Hope Dragon: De niño a leyenda Vol.5

Capítulo 9: Engañando a los mentirosos

Los máximos representantes del gremio de mercaderes habían venido a hacerme una propuesta de negocios. 

Obviamente, "los negocios" no son algo que yo maneje muy bien. 

Nunca pude regatear el precio de un juego con el dueño de la tienda, y solo me amenazó con subir el precio si no desistía con mi pedido; y cada vez que intentaba negociar algún trato con mis padres, acababa dando más de lo que planeaba ofrecer, y no obtenía nada a cambio. 

Así de malo soy. 

Pero esta vez decidí tener algo de apoyo de mi lado, por eso le pedí su apoyo a Don Víctor, el cual siempre presume de su vasto conocimiento, para evitar que me hunda. 

Estamos en la sala de reuniones ubicada en el segundo piso de la alcaldía. 

Al principio pensé en ir a mi oficina, pero luego de fijarme en el número de personas tuve que cambiar de lugar. 

La mesa de esta sala era demasiado grande para nosotros, por esa razón decidí tomar asiento a uno de los extremos, mientras que los mercaderes se sentaban a ambos lados, con dos asientos de distancia entre nosotros. 

Don Víctor decidió quedarse de pie a mi lado, preparado para intervenir cuando lo crea necesario. 

"Estoy seguro de que soy un asco en las negociaciones, pero al menos trataré de verme como un experto. En este momento soy un rey, no puedo mostrarme débil frente a personas tan influyentes como Saulo." 

—Espero que no les moleste la presencia de mi asistente. 

—Para nada —respondió Saulo con cortesía—. Creo que podemos comen- 

—Disculpa que te interrumpa, Saulo —intervino el mercader sentado frente a él—. Antes de que hablemos de negocios, me gustaría hacerle una pregunta, rey Tori, si no es mucha molestia. 

—Adelante —asentí. 

—Durante nuestro camino hacia esta sala de reuniones, me fue imposible ignorar el hecho de que ustedes utilizan monstruos como medio de protección, e inclusive como mano de obra, pero, también hay humanos entre ellos. ¿Acaso ustedes forjaron esta nación a través de la esclavitud multirracial? 

—De hecho, usted está completamente equivocado —afirmé, con una expresión tranquila—. Esta nación, la Nación Neutral de Tórilen, fue forjada con las bases de una igualdad racial, donde ninguna está por encima o por debajo de otra, y dicho esto, creo que queda más que claro que no permitimos la esclavitud. 

—¿Está insinuando que los monstruos son iguales a nosotros? —preguntó aquel hombre, entrecerrando sus ojos con desaprobación. 

—Exactamente. 

—¿Bajo qué fundamentos hace esta afirmación tan despreciable? 

—No es una afirmación despreciable —respondí, con total serenidad—, es solo una verdad absoluta que muchos se niegan a aceptar. 

—¡¿Cree usted que voy a permitir semejante ofensa hacia nosotros?! —preguntó exaltado, levantándose de su asiento—. ¡Soy el máximo representante del comercio en el norte de Várnil, ¿que le hace pensar que- ?! 

—¡Ejem! —lo interrumpió Don Víctor—. Disculpe que lo interrumpa, pero le recuerdo, que aunque esta nación haya sido creada recientemente, el joven Michael sigue siendo un rey, y usted, un mercader. Quizás no lo haya notado, pero en este momento nos encontramos en el lado sur de Várnil, no en el norte, usted se encuentra muy lejos de su jurisdicción, y por lo tanto, le agradecería que se abstuviera de realizar este tipo de sobresaltos. La forma en que el joven Michael dirige esta nación no tiene porqué ser cuestionada por terceros, así que cordialmente le pido que regrese a su asiento, y evite hablar si no se trata del tema a tratar. 

"Eso me dolió hasta a mí." 

Saulo le hace una seña al mercader e inmediatamente, aunque a regañadientes, vuelve a sentarse. 

