a Miri, y que de esa forma no sienta una ausencia de su familia.
Una vez que se durmió, la dejamos al cuidado de mi madre, y regresamos a nuestro trabajo.
"Buenas noches, Miri. Papi va a trabajar duro para crear un lugar pacífico, uno en el puedas sonreír hasta el último de tus días.”
“Tú dedícate a vivir tu vida como creas mejor, y yo me aseguraré de que lo logres. Papi te ama, nunca lo olvides."
Luego de eso, tuvimos una muy larga noche de trabajo. Enserio, muy larga.
………
……
…
Muchas personas estuvieron despiertas toda la noche, incluyéndome, mientras que otras se despertaron temprano para volver a trabajar.
El tiempo seguía avanzando, y las personas seguíamos trabajando. Pero tuve que tomarme un descanso del mío para volver a casa, y probarme el nuevo traje que Yuuki hizo para mí.
Estamos dentro de nuestra habitación en este momento.
Hemos colocado una pequeña cortina para que pudiera cambiarme a gusto, mientras que mi madre, Yuuki y Miri, están del otro lado esperando a que salga.
Terminé de probarme el nuevo traje que hizo Yuuki, y salí para mostrárselos.
Consistía en una camisa blanca, un pantalón negro que no era muy ajustado ni holgado, y que me garantizaba una libre movilidad, acompañado de un cinturón azul y dorado que según Yuuki, lo consiguió gracias a Mónica en los pueblos comerciales de Vere.
También incluía una chaqueta larga de color negro, cuya base llegaba hasta mis rodillas decorada con unos bordes dorados, y mangas blancas.
Y como parte final de mi nuevo atuendo, también traía puestas unas pequeñas botas negras, que me hacían sentir tan ligero como si no las tuviera puestas.
Según me dijeron, estas botas las hizo Relt una vez que le dieron los materiales necesarios, y no le tomó más que unos cuantos segundos terminarlas.
"Se siente bastante cómodo, tal vez use este traje más seguido. En verdad luce bien en mí."
—Mm… —observó Yuuki, pensativa— Creo que me quedó bastante bien. ¿Tú qué opinas, Michael? ¿Hay algo que te incomode?
—La verdad, es todo lo contrario —respondí, mirando mi traje nuevo— Es más cómodo de lo que uno pensaría. Me da una gran libertad de movimiento, y estas botas me hacen sentir muy ligero.
—¡Te ves bien, papi! —comentó Miri, corriendo hacia mis brazos.
—Sí, así es —afirmó mi mamá—. Ese atuendo te sienta muy bien, hijo. Tienes un gran talento para la costura y el diseño, Yuuki, en verdad te felicito.
—Se lo agradezco —respondió Yuuki, con una gran sonrisa—. Ambas tienen razón, Michael se ve muy bien con ese atuendo. Es como si demostrara elegancia y autoridad a la vez, es fascinante…
—¿Estás hablando de mi hijo o el traje? —preguntó mi mamá, con una risa contenida.
—¡¿Eh…?! —Yuuki se sonrojó—. Bu-Bueno, de ambos, claro…
"Últimamente a mi mamá le gusta hacer ese tipo de bromas, sobre todo con Yuuki quien es la que reacciona más rápido."
—¿Y cómo van los trajes de ustedes? —pregunté.
—Ya estoy por terminar —respondió Yuuki—. Solo me faltan unos pequeños detalles y entonces estarán listos. Estoy haciendo lo mejor que puedo, aunque… *bostezo* es un poco agotador.
—Yuuki, creo que deberías dormir un poco —insistí—. Aún tenemos algo de tiempo, puedes tomarte un momento para descansar. Toma un baño relajante y luego acuéstate sobre la cama, estarás dormida en un instante y cuando despiertes, podrás terminar con tu trabajo sin problemas.
—Sí… Creo que haré eso… —dijo, con un rostro cansado.
—Hijo, ¿cómo piensas llamar a esta nueva nación que tratas de crear? —preguntó mi mamá, evidenciando su curiosidad.
—¿Hm? ¿Qué quieres decir? —pregunté, confundido—. Estamos en Silon, así que pensé que esta nación llevaría el mismo nombre. ¿No se puede?
—Por supuesto que no —respondió mi madre, notoriamente disgustada—. No puedes hacer que un pueblo se convierta en una nación sin cambiar el nombre, eso no es muy divertido.
"¿Así que todo este drama es por diversión?"
—Bien, bien, pensaré en un nombre —me tomé unos segundos para pensar en algunas opciones, pero nada bueno sucedió—. Hmm… soy malo poniendo nombres.
—No hace falta que me lo digas —suspiró mi mamá, con evidente decepción—. Recuerdo que una vez te compramos un balón azul y lo llamaste "Bola Roja", pero nunca supimos el porqué.
