Todas las normas se fueron al drenaje.
Todo lo que se considera correcto pasó a segundo plano.
La diferencia entre lo moral e inmoral se volvió nula. Y todo eso ocurrió con lo que Mysha me susurró al oído.
Quise decir algo al respecto, pero ella me pidió que no lo dijera en voz alta, porque ya de por si era muy evidente que sería problemático para ambos.
………
……
…
Acabamos yendo todos a las aguas termales privadas, y como era de esperarse, Mysha se veía realmente incómoda.
Le tomó más tiempo del necesario deshacerse de su ropa, pero una vez que lo hizo, las chicas trataron de darle algunas palabras de apoyo para que se sintiera más cómoda entre nosotros.
Todos entramos al agua caliente sin problemas, ya que era algo común para nosotros, pero Mysha se resistió un poco, mientras hacía todo lo posible por cubrir su cuerpo con una toalla blanca.
Lo que me dijo antes de venir sin duda me dejó desconcertado, no era algo que podrías decirle a alguien que conoces desde hace tan poco tiempo.
Finalmente decidió ingresar, y contrario a lo que imaginé, no guardó distancia del resto de nosotros. Al contrario, si bien yo tenía a Juna y Yuuki a mi lado, ella se sentó al lado de Lilia, quien estaba frente a nosotros.
Habíamos quedado en algo muy similar a un círculo, pero para empeorar la situación entre ambos, Yuuki se me acercó para besarme, mientras que Juna se dejaba caer tiernamente sobre mí.
—Espero que hayas traído tu hierba de seguridad —dijo Lilia, lanzando una mirada juguetona contra Mysha.
Ella se encogió de hombros, pero lanzó una mirada preocupada hacia Lilia. Entonces ella llegó a una conclusión bastante particular.
—Un momento, ¿no la trajiste? —preguntó Lilia, comenzando a formular sus opciones—. Eres muy olvidadiza, o… ¿Mysha, dejaste tu hierba de seguridad a propósito?
Mysha bajó su mirada hacia el agua, mostrándose más nerviosa que en toda su vida. Entonces Lilia llegó a una conclusión, apoyando su mano sobre el hombro de la semihumana, en un intento de mostrarle su apoyo.
—Si realmente deseas hacer esto, puedes confiar en nosotras… —dijo Lilia, hablando en voz baja—. Solo recuerda que esto no es un juego, y que no hay nada de malo en esperar, lo importante es que te sientas segura de esto.
Mysha me observó, demostrando mi afecto con Yuuki y Juna, procediendo a ruborizarse.
—Creo que me estoy arrepintiendo de hacerlo... —susurró Mysha, en dirección a Lilia—. Es evidente que ustedes ya tienen experiencia, y no podré estar tranquila con sus miradas sobre mí, juzgándome…
—No vamos a juzgarte —afirmó Lilia—. Nos hemos vuelto buenas amigas en tan poco tiempo, que no podemos hacer otra cosa que no sea apoyarte. ¿Te digo un secreto? Las tres tuvimos nuestra primera vez al mismo tiempo.
—¿Qué…? —preguntó Mysha, claramente sorprendida— ¿C-Cómo es siquiera posible?
—Bueno, bueno, no fue exactamente al mismo tiempo; me refiero al mismo día, y fue justo aquí donde sucedió —afirmó Lilia, mostrándose orgullosa—. Debo decir que nos llevamos una gran sorpresa, ya que Michael aguantó ocho rondas entre las tres. Ufufu, nunca quedamos insatisfechas debido a su gran resistencia.
—Ese hombre es un monstruo… —murmuró Mysha con temor—. Me va a destrozar si lo hacemos… ya no quiero hacer nada…
—Será gentil contigo si se lo pides —afirmó Yuuki, apareciendo justo al lado de Mysha.
Mysha pegó un grito agudo por el susto, pero antes de volver a la tranquilidad, un segundo grito apareció, al darse cuenta de que su grito inicial tuvo un eco.
En pocas palabras, su conversación con Lilia fue escuchada por todos en esta habitación.
Mysha se giró para verme, hallándome junto a Juna, quien descansaba sobre mi regazo, dejándome jugar un poco con sus pechos.
No daré detalles de cómo acabamos en esta situación, y solo diré que ambos nos dejamos llevar un poquito.
Al notar su mirada, Juna me pidió que me detuviera, antes de despedirse de mi con un beso en los labios.
Lilia y Juna se pusieron lado a lado con Mysha, y la ayudaron a acercarse a mí; sin embargo, ella era bastante resistente, por lo que Yuuki tuvo que intervenir con un ataque de cosquillas.
El cuerpo de Mysha se estremeció por el ataque repentino, y terminó resbalando por el agua, cayendo hacia el frente.
Me puse en posición para atraparla, quedando con ella acostada sobre mi pecho, mientras me sentaba en el agua.
Mysha se dio cuenta de la situación en la que había terminado, pero lejos de alejarse, simplemente levantó la cabeza para mirarme.
—Podemos para esto aquí si no te sientes segura —dije, mostrando una sonrisa comprensiva—. No tienes que forzarte a nada, y esta tampoco será la ultima vez que nos veamos, así que tampoco hay prisa.
“Quiero hacerlo contigo antes de partir…”
Eso fue lo que Mysha me susurró antes de venir a las aguas termales. Sin embargo, desconozco la razón por la que tomó esa decisión tan de repente.
—Tú querías conocerme… —indicó Mysha, explicándose—. Para mi raza, no hay mayor muestra de confianza y afecto que dejarnos caer en celo con alguien, y consumar el acto. Quería entregarte mi castidad como una prueba de que deseo hacer que esto funcione… No como matrimonio político, sino como un feliz matrimonio por amor…
—Entonces no podemos permitir que consumes el acto ahora —afirmó Juna, con un tono de voz firme—. Tú no amas a Michael, pero que te sientas atraída por él ya es un avance.
—Es verdad —estuvo de acuerdo Yuuki—. No sería un bonito recuerdo si lo haces sin amarlo de verdad, ya que solo puedes vivir este momento una vez en la vida.
—Pero, eso no significa que no pueda haber contacto entre ustedes —agregó Lilia, mostrando una sonrisa traviesa.
Lilia tomó mis manos y las colocó sobre las caderas de Mysha, a la par que empujó a Mysha para que volviera a caer sobre mí.