Otros dos mercaderes se sentían disgustados al igual que el anterior, aunque se esmeraban en ocultarlo. 

—Le ofrezco mis más sinceras disculpas, rey Tori —indicó Saulo, mirando con severidad al mercader del norte—. Nunca fue mi intención que mi compañero lo ofendiera de tal manera. 

—No te preocupes por eso —respondí, mostrándome indiferente—. Vayamos a lo importante. 

—Como le dije antes, nosotros representamos al gremio de mercaderes, y estamos buscando en usted un nuevo socio comercial con la intención de crear una nueva ruta de comercio. De esa forma podremos evitar los peligros del bosque, y su país recibirá toda clase de artículos de toda la tierra de Várnil, y más allá. Es ganar y ganar. 

"¿No es más fácil simplemente viajar a un lado del bosque? Los animales del interior no suelen salir de allí. Mientras que no ingreses, no hay peligro.” 

Sin prestar atención a mi expresión dudosa, Saulo continuó con su explicación. 

—Al hacer esto, varios mercaderes además de nosotros; y por supuesto, algunas personas muy influyentes que usen esta ruta, podrían verse atraídos hacia la idea de crear negocios en este lugar, lo que generaría a largo plazo, un buen ingreso para su nación a través de inversiones, y porqué no, el turismo. 

"Mm… Eso no suena tan mal, pero tengo un extraño presentimiento de todo esto." 

—Bueno, tampoco dejaremos de lado los asuntos bélicos —continuó Saulo, mostrando una sonrisa serena, pero cargada de confianza. 

“¿Asuntos bélicos? ¿No se trataba esto de una nueva ruta comercial?” 

—El gremio de mercaderes no suele estar presente en asuntos militares, ya sean internos, o internacionales; pero eso no quita que más de una nación haya tratado de presionarnos a través de trabas y obstáculos, con la intención de obtener cierta "ayuda" de nuestra parte. 

“No me gusta a donde se está dirigiendo esta conversación.” 

—La mayoría de las veces hemos logrado evadirlos, pero estamos seguros de que no siempre será así. La última vez que nos vimos forzados a "cooperar" en un asunto bélico, fue durante la guerra llevada a cabo en la nación de Kala, en la cual, cuentan los rumores, usted y sus aliados se hicieron con la victoria, significando una gran pérdida económica para nosotros. 

"¿Está tratando de insinuar que nosotros debemos compensar sus pérdidas? Espero que no sea eso, o juro que los echaré a patadas." 

—Esperaba que nuestro trato incluyera cierto detalle, en el cual nos permitiera compartir nuestra autoridad. Y pasando a asuntos futuros, como establecer la ruta comercial que planeamos construir, me parece que-  

—Un momento —lo interrumpí—. Usted habló sobre “compartir nuestra autoridad”, y aunque puedo imaginar de qué manera podría usar la suya, jamás aclaramos la forma en la que usarían la mía. 

—Bueno, obviamente nosotros usaremos su autoridad para solucionar con mayor efectividad los posibles problemas económicos que presente su nación; el máximo representante del gremio de mercaderes, aliado con un rey, resulta en un dúo muy influyente para el ojo público. 

—Y el hecho de que el joven Michael sea el portador del Hope Dragon no tiene nada que ver, ¿cierto? —preguntó Don Víctor, posando sus afilados ojos en Saulo. 

Saulo se mostró nervioso por un momento, pero recuperó la compostura un segundo después. 

—La raza o el título resultan irrelevantes cuando el negocio es beneficioso —afirmó Saulo, colocando una mano en su pecho. 

—Que extraño —comentó Don Víctor—. ¿Hasta hace un momento hablaba de la influencia que generaba en el ojo público juntar los títulos de ambos, pero ahora menciona que son irrelevantes? 

"¡Ajá!, entonces esto era lo que generaba ese extraño presentimiento." 