"No hacía falta recordarme eso…"
Miri se fue a un costado para jugar, mientras que mi madre y yo pensábamos en un buen nombre para mi nueva nación, proponiendo y rechazando un nombre tras otro, sin llegar a ningún punto claro.
Entonces, Miri comenzó a tararear una canción, sacada completamente de su imaginación de infante, guiada únicamente por su volátil imaginación.
—Soooy Miri Tooori… Soooy Miri Tooori… Teeengo a mi papiii y mis tres maaamis… Quieeero… ser tu amiiiga… Quieeero… ser tu amiiiga…
"Por alguna razón… escucharla cantar con esa voz tan dulce, me provocan ganas de sonreír. Dudo que algún día me canse de escucharla."
—Toooriii laaan… Toooriii leeen… Toooriii puedes seeer tu tambieeen… Toooriii laaan… Toooriii leeen… Toooriii puedes seeer tu tambieeen… Toooriii laaan… Toooriii leeen…
—¿Por qué repite el apellido “Tori” tantas veces? —pregunté en voz baja.
—Miri me preguntó de qué se trataba la ceremonia que ibas a hacer —respondió mi madre, también en voz baja—, y yo le respondí de la manera más sencilla posible, incluida la parte en la que ella será presentada ante todos como parte de la familia, y podrá ser llamada Miri Tori.
—¿Solo por eso? —pregunté.
—Los semihumanos, al igual que los monstruos, no usan apellidos para identificarse —explicó mi madre, con una pequeña sonrisa—. Supongo que saber que recibirá uno, la hizo sentir más querida por nosotros, su familia.
—Es una niña bastante dulce… —comentó Yuuki.
"Sí… Ella es la niña más dulce y tierna que jamás he visto. Ella es Miri Tori. Mi hija."
—Pero muy pronto, ella no será la única en recibir ese apellido, ¿no es así? —preguntó mi madre, mirando a Yuuki.
Yuuki se sonrojó y desvió la mirada por la vergüenza que sentía.
Según entendí, en este mundo también existe la costumbre de que la familia tome el apellido del padre como el principal.
No es algo obligatorio, pero la mayoría lo hace por costumbre.
Ajena a ello, Miri seguía tarareando su canción, cuya letra se iba grabando en mi cabeza de manera inconsciente.
Repetí la melodía… Repetí la letra… y antes de saberlo, me hallaba tarareando la canción.
En eso, una gran idea llegó a mi mente, casi como el nacimiento de una estrella junto a todo su esplendor.
—¡Ya tengo un nombre! —exclamé, totalmente emocionado—. Mi nueva nación, el lugar en el que todas las razas podrán vivir como iguales, donde esta prohibida la esclavitud, la discriminación y los abusos, será… ¡La Nación Neutral de Tórilen!
—¿Tóri… len…? —preguntaron mi madre y Yuuki, claramente confundidas.
—¡Oh, creo que ya lo entiendo! —afirmó mi madre, dando un aplauso—. Tori-len, usaste la canción de Miri para nombrarla.
—Así es. Los niños son muy creativos, así que decidí aprovechar eso. Además, —susurré a ambas—. creo que será una historia muy divertida de contar cuando ella crezca, jejeje.
Y fue así como logramos encontrar un nombre para nuestra nación.
Es increíble lo que una canción infantil puede lograr.
………
……
…
Nuestro trabajo continuó sin pausa hasta que el día elegido llegó. Y, ¿cómo lo celebramos? Durmiendo plácidamente la noche anterior para estar recargados por la mañana.
Todos nos despertamos a la vez con una enorme sonrisa, nos levantamos, desayunamos juntos como una familia, y luego cada uno se alistó por su cuenta.
En mi caso, decidí tomar un baño y salir a la calle con el traje nuevo que Yuuki hizo para mí.
Sé que algunos piensan que no debería correr el riesgo de ensuciarlo hasta llegada la hora de la ceremonia, pero me gustaba tanto que decidí usarlo desde el comienzo del día, sobre todo en esta fecha tan especial.
Todos me miraban asombrados cuando me veían pasar, lo que me hizo pensar que tal Yuuki tenía razón, y usar este traje demostraba elegancia y autoridad a cualquiera que me vea usarlo.
En la mitad de mi caminata, fui intervenido por Don Víctor, quien me felicitó sinceramente por esta gran fecha.
—Es un gran honor poder acompañarlo en un momento tan importante como este. Debe de estar emocionado. En unas cuantas horas deberían de llegar sus invitados, aunque en el caso del rey Marson, tendré que ir personalmente a recogerlos, no olvide que ellos nunca han venido a nuestras tierras.
—Oh, ahora que lo mencionas, creo que tienes razón —asentí de acuerdo—. Está bien, puedes ir sin problemas, pero trata de no hacerlos esperar.
