Era el día nuestra partida hacia Tórilen.
El dichoso ataque armado seguía sin suceder, pero igualmente no le dije toda la verdad a Garpo.
Sin embargo, se suponía que lo nuestro sería una despedida tranquila y pacífica, pero por múltiples circunstancias, no fue así.
Guardamos todas nuestras cosas en mi Cristal espacial, y nos aseguramos de dejar nuestra tienda lo más ordenada posible.
Luego de eso decidimos dirigir nuestro camino hacia la tienda de Garpo, pero este se hallaba con una visita, la cual nos pidió que entráramos.
Se trataba de Zolun, quien a su vez se hallaba examinando con detenimiento una hoja de papel.
Garpo nos pidió sentarnos, mostrándose extremadamente confundido. Él continuaba sin saber porqué no había ocurrido tal ataque armado, pero antes de poder continuar con sus quejas y preguntas, lo interrumpí para informarle de nuestra partida.
Al principio pareció algo triste, digo ¿porqué no lo estaría?
No había visto a su hija en un tiempo, y luego de pocos días, tenía que irse otra vez. Cualquier padre se sentiría algo deprimido por ello.
Sin embargo, la tristeza le duró muy poco, ya que acabó mostrando una enorme sonrisa de oreja a oreja, deseándonos un muy buen viaje, y que éramos libres de regresar cuando queramos.
Zolun también nos envió sus buenos deseos, siendo este quien nos entregó una pequeña caja de madera como obsequio.
Era como un pequeño cofre del tesoro, y en su interior, yacía guardado un hermoso collar dorado, decorado con un pequeño, pero reluciente diamante como piedra central.
Ambos pensamos que solo se trataba de un regalo, y le agradecimos a Zolun por eso, pero Garpo cambió nuestro punto de vista cuando mencionó, que aquel collar le pertenecía a la madre de Yuuki.
Yuuki lo miró con gran asombro, antes abrazar el cofre con todo su amor, atesorando este recuerdo de la mujer que le dio la vida.
Fue agradable verla sonreír de esa forma, y luego de que Yuuki les diera un fuerte abrazo de despedida a ambos, decidimos partir.
Caminamos hacia la salida del campamento, antes de recordar que no nos habíamos despedido de Red, y si nos íbamos de esta forma luego de haber hecho las paces, sin duda les daría todo el derecho de enojarse.
Intentamos buscar a Red por el lugar, pero acabamos topándonos con Iris, quien se veía aliviada por habernos encontrado, ya que tenía algo importante para decirnos.
—Rey Michael, señorita Yuuki, he venido a buscarlos para darles una noticia importante.
“¿Porqué tanta formalidad? ¿Sucedió algo?”
—El día de ayer estuve pasando mi tiempo libre con Red, y aunque sé que fue algo repentino, hemos decidido comprometernos en matrimonio.
“¡¡¿Qué demonios?!! ¡Un momento, esto no estaba en ninguno de los recuerdos que ese viejo me envió!”
“Aunque ahora que lo pienso, hay muchas cosas que no me ha mostrado, sobre todo los momentos felices. Solo me mostró recuerdos sobre ciertas personas, y algunas misiones por cumplir.”
“Supongo que no quiso arruinar nuestros momentos felices con SPOILERS.”
Yuuki y yo la felicitamos con genuina felicidad, y Yuuki no dudó en darle un fuerte abrazo a su nueva cuñada, pidiéndole que tenga un poco de paciencia con su hermano, ya que puede ser algo lento para esta clase de cosas.
Ella asintió con una divertida sonrisa, como si ya supiera aquello de antemano, demostrando que ese par estaría bien con su relación.
Solo unos segundos después llegó Red, quien parecía bastante incómodo.
Él vino caminando desde la dirección donde se halla la tienda de su padre, por lo que supuse que ya le había dado a él la noticia, y conociéndolo, era evidente que se emocionó de manera excesiva.
Cuando quedamos frente a frente, ambos felicitamos a Red por su compromiso, yo con un apretón de manos, y Yuuki con un abrazo cariñoso de hermana menor.
Prometimos asistir a la boda, y que no dejaran de avisarnos acerca de la fecha, principalmente para tener el tiempo de escoger un buen obsequio.
Acto seguido, regresamos nuestra atención hacia mi Cristal de viaje, y nos despedimos de ambos con una mano en alto, a lo que ellos respondieron de la misma forma, mientras se daban un afectuoso abrazo.
Su relación iba enserio, y si bien no estaba informado sobre esto, fue reconfortante saber que este mundo aún tenía formas de sorprenderme.
………
……
…
Cuando regresamos a Tórilen, fuimos inmediatamente recibidos por Kágrel, quien aseguró que todo estuvo tranquilo durante nuestra ausencia, pero que tenía la tarea de enviarnos a casa lo antes posible.
Pudimos imaginar quién le había dado tal tarea, pero no nos importó, ya que pensábamos ir a casa antes de a cualquier otro lugar.
Con esa idea en mente caminamos hacia nuestro hogar, saludando a toda la gente que celebraba nuestro regreso, y una vez que llegamos, la primera en recibirnos fue Miri.
Esta pequeña niña saltó enérgicamente hacia nosotros, antes de llenarnos de toda clase de abrazos, besos y ronroneos adorables, demostrando lo mucho que nos había extrañado.
Todo el escándalo de la pequeña de la familia alertó a los demás de nuestra presencia, por lo que decidieron bajar para saludarnos.
Mi madre nos dio un abrazo de bienvenida, acompañado de un amoroso beso en la frente a cada uno de nosotros.
Luego apareció Juna quien también nos dio un gran abrazo, pero fue Lilia quien volvió a cruzar la línea del valor, dándonos un fuerte abrazo, seguido de una caricia en la mejilla de Yuuki, y un apasionado beso para mí.
—Espero que seas consciente de ello —afirmó Lilia, con una sonrisa seductora—, pero nos debes muchas noches de diversión, y no creas que no las vamos a cobrar.
Lo de Lilia fue un susurro para mí, pero por las mejillas sonrojadas de Juna, y la incapacidad que tenía Yuuki de mantenerse quieta, intuí que ambas sabían lo que Lilia me había dicho.