—Según entendí —dije, tomando la palabra—. Tu idea original, o tu plan escondido o lo que sea, era utilizar mi nombre como portador del Hope Dragon, como alguna clase de "escudo" para evitar que las personas con las que tienes negocios te acaben obligando, o presionando para participar en sus acciones militares. ¿Estoy en lo cierto? 

—Así es —afirmó Don Víctor, antes de fijar su atención en el invitado—. Señor Saulo Tarleón, cuando supe que era usted quien había venido personalmente para hablar con el joven Michael, supuse que había algo importante de por medio. De no ser así, si realmente su única intención fuera el trato que propuso en un principio, hubiera bastando con enviar al mercader representante del lado sur de Várnil, pero al saber que había algo valioso en juego, decidió traer a todos los principales representantes. 

—... —Saulo guardó silencio, cerrando los ojos. 

—Quizás pensó que al ser un nuevo rey, sería alguien fácil de manipular para llevarlo en la dirección correcta, por no mencionar la más beneficiosa para ustedes. Pero cometió un grave error, que fue no investigar con antelación y cuidado las posibles conexiones de su objetivo, y tomar medidas en base a ello. Una falla sorprendente viniendo de alguien con tantas décadas de experiencia. 

El mercader al lado de Saulo colocó una mano sobre su hombro, y le dijo con absoluta resignación: "Solo diles la verdad." 

Saulo se tomó un momento, manteniendo los ojos cerrados como si pensara bien las palabras que estaba por utilizar, y al cabo de unos cuantos segundos, abrió los ojos manteniendo su vista sobre la mesa con una expresión decaída. 

—Yo… al igual que todos mis compañeros presentes, nos encontramos en este momento bajo amenaza de muerte. 

—¿Quién está lanzando esta amenaza sobre ustedes? —pregunté. 

—Un Pilar. 

……… 

…… 

… 

Saulo comenzó a informarnos sobre su situación, y conforme más a fondo íbamos, los rostros de los demás mercaderes iban cambiando a una expresión de terror, mientras que otros cerraban sus puños con fuerza por la impotencia. 

Todo este problema comenzó meses atrás. 

El gremio de mercaderes se encontraba en un buen momento con la finalización exitosa de un trato con la última nación del este, la cual les otorgaba un control casi completo de la economía en aquella zona de Várnil. Pero había alguien a quien no le agradaba esta idea. 

Un individuo desconocido incluso para el gremio de mercaderes, cuya red de información recorre la mayoría del continente. 

Este ser tenía alguna clase de problema con el gremio, manipulando a ciertas personas desde las sombras a través de chantajes y sobornos, todo con la intención de generarles problemas al gremio de mercaderes. 

Primero comenzó en el oeste con una guerra civil llevada a cabo por dos hermanos que se enfrentaban por el trono. 

Se le ofreció al gremio ayudar económicamente a uno de los lados, y que estos recibirían jugosas ganancias cuando el lado al que apoyaron se alzara con la victoria. 

El gremio lo pensó, pero decidió no aceptar el trato ya que preferían no participar en asuntos bélicos de tan alto nivel; respuesta que no fue bien recibida por el mayor de los hermanos, y decidió dirigir la mitad de sus tropas contra el gremio. 

Al final, fue el hermano mayor quien se hizo con la corona, acusando abiertamente que el hermano menor buscaba ejercer una tiranía sobre el reino, y que el gremio de mercaderes guiados por su codicia, decidieron financiarlos, fracasando en el proceso. 

Esta acusación les hizo perder la confianza de casi todos las naciones del oeste, y unas cuantas en el norte. 

El gremio sufrió una pérdida económica masiva, pero buscó la forma de mantenerse a flote. 

Los problemas siguieron llegando uno tras otro. Golpes de estado, movimientos masivos nacionales, revoluciones, muertes de distintos miembros de la realeza por distintas partes; todos esos problemas golpeaban al gremio directa e indirectamente, pero aún seguían firmes en su afán de no dejarse someter. 