—Así será. Por cierto, joven Michael, debo decir que ese atuendo lo hace ver muy distinguido. Lo diseñó la señorita Yuuki, ¿correcto?
—Sí, así es —afirmé orgulloso—, y debo admitir que superó mis expectativas.
—Ya lo creo. Muy bien, será mejor que pase a retirarme, que tenga buen día, joven Michael.
Nos despedimos, y continué mi caminata, encontrando y saludando a todos por igual, mientras recibía felicitaciones y palabras de ánimo de parte de todos.
………
……
…
Nuestros invitados llegaron unas horas después tal y como estaba planeado, y como buen anfitrión, los recibí personalmente
El rey Rommel fue el primero en llegar, y como se esperaba, trajo a su hijo Light consigo, acompañados por Rena, su hermana Iris, y un equipo de guardias formado por veinte caballeros perfectamente armados.
Todos esos caballeros traían una armadura diferente de lo habitual, sin mencionar las distintas medallas de honor que traían colgadas a un lado de su pecho.
Caballeros de élite bajo el mando directo del rey, obviamente.
Tanto Light como su padre traían el mismo traje blanco con bordes y diseños dorados, con la diferencia de que el rey traía una capa de color gris que llegaba hasta sus tobillos. Algo bastante elegante, y además, se les veía bastante bien.
En el caso de Rena e Iris, ambas llevaban puesto un atuendo, o uniforme, que las hacía ver como un par de brujas, con la excepción de que estas no tratarán de comerse a un niño.
Junto a mí estaban Érick, Sofía y Mónica, los cuatro vinimos para recibir a nuestros invitados. Don Víctor también debería de estar aquí, pero él se fue a recoger al rey Éduard.
—Que gusto volver a verlos —comencé—. Parece que fueron los primeros en llegar, espero que el viaje no haya sido complicado.
—También es un placer para nosotros el haber sido invitados a esta ceremonia —afirmó el rey Rommel, dejando en claro sus refinados modales—. Sobre el viaje, fue de hecho agradable, ya que empleamos Cristales de viaje para ahorrar tiempo.
Los demás también se saludaron entre ellos, aunque en el caso de Rena y Sofía, ellas se dieron un saludo bastante amistoso. Supongo que se hicieron amigas desde la última vez que estuvieron aquí.
Iris también dio un saludo amistoso a todos, pero se distraía rápidamente, mirando con cautela los alrededores como si buscara a alguien en específico.
Light y yo preferimos dejar de lado las formalidades, y nos dimos un fuerte apretón de manos como los amigos con historia que somos.
Al ver esto, el rey Rommel suspiro acompañado de una pequeña sonrisa como si pensara "Estos dos no tienen remedio".
En ello, Don Víctor apareció caminando hacia nosotros, guiando al actual rey Éduard, y a la nueva princesa Adelaida del reino de Kala.
Estos también venían acompañados por un grupo de caballeros de élite. Supongo que es por seguridad.
Éduard llevaba una armadura plateada resplandeciente, que para ser sincero lo hacía ver como todo un héroe de guerra.
De seguro fue por su tiempo como parte del ejército kalano, las costumbres no se sueltan tan fácilmente. Eso sin mencionar la ostentosa capa de color blanco que traía.
"¿Es un requisito que los líderes llevemos capa? ¿Debí ponerme una? No, qué idea más infantil. Aunque debo decir que a ellos se les ve muy bien, casi estoy celoso por eso."
Adelaida llevaba un vestido azul bastante elegante, acompañado de una pequeña tiara de plata, literalmente parecía una princesita de cuento.
En el momento en que llegaron a nuestra ubicación, Don Víctor decidió iniciar con las debidas presentaciones.
—Permítanme presentarles al gobernante de la renacida nación de Kala, el rey Éduard Marson, y a su primogénita, la princesa Adelaida.
Nos saludamos cordialmente entre nosotros, aunque Adelaida no dejaba de lanzarme miradas furiosas.
"¿Acaso le hice algo?"
El rey Rommel le lanzaba miradas de sospecha a Éduard, pero a este parecía no importarle en absoluto, y yo tampoco tuve la intención de sacar el tema.
Luego de eso, Don Víctor nos hizo una señal para llevar nuestra atención hacia el bosque, donde dos grupos de siluetas oscuras se movían entre los árboles.
Uno de los grupos era liderado por un ser bastante grande, quién dejaba escuchar sus pesados pasos, mientras que el otro, era dirigido por una criatura mas pequeña, avanzando con extrema coordinación.
Pero no fue hasta que ambos grupos salieron de la protección de los arboles, cuando fuimos capaces de reconocer sus identidades.
