Hopeless Hero

Prefacio

Dedicado a mi abuela Teresa, quien dejó este mundo luego de tanto sufrimiento,
pero jamás dejará el lugar que tiene apartado solo para ella
en mi estrecho y casi inexistente corazón.

Te amo, abueli, espero que estés descansando
y bebiendo esos deliciosos shots de whiskey
de los que tanto hablamos alguna vez.

Con amor, tu nieta: "Camilita".

 

"Quien no se mueve, no siente las cadenas" —R. Luxemburgo.

 

Tengo muchos nervios. ¿Miedo? No, no es miedo. Nervios, solo nervios. Sí, nervios. Estoy a una semana de empezar mi nuevo año en Pedagogical. Mis vacaciones pasaron sin ninguna novedad ni anécdota demasiado divertida para contar, lo único fue que me quemé mis empeines y mi mamá me puso aloe vera en ellos. Nada más, de verdad no pasó nada más. Me gustaría decir que, incluso, tuve un amor fugaz de verano, pero tampoco fue así. No pasó nada, absolutamente nada. Malibú no me sorprendió este año.

Pero el pensar que ya viene otro año universitario, bajo la gestión del nuevo rector, me ponía de los nervios a tal punto de querer vomitar. No podía con esto. ¿Qué haría Richard Silver? Para peor, su vicerrector es Athens, ese viejo de mierda que condenaba a los manifestantes. ¿Cómo fue que ellos pudieron postularse a la directiva de Pedagogical? No tenía conocimiento de que Athens trabajase para mi casa de estudio. Silver, tampoco.

He ahí mi culpa. Es mi deber conocer a los posibles candidatos a la rectoría, es más, mi error estuvo en no haberlo hecho oportunamente. Sé que los chicos los conocían, pude haberles preguntado al respecto. ¡Incluso siento que debimos haber escrito de ellos! Pero no lo hice. Ya no vale la pena seguir lamentando algo que ya pasó, que no pasó. Listo, se acabó. La nueva realidad es que Richard Silver es el nuevo rector y él nos declaró, más o menos, la guerra.

La situación de Underclass Hero es algo complicada, más para quienes somos miembros oficiales. Ahora entiendo por qué algunos eligen, simplemente, ser simpatizantes. Aunque el mensaje que envió Taylor me logró tranquilizar, a estas alturas, ya pronto a retomar la rutina universitaria, los nervios volvían a aparecer.

"No nos van a detener tan fácil. Unámonos, y salgamos adelante todos juntos", grandes palabras de nuestro líder.

Estaba en mi habitación, viendo "Dr. House" y comiendo melón, cuando me llamó mi padre.

—¿Sí?

Hija, ¿cómo estás?

—Bien, gracias, ¿y tú, papá?

Bien también, gracias. Te llamaba para decirte que mañana iré con Derrick a comprar los útiles que necesitan. ¿Irás con nosotros?

—Sí, claro.

Bien, perfecto. Quería comentarte otra cosa, pero antes, ¿revisaste lo que te pasé? Nunca me comentaste que lo hicieras.

—Oh, no —miré al pequeño estante que tenía sobre mi escritorio, con el resto de mis libros y cuadernos, ahí estaba la carpeta que me había entregado mi padre con el material de conocimiento público sobre Máscaras Blancas—. Todavía no lo he hecho.

Mmm, bueno, tú sabrás...

—¿Debo devolvértelo?

No, no, pero me gustaría que lo vieras antes de que entres a clases, o bien, los primeros días. Las cosas no se pondrán muy bonitas en tu universidad.

—¿Qué quieres decir?

Que se reforzó la seguridad para evitar manifestaciones y "ataques de vandalismo y terrorismo"; órdenes estrictas del nuevo rector.

—Me lo esperaba —suspiré.

Pan-pan, tengo que dejarte, ya vuelvo a mi turno.

—Vale. Hasta mañana, papá.

Adiós.

Dejé el móvil a un lado, pensé en darle play de nuevo al capítulo, pero me quedé mirando la carpeta. ¿Y si lo revisaba? No perdía nada, después de todo, podría incluso explicar lo que ahí había. Pero estaba desmotivada, la verdad. No quería pensar en la universidad todavía, me daba algo de lata.

Inevitablemente, cuando pensaba en Pedagogical terminaba recordando a Andy, y él es alguien a quien no estoy lista para ver. No hemos seguido hablando, tal parece que todo lo que pudo haber sucedido entre nosotros se esfumó. Sigo sin creerlo. ¿Cómo fue que pasó?

¿De qué sirvió haber hablado con él? Ningún mensaje desde que él llegó a Oklahoma. Me enteré de sus movimientos solo por lo que subía a sus redes sociales. Estuvo muy acompañado con una chica, una linda chica morena y de piel uniformemente tostada, más que la de Mandy. Era muy bonita, parecía ser de la misma edad que él. Estuvieron juntos en la mayoría, por no decir todas, de sus publicaciones.

Con la pesada sensación en mi estómago, seguí comiendo melón porque el dulzor de esa exquisita fruta me ayudaría a pasar el mal rato. Terminé de ver el capítulo de la temporada 5 y bajé a la sala para que después mi mamá no dijera que no comparto con ella. Había guardado mi móvil en el bolsillo trasero, y cuando bajaba las escaleras, sentí que vibró. Me acababa de llegar un mensaje. Al leer el nombre, me quise tirar de la escalera para dañarme físicamente, aunque solo me quedaban cuatro peldaños.

Andy – 04:02pm

"Hola"

Broma. "Hola". ¡¿Es en serio?! Me quedé viendo el mensaje a través de las notificaciones, apreté mis labios y bufé. Borré el mensaje y volví a guardar mi móvil. ¿Quién mierda se cree que es? No pude bajar, tenía tanta rabia que decidí volver a mi habitación.

Andy terminó siendo otro imbécil. Pensé que él sí iba a entender mi situación, incluso si no me sentía cómoda para explicárselo todavía. Suerte que nunca lo hice. Ja, de haberlo hecho, solo se habría burlado más de mí. No quiero verlo. No quiero hablarle. Todo este tiempo pudo mandarme un mensaje, una puta foto, pero no lo hizo, y si no lo hice yo, fue porque yo le mandé el último mensaje.




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