Una extraña petición vino del anterior gobernante de Kala. Solicitaban al gremio un apoyo económico para la movilización de tropas militares de varias naciones a la vez, todo con la intención de hacer alarde al resto del mundo de su poderío militar y sus aliados, y al verse inmersos en tantos problemas, no tuvieron más opción que aceptar. 

Todo iba bien, las tropas aliadas solicitadas por el ex rey de Kala llegaban tranquilamente a territorio kalano, pero otro problema los esperaba allí. 

Mírlow, el hermano de este rey había hecho sus propios movimientos por motivos personales, provocando la ira de un grupo de individuos desconocidos, lo que originó una guerra en toda la nación. 

Las tropas aliadas llegaron, pero esos individuos misteriosos también tenían a las suyas en camino, y cuando nadie se lo esperaba, esta simple "muestra de poder”, acabó en un gran guerra internacional. 

Los informes decían que la corona actual de Kala había caído, y que un alto mando del ejército kalano se alzaba como su nuevo rey. 

Las tropas a las que financiaron acabaron derrotadas, y a los sobrevivientes no les quedaba más opción que regresar a sus naciones con la noticia de todo lo acontecido. 

Otra gigantesca pérdida para el gremio de mercaderes. 

Nadie se explicaba cómo un gremio que se alzaba por sobre la mayoría con su gran poderío económico, se encontraba tan cerca del lodo en solo cuestión de meses. 

Solo un corto tiempo después de lo sucedido en Kala, un hombre misterioso oculto de pies a cabeza con distintas prendas oscuras, se presentó ante ellos como un Pilar. 

Esta persona les ordenó cesar con su expansión en el continente, y en caso de no obedecer, las vidas tanto de sus familias como las suyas se verían en absoluto peligro. 

Al principio tomaron sus palabras como una absoluta farsa, pero no tardaron en quedar convencidos, cuando este individuo destruyó la sede principal del gremio en la zona este en menos de dos segundos, reduciéndola a nada más que escombros. 

Estos mercaderes han estado ocultos desde entonces, evitando salir a la luz a toda costa, pero cuando la noticia de una nación creada y gobernada por un nuevo Hope Dragon llegó hasta sus oídos, no pudieron evitar ver esto como una oportunidad para conseguir un apoyo del tipo social y defensivo contra este supuesto Pilar. 

—Hay algo que me preocupa de todo esto —comentó Don Víctor—. Un Pilar jamás actuaría a espaldas del dios al que sirve, y si este individuo es realmente uno, quizás el problema sea más grande de lo que imaginamos. 

—¿Estás insinuando que el verdadero culpable de todo esto, es un dios? —pregunté. 

Don Víctor asintió en silencio. 

—Lamentamos decir esto —respondió Don Víctor—, pero nosotros no podemos ayudarlos. Como sabrán, Tórilen es una nación aún en desarrollo, y tenemos muchas cosas que hacer en nuestra agenda. Además, no tenemos motivos para meternos en un conflicto ajeno que incluye a un posible miembro de los doce dioses. 

"Mm… No me agrada la idea de abandonar a esta gente a su suerte, pero tampoco puedo meterme sin pensar.” 

“Si el enemigo es realmente un dios, tanto yo como el resto de mi nación acabaríamos en peligro.” 

“Supongo que lo más inteligente sería no meterme." 

—Yo… Sí, entiendo. Supongo que es justo —afirmó Saulo, con una evidente decepción—. Lamento haber desperdiciado su tiempo, rey Tori. 

—¿Qué pasaría si el gremio de mercaderes se disuelve por completo? —pregunté, mirando al techo imaginando las posibles respuestas—. ¿Várnil se vería afectado seriamente, o se puede vivir sin ello? 

—Por supuesto que se vería afectado, nuestro gremio no solo se trata de negocios, también sirve para establecer lazos pacíficos entre las distintas naciones, sin mencionar las grandes facilidades que proporcionamos al momento de transmitir información. 