El de los pasos pesados no era otro que Garpo, quien venía acompañado de Red y un grupo de diez ogros, todos ellos con cicatrices o marcas de batallas pasadas, provocando que su mera presencia resultara intimidante para todos.
"Genial, él también trajo a sus élites."
Los que marchaban de manera ordenada, eran la emperatriz con su nueva apariencia humanoide, seguida directamente por un grupo de veinte caballeros perfectamente armados con unas armaduras ostentosas de color blanco y amarillo.
De hecho, esas armaduras se veían más pesadas de lo que un humano normal podría cargar, ¿como hacen para moverse tan libremente con esas cosas?
"¿Ella tenía caballeros humanos entre sus filas? Pensé que todos en su panal eran abejas gigantes como ella. ¿Serán nuevos?"
En cuanto notaron nuestra presencia, Garpo y sus acompañantes corrieron hacia nosotros como una gran turba, poniendo en guardia a todos los caballeros de élite de Kala y Nerulia, pero fueron inmediatamente detenidos por sus respectivos líderes.
Estos notaron que Garpo y yo teniamos cierta cercanía, puesto que ninguno parecía hostil hacia el otro.
—¡Hola, yerno! —saludó Garpo, alzando la voz como siempre—. ¡Soy yo, tu gran suegro, aquí estoy, mira!
"Sí, sé que estás aquí, con tu tamaño es difícil no verte."
—¿Yerno…? —preguntó el rey Rommel, bastante confundido.
La confusión del rey Rommel era entendible, incluso sus guardias se mostraron perdidos en la conversación, y tuvo que ser Light quien les explicara el contexto de nuestra peculiar relación.
—Padre, permíteme explicarte. Cuando fuimos al campamento de los ogros, el buen Michael se comprometió con la hija del jefe, una señorita de nombre Yuuki, si mi memoria no me falla.
—Ya veo —asintió el rey Rommel, rascando su barbilla—. Entonces, la reina de esta nueva nación será aquella jovencita.
—De hecho, esa es una verdad incompleta —intervino Don Víctor, corrigiendo al rey—. La señorita Yuuki es solo una, de las tres prometidas del joven Michael. Las otras dos, son la señorita Lilia, una panadera del próximamente desaparecido pueblo de Silon, y la señorita Juna Erden, miembro de la nobleza del reino de Kala.
—Hmm… Entiendo, no es algo fuera de lo normal. En muchas naciones del mundo se presenta la poligamia. Sabiendo eso, permítame felicitarlo por sus compromisos, rey Michael.
—Se lo agradezco —respondí, un poco apenado.
La emperatriz llegó a nuestra ubicación unos segundos después, procediendo a realizar una leve reverencia ante mí, a la par que los caballeros que la acompañaban se apoyaron sobre una rodilla, como una señal de su absoluto respeto.
—Es un verdadero placer volver a verlo, Mi Señor —expresó la emperatriz, con una encantadora sonrisa—. También es un honor conocerlos, gobernantes de Kala y Nerulia.
Sus pesados caballeros se volvieron a poner de pie con total facilidad, mientras que todos los presentes posaban una mirada de confusión tanto en la emperatriz, como en sus seguidores.
Al ver que podría estallar otro malentendido, decidí intervenir para explicar las cosas.
—¡Ejem! —aclaré mi garganta con fuerza, llamando la atención de todos—. Aunque su apariencia no lo demuestra, ella es la emperatriz de las abejas gigantes. Lo que sucedió es que sufrió una evolución de raza, de ahí su aspecto tan distinto de lo habitual.
—¡¿Una emperatriz?! —exclamaron la mayoría de nuestros invitados, excepto los ogros.
Los caballeros de Kala y Nerulia se arrodillaron casi de inmediato, mientras que sus gobernantes se veían realmente preocupados, como si trataran de cuidar cada uno de sus movimientos y palabras, al no querer ofender a aquella persona.
"¿Es tan impresionante que ella sea una emperatriz?"
—Michael… —preguntó Light, mirando a la emperatriz—. Ella te llamó "Mi Señor"... ¿Podrías explicarnos lo que sucede…?
No tuve problemas en explicar los motivos, pero justo cuando abrí la boca para hablar, la emperatriz se me adelantó.
—Es muy simple, príncipe Light. Yo, pese a ser una emperatriz, también soy una de los sirvientes del Señor Michael, aquí presente. Y estos que me acompañan, son mis hijos, los cuales sufrieron una evolución de raza en cadena cuando Mi Señor me hizo evolucionar a mí.
"Wao, ¿esos eran sus hijos? ¿Por qué evolucionaron también? Todo este asunto de la evolución de raza se vuelve cada vez más complicado…"
—¡¡¿Aaaahhhh?!! —exclamaron todos ante esta revelación.
"Será mejor hacer un breve resumen de todo esto."
