El año finalmente había terminado.
Una persona de mi mundo habría esperado que las calles se llenaran de luces, música, y toda clase de eventos festivos, pero aquello jamás sucedió.
Las calles de Tórilen se mantuvieron silenciosas, y totalmente desiertas.
En este mundo, el año nuevo se recibía de una forma distinta, manteniéndose al lado de tu familia, amigos, o cualquier persona o animal de tu agrado.
Se comía una cena extravagante, pero únicamente con los tuyos, y una vez finalizado, era decisión de cada persona si dormía por la noche, o se mantenían despiertos hasta observar la salida del sol.
Algunos tenían la creencia de que hacer lo último significaba “buena fortuna” para el nuevo año; mientras que otros se acostaban temprano, bajo la creencia de que “la buena fortuna” les llegaba a quienes recibían el año a la primera hora del día.
En nuestro caso, decidimos dormir temprano, para levantarnos temprano, en un intento por respetar las tradiciones de este nuevo mundo.
Miri decidió pasar la noche en la habitación de mi madre, pese a que su intención inicial era pasarla junto a nosotros, pero cambió de opinión cuando supo que su abuela estaría recibiendo el nuevo año completamente sola.
Al final pasamos la noche los cuatro juntos, disfrutando de un cálido abrazo grupal.
La mañana llegó, y lo primero que oí, fue una dulce voz llamándome.
—Vamos… Despierta, bello durmiente.
Abrí mis ojos con calma, encontrando a Lilia, mirándome con una amorosa sonrisa.
Fue como un reflejo instintivo, pero ella se veía tan linda en esta mañana, que mi mano no se resistió a acariciar su mejilla; a lo que ella respondió, acariciando suavemente la mía.
Juna fue la siguiente en despertar, y su primera acción del día, fue abrazarme con fuerza, frotando su cabeza contra mi pecho.
—Solo cinco minutos más… No estoy lista para separarme de mi amorcito…
Ella seguía medio dormida, eso era evidente, ya que aquella no era su forma habitual de hablar.
La última en hacer algo fue Yuuki, quien parpadeó perezosamente, antes de quedarse viéndome a los ojos por unos cuantos segundos.
Fue un poco incómodo que me mirara en absoluto silencio, así que decidí saludar primero.
—Buenos días, Yuuki.
—¿Eh…? —Yuuki párpado rápidamente, como si hubiera vuelto a la realidad—. Oh, bu-buenos días, Michael…
Yuuki parecía nerviosa por algo, y creía saber el motivo, pero fue Lilia quien lo explicó por todos.
—Ella está nerviosa por este día. Recuerda que es muy tímida, y está tratando de asimilar que muy pronto tendrá su primera vez.
Lilia procedió a acariciar tiernamente el cabello de Yuuki, lo que pareció reconfortarla, ya que su expresión dejó de estar tan tensa.
Yuuki acabó enterrando su rostro en mi pecho, apretando mi camisa con fuerza, como si quisiera tomar el valor para algo. Entonces habló.
—N-No seas tan rudo… ¿si?
—Seré la persona más gentil del mundo, lo prometo.
Yuuki puede desear algo con todas sus fuerzas, pero una vez llegado el momento, siempre se quiebra con la facilidad de una ramita.
Sin embargo, Lilia decidió hablar sobre el horario de hoy, tratando el tema como si fuera un paseo por el parque.
—Muy bien. ¿Cómo deberíamos empezar? ¿Nos turnamos para hacerlo dentro de este día, o dedicamos un día entero para cada una de nosotras?
Ni Yuuki o yo sabíamos como responder a esas preguntas, y menos con la naturalidad con la que Lilia lo hacía.
Entonces, Juna finalmente despertó, respondiendo a las preguntas de Lilia.
—La respuesta es más que obvia.
“¿Lo es?”
—Estos momentos son únicos en la vida de una persona, y aunque actúes como la más valiente del mundo, en el fondo estás igual de nerviosa que Yuuki.
Lilia tragó saliva inconscientemente, dándole la razón a Juna.
Entonces Juna procedió a sentarse, tomando una mano de Yuuki y Lilia, formando una clase de triángulo a mi alrededor.
Yuuki levantó finalmente la cabeza, y Lilia dejó atrás esa sonrisa ganadora de siempre.
—No importa quién sea la primera, segunda, o tercera, lo único que nos debería importar, es que lo haremos con la persona que amamos. Al menos eso es lo único que me importa a mí.
Juna como siempre, era la voz de la razón en nuestra familia. Su madurez era algo que me seguía impresionando día tras día.
—Me da algo de miedo hacerlo… incluso si eso es lo que quiero —habló Yuuki—. Estoy preparada para dar ese paso, pero al ser inexperta, me aterra que algo salga mal en mi primera vez. De todas formas, si tuviera que decidir, preferiría no ser la primera.
—Esta también sería la primera vez de Michael —intervino Lilia—, y sabiendo lo pervertido que es, seguramente se dejará llevar por la pasión y podría ser demasiado brusco con ustedes. Yo estoy dispuesta a absorber toda esa brusquedad, ya que puedo ser bastante agresiva a veces, así que está bien para mi.
Yo me abstuve de hacer algún comentario al respecto, ya que había comprendido la atmosfera que se estaba desarrollando a mi alrededor.
Este era un momento privado entre las futuras reinas de Tórilen, y como tal, mi intervención solo acabaría en un desastre.
Sin embargo, luego de que cada una expresara su más sincera opinión, las tres se sentaron lado a lado en la cama, fijando su atención en mí.
No entendí lo que trataban de hacer, hasta que fui forzado a salir de la casa.
………
……
…
Las chicas me llevaron hasta la nueva zona de aguas termales que habíamos construido.
Relt finalmente lo había terminado, y según las críticas de los ciudadanos, nunca se sintieron tan relajados y jóvenes.
Comprendí que ellas intentaban llevarme a ese lugar para relajarnos, pero sería completamente en vano, ya que estaba dividido en una sección para hombres, y otra para mujeres.
Pero mas grande fue mi sorpresa cuando las chicas hablaron de una “modificación especial” que hizo Mónica durante la construcción, señalando que sería más “divertido”.