—Qué extraño —dije, viendo a Saulo con incredulidad—. Según lo que me han contado, en la parte de "mantener lazos pacíficos" no les ha ido muy bien. Este supuesto Pilar les prohíbe seguir extendiendo su poder económico, así que los negocios también están de lado. Eso solo les dejaría la transmisión de información, pero dudo que alguien pueda vivir de eso. 

"Espera, en mi mundo había quienes vivían del periodismo. Siento que acabo de insultar a todas esas personas, lo siento." 

—Bueno, lamento decir esto —continué—, pero mi asistente tiene razón, no podemos meternos en conflictos ajenos de semejante magnitud. Pero algo que sí les podría aconsejar, es que desmantelen el gremio, y traten de dedicarse a alguna otra cosa; estoy seguro de que sus conocimientos les servirán de mucho para tener un nuevo comienzo. Y si me preguntan por un buen lugar, creo que los pueblos de Vere serían una muy buena opción. 

—Pensaremos en base a sus palabras —afirmó Saulo, asintiendo hacia Don Víctor y hacia mí—. Pasamos a retirarnos, gracias por su tiempo. 

……… 

…… 

… 

Los acompañamos hasta las afueras de Tórilen, donde los esperaba aquel carruaje que supuestamente los había traído antes. Se subieron a él, y partieron con rumbo desconocido. 

"Tengo el extraño presentimiento de que alguno de ellos morirá tarde o temprano. Bueno, será mejor no pensar demasiado en ello." 

—Joven Michael, puede que se encuentre agotado por la reunión que acabamos de tener, pero la persona que comenzará a laborar como instructora de magia llegó hace ya un tiempo, será mejor no dejarla esperando. 

"¿Quién…? Oh, claro, yo mismo le pedí que buscara a alguien. Bueno, será mejor que averigüe qué tan capacitada está esta persona." 

……… 

…… 

… 

Don Víctor me pidió que fuera a mi oficina, y que él llegaría lo antes posible con esta nueva persona. 

Yo decidí esperarlo, y alrededor de un minuto o menos, ambos finalmente llegaron. 

"Vaya, eso en serio fue rápido." 

Los dos ingresaron, e inmediatamente la invitada se sentó frente a mí, mientras que Don Víctor se quedó de pie a su lado. 

Era una mujer adulta, alrededor de los veinticinco o veintisiete, cabello largo negro, ojos cafés, y una piel casi tan blanca como la nieve. 

Vestía con una túnica púrpura con las mangas evidentemente arrancadas, y un cinturón negro atado en su cintura, el cual oprimía su túnica como si fuera un vestido. Aunque lo más peculiar de su aspecto, era que estaba descalza, y traía un misterioso tatuaje de un triángulo verde en su mejilla izquierda. 

"Es una persona… peculiar." 

—Joven Michael —comenzó Don Víctor—, esta señorita de aquí es- 

—¡Yo me presento sola, viejo idiota! —intervino la mujer, con evidente brusquedad—. Caray, ¿acaso crees que necesito ayuda para decir mi nombre? Guárdate tu cortesía para quien te la pida. 

"Por alguna razón recordé a Rizette… Pero con un temperamento así, dudo que sea buena idea tenerla como maestra." 

—Muy buenos días, rey Tori —saludó la mujer con cortesía—. Mi nombre es Alice Mágnum, graduada de la Universidad Mágica del Este. 

—Aunque se tardó más de lo que una persona normal lo haría —comentó Don Víctor, en un tono sarcástico. 

—¡Cállate! ¡Ejem! Como le decía, tengo experiencia en todos los tipos de magia elemental, desde el nivel básico hasta el nivel avanzado; también poseo un manejo intermedio de la magia sanadora, incluyendo otros tipos de magia como la magia espiritual, espacial, rúnica, y de invocación. 

"Su currículum es tan impresionante que casi parece mentira…" 

—Tienes una muy amplia cantidad de conocimiento sobre la magia —comenté, dándole una pequeña mirada a Don Víctor—. No me sorprende que hayas sido la primera opción de mi asistente. 