—Antes de que comiencen las preguntas —hablé, alzando ligeramente la voz—, voy a informar algo. Yo poseo una habilidad única que me permite otorgar poder a otros seres vivos y viceversa, las evoluciones de raza son solo un efecto secundario al utilizarla.
—En todos mis años de vida, jamás había escuchado de una habilidad única capaz de hacer algo como eso —afirmó Éduard—. Pero eso no explica cómo es que tienes a una emperatriz como tu subordinada.
—Esa es una larga historia —respondí—, pero no creo que este sea el lugar para contarla. Síganme, vayamos a un lugar más tranquilo.
Con ayuda de Don Víctor, guiamos a nuestros invitados hasta el edificio que adaptamos para todos. Allí nos esperaban algunas personas más, entre invitados y personal de servicio.
Durante el camino, nuestros invitados se maravillaron al ver a toda una población haciendo uso de distintas habilidades, como niños jugando usando Salto Aéreo, y algunos goblins que aparecen y desaparecen utilizando Movimiento Sombra, entre muchos otros.
Don Víctor les explicó que esto también es una de las cosas que hace mi habilidad única, lo que los dejó boquiabiertos en un instante.
Nuestras edificaciones también les llamaron la atención, y cuando preguntaron por nuestro maestro ingeniero, les respondí que la mayoría fue ideado por un guardián creado a través de la magia, llamado Relt.
Pero fui yo quien se sorprendió cuando me dijeron que un guardián creado con magia no tiene conciencia propia, ya que están hechos exclusivamente para seguir las órdenes de su creador.
Eso comentario me pareció extraño, pero supuse que solo se trataba de un caso peculiar, por lo que no le presté demasiada atención.
………
……
…
Cuando finalmente llegamos, todos los guardias humanos, ogros y abejas gigantes se quedaron afuera, mientras que todos los demás ingresamos al lugar.
El edificio era de apenas un piso, pero con un techo bastante alto, permitiendo la libertad de movimiento para individuos como Garpo y Halcón.
Los asientos también habían sido preparados de manera específica, siendo la mayoría de tamaño estándar, para los de tamaño humano, y unos cuantos de un tamaño superior, para los “grandes gobernantes”.
El lugar estaba perfectamente iluminado, con un color amarillo pálido, y otros cristales que otorgaban una luz blanca bastante sutil, generando un contraste de colores muy agradable para la vista.
En el interior de la sala ya me esperaban los miembros de mi familia, vistiendo los trajes que Yuuki había hecho para ellas.
Miri estaba vestida como una pequeña princesita al igual que Adelaida, y por alguna extraña razón, sus vestidos también eran bastante similares.
El destino, ¿quizás?
Mi madre lucía un vestido elegante de color rosa coral, con un diseño de patrones circulares color plateado a lo largo de su falda.
"Ahora que lo pienso, creo que esta es la primera vez que veo a mi madre usar un vestido. Ella es mas de ropa ligera y casual.”
Las chicas habían decidido llevar el mismo estilo de vestido pero de distintos colores.
Aquel era uno bastante elegante, un poco ajustado a la vista, con mangas largas, y una falda larga pero ligera cubierta por una tela casi traslúcida del mismo color de sus respectivos vestidos.
En mi mundo habían vestidos como esos, pero únicamente lo usaban las novias o las princesas de los cuentos, jamás lo había visto en persona, pero tuve que admitir que se veían realmente bien.
Con respecto a los colores, el orden era el siguiente: el vestido de Juna era azul marino como sus ojos, el de Yuuki era un amarillo pálido como su flor favorita, y el de Lilia era un rojo carmesí, que demostraba autoridad y belleza.
Don Víctor se encargó de realizar las debidas presentaciones, y luego de un saludo cordial, todos procedimos a sentarnos a la mesa.
Miri y Adelaida se sentaron en una mesa aparte de menor tamaño, perfecta par que pudieran platicar como las buenas amigas que son.
Mientras que en la mesa de los adultos, cada quien tomo sus asientos correspondientes.
Lilia, Yuuki y Juna se sentaron a mi izquierda, en ese orden, mientras que mi madre tomó asiento a mi lado derecho.
Luego procedieron a sentarse el rey Éduard, seguido por el rey Rommel, quienes no dejaban de lanzarse miradas de reojo, como trataran de investigar al otro.
Al lado de ellos tomó asiento el príncipe Light, acompañado por Rena, quienes se veían maravillados con el gran salón.
Siguiendo a la pareja tomaron asiento Iris, quien lucía extrañamente satisfecha, y Red, quien se notaba tremendamente disgustado.
Y por último, se hallaban Garpo y la emperatriz, quienes parecían estar teniendo una agradable plática entre amigos.
Pero justo cuando planeábamos iniciar con nuestra reunión, una persona tomó la palabra.
—Antes de comenzar con esto, me gustaría hacer un par de preguntas —informó el rey Rommel.
—Adelante, siéntase libre de preguntar lo que guste —respondí.
—Bien. Aunque soy testigo de lo que usted ha hecho por nosotros, y los reportes presentados por mi hijo Light, diciendo maravillas sobre usted y sus subordinados, me gustaría saber a qué dirección planea llevar esta nación. Mi pregunta se basa en el hecho de que no solo tiene humanos en sus tierras, sino también a goblins, ogros, y abejas gigantes. ¿Podría responder a eso?
"Es un tipo bastante perspicaz. Pero bueno, tampoco es que me haya esforzado en ocultar mis intenciones."
—Desde un principio —respondí—, mi plan ha sido crear una nación neutral en la que puedan vivir todas las razas por igual, ninguna por encima o por debajo de otra. Pero también la usaré en un intento para combatir la esclavitud, esa acción es algo que aborrezco totalmente, y aunque sé que hay naciones en las que esta prohibida, hay muchas otras en las que está permitido su compra y venta. Voy a tratar de erradicar eso de este mundo.
—Esas son declaraciones bastante fuertes viniendo de alguien tan joven —comentó el rey Rommel, entrecerrando los ojos—. Solo con tener la idea de hacerlo, ya se les consideraría enemigos de varias naciones.
—Estoy preparado para las consecuencias —respondí con tranquilidad—, sobre todo si tengo la certeza de que estoy haciendo lo correcto.
—Tenía la intención de hacer más preguntas, pero creo que ya no serán necesarias —afirmó, con una sonrisa serena—. Te otorgo mi total reconocimiento. Tienes todo el respaldo de Nerulia para proseguir con la formación de tu nación.
Las chicas sonrieron encantadas al escuchar las palabras del rey Rommel, acción que se repitió en mi madre, Light, y Rena.
Yo ya era consciente de que recibiría respuestas aprobatorias, pero aun así me sentí aliviado al escucharlo.
De ese modo, los otros gobernantes decidieron seguir el ejemplo del rey de Nerulia, y expresaron su posición ante mis intenciones.
—En mi caso, te otorgo el respaldo de Kala —comentó el rey Éduard—. No tuve motivos para negarme desde un principio, además, si fueron capaces de hacerle frente a una nación completa, es otro motivo para considerarlos como una. Disculpen que lo asemeje todo a asuntos militares, pero es a lo que estoy acostumbrado.
—Puede que este no sea el momento adecuado para sacar el tema —intervino el rey Rommel, nuevamente—, pero, rey Éduard, estoy seguro de que es consciente de los daños provocados a mi nación. Quisiera aprovechar que estamos frente a frente para solicitar una audiencia con usted para hablar de unas reparaciones de guerra. Nada exagerado, le doy mi palabra, únicamente exigiremos lo justo.
—Sí, tiene razón —afirmó Éduard, asintiendo con resignación—. Si queremos enmendar los errores del pasado, esta sería una buena forma de comenzar. Acepto reunirme con usted en la fecha más pronta posible.
Ambos líderes asintieron, para luego regresar su atención a la reunión.
—Yo aun no establezco mi propia nación, pero también estoy próximo a hacerlo —afirmó Garpo, cruzando los brazos—. Pese a esto, también te otorgo mi reconocimiento. Buena suerte, yerno.
"Tan familiar como siempre."
—No es necesario que lo diga, pero yo también le otorgo mi reconocimiento a Mi Señor —comentó la emperatriz, con una sonrisa encantadora.
Lejos de todo el asunto de la reunión, la emperatriz era la única que no se había vestido para ocasión, llevando puesto únicamente lo que traía al momento de evolucionar.
Además, resulta que el torso amarillo que se le formó, no era parte de su piel, sino alguna clase de tela extraña que servía para cubrir su cuerpo, dando la apariencia de que utilizaba un traje de baño de una pieza.
Aquello atrajo varias miradas entre los pobladores, a la vez de los guardias de las distintas naciones, quienes a veces se tropezaban al caminar por estar viendo a la emperatriz.
Al haber sido un insecto, la ropa no era algo que los suyos acostumbran usar, por lo que fue algo bueno que se le formara ese cobertor amarillo, de lo contrario, ella sería capaz de andar desnuda por el mundo, causando todo tipo de desastres.
Se veía un poco fuera de lugar junto a nosotros, pero nadie dijo nada por respeto a su persona. Atribuyendo todo a que “quizás no conozca las costumbres humanas”.
Nuestras conversaciones duraron un tiempo más, aprovechando esta extraña oportunidad para conocernos mejor, y fortalecer los lazos entre nosotros.
Los únicos que no participaron fueron nuestras pequeñas princesas, quienes jugaban aparte, y el dúo de Iris y Red, quienes parecían competir por saber quien pierde la paciencia primero.