—Más que mi primera opción, fue la más accesible —comentó Don Víctor, acompañado de una pequeña risa—. La pobre pese a ser tan poderosa no tiene casa, así que fue fácil convencerla con mencionar "alojamiento gratis". 

—¡Nadie te preguntó! —reclamó Alice—. ¡¿Quién te crees para contar sobre mis problemas personales?! 

—Soy la misma persona a la que le debes dinero —respondió—, dinero que te será perdonado si aceptas el trabajo. 

—Rey Tori… su asistente está siendo muy malo conmigo… —indicó Alice, mientras fingía llorar. 

“Es una pésima actriz.” 

—Ya, ya, deja de molestarla, ¿si? —indiqué a Don Víctor, antes de mirar a Alice—. ¿Qué me dices, Alice? ¿Tienes alguna experiencia enseñando? 

—¡Sí! ¡Le he enseñado a muchos bandidos! 

"¿Bandidos?" 

—Les enseñé lo que sucede cuando se meten con mi comida… jejeje —dijo, con una sonrisa malvada como si recordara algo. 

"Que miedo." 

—En fin, además de la tortura… digo, “enseñanza” que le diste a esos bandidos, ¿le has enseñado magia a alguien más? 

—¡Jamás! —respondió, inflando su pecho con orgullo—. No tengo experiencia como maestra, y mis calificaciones casi siempre fueron terribles. ¡P-Pero puedo aprender, necesito el empleo, me niego a compartir cama con un oso otra vez, apestan! 

"Tiene el talento, pero no la experiencia. Hmm… bueno, ciertamente sería cruel dejarla dormir con un oso. Además, me agrada su honestidad.” 

—Bien, supongo que tienes el trabajo —respondí. 

“Sobre todo porque eres nuestra única candidata…” 

……… 

…… 

… 

Decidí llevar a Alice con Rita, principalmente para que conociera la escuela y demás lugares que la ayudarán en su labor. 

Afortunadamente era un día sin escuela, por lo que fue sencillo darle un pequeño paseo por el lugar, acabando en la sala de profesores, donde Rita nos estaba esperando. 

—Bueno, no hay problema si no tienes experiencia como maestra —afirmó Rita, con una amable sonrisa—. Lo importante es que le eches muchas ganas y seas paciente, muy paciente. 

—¡Descuida, puedo ser la más paciente de todas si me lo propongo! —respondió Alice, sonriendo orgullosa—. Por cierto, ¿cuánto me pagarán por esto? 

—No te vamos a pagar —respondió Don Víctor—. No lo haremos hasta que pagues tu deuda conmigo con tu trabajo de maestra. 

—¿Qué…? ¡Pero tú dijiste que me perdonabas la deuda si aceptaba el trabajo! 

—Hoho… ¿Yo dije eso? 

—¡Rey Tori, su asistente está siendo malo conmigo otra vez! —reclamó Alice. 

"¿Hasta cuándo van a continuar con eso…?" 

—También tenemos a otros maestros con nosotros —continuó Rita—, somos cinco docentes, incluyéndome. Oh, casi lo olvidaba, hay ciertos niños que son un poco "especiales", y debes de tener más paciencia con ellos que con otros. 

—¿Cuáles son esos “niños especiales”? —preguntó Alice, confundida. 

—Descuida, lo sabrás —respondió Rita, con un poco de resignación. 

……… 

…… 

… 

Luego de dejar a Alice con Rita para que le explicara las reglas del lugar, le encargué a Relt que hiciera una casa para nuestra nueva maestra de magia. 

Una casa normal, obviamente, no la voy a consentir sin motivo. 

Otras edificaciones que le pedí, y que actualmente estan terminadas, son la casa que le prometí a Rizette, aunque esta sí la hice un poco más grande que las demás. 

Mi idea principal era hacerle una vivienda normal, como a Alice, pero recibí varias quejas y opiniones de parte de Hope y Dragon, sobre todo de Hope, culminando en una casa muy similar a la mía. 