De esa forma, y habiendo pasado el tiempo, Don Víctor se acercó finalmente a la mesa, y se dispuso a hablar.
—Habiendo llegado todos a un acuerdo, y evidenciando que ya no quedan temas que discutir, damos por terminada esta reunión entre líderes. Ahora, es momento de que el joven Michael salga, y le de las buenas noticias a nuestra querida población.
"Supongo que tiene razón. Mi momento ha llegado."
………
……
…
En el exterior, nuestro equipo de construcción había mejorado el pequeño estrado que teníamos, convirtiéndolo en un escenario perfectamente iluminado.
Pero esa no era la única mejora.
Le conté a Relt sobre mi problema para que mi voz llegara a todos por igual, y luego de pensarlo un poco, se le ocurrió una maravillosa idea que vuelve a involucrar la “magia de runas”.
Esta vez utilizamos algunos Cristales sonoros traídos directamente de su cueva en el bosque Hiedra.
Lo que hizo fue, colocarles unas "runas inversas" como las llamó él, para que de esa forma, en lugar de restringir el sonido, lo expulsaran.
Luego de eso, aplicó runas de control en los mismos Cristales sonoros, dejándome a mí el emisor, mientras que los cristales con los receptores eran colocados en zonas estratégicas por todo Silon.
De esa forma, y sin que Relt se diera cuenta, inventamos un sistema de sonido con micrófono y altavoces.
Pensé drásticamente sobre conseguir un libro sobre la magia de runas, ya que eso me daría toda clase de nuevas ideas para usarlas, pero opté por dejar ese tema de lado para centrarme en otros temas.
Principalmente, en mi primer mensaje a esta nueva nación.
Subí al nuevo escenario, tomando el punto central donde yacía un pedestal con el cristal emisor, y tomé un poco de aire antes de abrir la boca.
"¿Les gustará el nombre que elegí? No tengo que mencionar de dónde lo saqué, pero se trata de una decisión importante, por lo que me da algo de miedo cometer un error.”
“Aunque… no sé si estoy más asustado o emocionado por esto.”
“He trabajado muy duro para esto, todos lo hicimos, y no agacharé la cabeza teniendo la meta frente a mis ojos.”
“Es hora de avanzar. Es momento de dar mi salto hacia el mundo.”
—Querida gente de Silon, hemos conseguido lo que muchos considerarían imposible. Levantarnos todos juntos desde lo más bajo, hasta llegar a la cima del mundo. Y todo, en solo un año de trabajo.
La población entera escuchaba mis palabras, totalmente en silencio y aguardando a que llegase el momento mas esperado de todos.
—Hemos mejorado nuestros estilos de vida en todos los ámbitos, como la educación, salud, seguridad, infraestructura, y demás, sentando así las bases para un futuro en el que nuestros hijos puedan crecer grandes y fuertes, sin temor a cualquier desgracia por la falta de posibilidades.
“Lo estoy haciendo bien, tengo que continuar.”
—Hoy, nos acompañan los gobernantes de Kala y Nerulia, seguidos por la emperatriz de las abejas gigantes, y el futuro gobernante de un reino de ogros. Todos ellos han decidido darnos su apoyo, y están dispuestos a reconocernos como un igual, dándonos la oportunidad de ascender.
“Es el momento…”
—De esa forma, es un placer para mí presentarles el nacimiento de esta gran nación, la nación neutral de Tórilen, el primer lugar del mundo donde todas las razas son bienvenidas, sin importar su edad, religión, o condición social, dando paso al pueblo de Silon, como su capital.
Los vítores comenzaron de manera inmediata, dando paso a las celebraciones, y a toda clase de espectáculos que la población había preparado para esta fecha.
El nuevo escenario en el que me encontraba, no se hallaba adherido al suelo, sino sobre el. Decidimos hacerlo de esta forma ya que ocupaba demasiado espacio, y podíamos retirarlo con facilidad usando un Cristal espacial, sin el riesgo de dañarlo.
Un grupo de personas corrieron hasta Relt, el cual sin objeción alguna, expulsó de su cuerpo una variedad de instrumentos musicales, tales como guitarras clásicas, flautas, tambores, y alguna clase de xilófono fabricado con lo que podría considerarse bambú.
Aquel grupo de personas comenzaron a tocar, y la gente a su alrededor, tanto goblins como humanos, se dejaron llevar en un baile masivo alrededor de aquel grupo.
Incluso los ogros se unieron al festejo, sobre todo cuando vieron a Garpo unirse a la fiesta con los demás en cuanto empezó la música.
Las pequeñas Adelaida y Miri estaban un poco nerviosas al principio, pero luego de ver a Garpo haciendo el ridículo creyendo que era un experto bailarín, decidieron unirse también.
El rey Rommel junto a Éduard decidieron quedarse en el salón de nuestra reunión, disfrutando de una botella de alcohol que Don Víctor consiguió para la ocasión.
Aquellos me invitaron a beber junto a ellos para festejar, pero tuve que rechazar su amable oferta, principalmente porque nunca había bebido alcohol antes, y no quería arriesgarme a quedar ebrio y armar un escándalo.
Cuando aún seguía en mi mundo, llegué a encontrar en internet muchos videos sobre bebedores primerizos, y la increíble cantidad de tonterías que hicieron, llegando a arruinar sus vidas, y no pensaba ingresar a ese grupo.
Light y Rena también se unieron al baile, al igual que la nueva pareja de Érick y Sofía, quienes aprovecharon el momento para crear nuevos recuerdos felices.
Al mismo tiempo, Iris trató de invitar a Red a bailar, pero este se negó rotundamente y se fue de la escena, o al menos lo intentó, hasta que Iris le lanzó un hechizo paralizante y lo obligó a moverse hacia la pista de baile, mientras que este se negaba a gritos.
Fue bastante extraño, pero no les presté demasiada atención.
Muchos invitaron a Mónica y a mi madre a bailar, pero estas los acabaron rechazando a todos. A esas dos les gusta bailar solas o con amigos, mas no con pareja.
Nilo quiso invitar a Alia, pero se acobardó, hasta que Alia no pudo contenerse más y acabó siendo ella quien lo invitaba a él.
Al final este aceptó, pero se volvió a acobardar cuando se dio cuenta que tenía que bailar frente a todos, y salió huyendo con Alia tras de él.
Algunos otros realizaron espectáculos de canto, aunque no todos eran muy buenos… pero igualmente nos divertimos escuchándolos, por lo que decidimos crear un pequeño karaoke, algo que lamentablemente, mi suegro Garpo se atrevió a probar.
Mis oídos aún retumban…
También hubo algunos espectáculos de magia, realizados por el mismo Don Víctor, y algunos otros shows de ilusiones de parte de nuestra querida emperatriz.
Todos se estaban divirtiendo a mas no poder, no había ni una sola persona que no estuviera disfrutando del momento, lo que fue una vista realmente gratificante.
Mientras disfrutaba de toda la alegría de mi gente, las chicas aparecieron tras de mí, pidiéndome que las siguiera.
Fue un poco extraña su petición tan repentina, pero decidí colocar a todas las personas y la celebración en un segundo lugar, y las seguí.
Las acompañé hasta nuestra casa, donde ellas me pidieron que subiéramos todos al techo, algo que me pareció raro al principio, pero opté por seguirles el juego.
Las subí a todas usando Muro de Aire, y procedimos a sentarnos; yo en el centro, Juna a mi izquierda, Lilia a mi derecha, y Yuuki al frente sentada en medio de mis piernas.
Ellas no hicieron nada más que eso, simplemente se quedaron ahí, conmigo, sin pedir ni decir nada, solo esperar viendo hacia el horizonte.
………
……
…
Nos quedamos sentados el resto del día, hasta que finalmente comenzó a atardecer, trayendo la oscuridad en el cielo muy lentamente.
Pero fue justo ahí, cuando unas luces salieron disparadas hacia el cielo desde las afueras de Silon, elevándose por varios metros antes de explotar, desatando un espectáculo de hermosas luces y colores.
Aquel evento se repitió varias veces, uno después de otro, acabando en un show sin precedentes. El primer espectáculo de fuegos artificiales de este mundo.
—Mónica dijo que sería un espectáculo muy lindo de ver —comentó Yuuki, con una radiante sonrisa.
"Así que esto lo planeó ella. Bien hecho, Mónica, este show es la manera perfecta de terminar esta gran noche.”
—¿Qué se siente ser un rey? —preguntó Lilia, viéndome a los ojos con cariño.
—La verdad —respondí—, no muy diferente a lo usual. Sé que ahora las cosas serán distintas, posiblemente más complicadas, pero estoy preparado para lo que venga. Fue mi decisión hacer todo esto, y debo de asumir las consecuencias y beneficios que aquello traiga consigo.
—Bueno… si algún día sientes que es muy difícil, siempre puedes hablar con nosotras —afirmo Juna, abrazando mi brazo con ternura.
Lilia hizo lo mismo, y Yuuki se recostó sobre mi pecho, a lo que yo reaccioné con una pequeña risa.
—Claro, sé que siempre podré contar con ustedes, las reinas más bellas de este y todos los mundos. Bueno, al menos eso pienso yo.
Las tres me miraron con cariño, acercándose aún mas a mi, culminando en un gran abrazo familiar.
—Las quiero, chicas. Gracias por estar siempre conmigo.