La única diferencia, es que la de Rizette solo tiene un piso, no tenía que ser tan grande si solo habrá una persona ahí, además, con todos los viajes que hará no creo que pase mucho tiempo aquí. 

Otra cosa que estaba considerando construir, era un parque para los niños, muy similar a los de mi mundo. Jardines hermosos, una fuente de agua, bebederos, y una zona de juegos, pensé que sería una buena idea, hasta que Relt y Don Víctor se unieron para romper mi ilusión. 

Me hicieron recordar que somos una nueva nación que aún sigue en desarrollo, y que aunque mi idea fue agradable, no es del todo recomendable hacerlo en este momento. 

En primer lugar, porque aunque tengamos todos los materiales que el bosque y el ingenio de Relt puedan darnos, aún nos faltan muchos otros, por ejemplo, el metal para la zona de juegos que mencioné. 

Y en segundo lugar, su ubicación, lo cual comprendí de inmediato que sería un problema, ya que un parque con todo lo que quiero no es exactamente "pequeño". 

Teniendo en cuenta lo anterior, la construcción de una plaza quedaba descartada también. 

En fin, pasemos a temas más importantes. 

El equipo de goblins dirigidos por Drímur, me ha dado informes diarios sobre lo que descubren en el bosque desde que los movilice hacia ese lugar. 

La mayoría son acerca de la situación en la zona, mayormente pacífica, a excepción de las veces en las que son atacados por alguna criatura salvaje, aunque se encargan de ellas fácilmente. 

Pero en esta ocasión, me ha llegado un aviso sobre un intruso que se escondía entre las copas de los árboles, vigilando mi nación desde la lejanía. 

Drímur lo interrogó en lo que pudo antes de avisarme, consiguiendo información sobre sus motivos para vigilarnos. 

Según decía su informe, a esta persona le pagaron una fuerte suma de dinero a cambio de la simple misión de observarnos por dos días, e informar a su cliente sobre alguna actividad sospechosa que consiga averiguar. 

No sé qué habrá hecho Drímur para sacarle literalmente toda la información, pero tampoco es que me importe mucho. 

Su informe también decía que aquel espía tenía indicios de haber sido enviado por alguna nación en concreto, no por una persona, lo que quitaba credibilidad a su confesión anterior. 

Tenía que tomar una decisión, pero ¿qué debe hacer un rey cuando haya a un espía? ¿Arrestarlo? ¿Ejecutarlo? ¿Interrogarlo para que te enteres hasta la fecha de su cumpleaños? 

「Maestro, ¿qué hacemos con el espía? —preguntó Drímur.」 

"En el pasado dejé ir a una persona confiando en que sería inofensiva, pero acabó causando incontables problemas. El mismo idiota malagradecido que hizo posible el secuestro de Juna.” 

“No quiero ser cruel, mucho menos volverme un sanguinario, pero tampoco puedo permitir que algo como eso se repita. Drímur, elimina al espía." 

「Sí, Maestro.」 

"Saulo y todo el gremio de mercaderes ya saben de nosotros. Supongo que nuestra ubicación ya no es un secreto." 

"Bueno, qué más da. No importa si el mundo sabe de nuestra ubicación, al ser una nueva nación es normal que muchos sepan de nosotros, no creo que haya de qué preocuparse." 

Mire hacia el suelo por un momento, evaluando mis decisiones, antes de suspirar con profunda resignación. 

No podía dejar que cada acción me atormente, ya sea que sean vistas de buena o mala manera. 

Soy un rey, estoy en la obligación de proteger a mi gente, y si debo ensuciarme las manos para lograrlo, que así sea. 

Con mi determinación reafirmada, volví a alzar la cabeza con una gran sonrisa. 

“Bueno, aprovecharé mi tiempo libre e iré a jugar con Miri, no se me ocurre una mejor manera de invertir mi tiempo.” 

“Además, extraño a las chicas. Un abrazo no me vendría nada mal después de un día tan pesado.” 
 



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En el texto hay: drama y humor, accion y aventuras, magia y romance

Editado: 13.04.2024

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