Hopeless Hero

Capítulo IX

“Eternal silence of the sea, I'm breathing alive”

Llegó un día sábado en que ensayábamos las coreografías de nuestro DC. Lo hacíamos bastante bien, en realidad. Chris y Taylor eran nuestros espectadores y eran quienes nos decían si lo hacíamos bien o mal. En un principio, Mandy estaba algo en contra de que ellos nos juzgaran puesto que no estaban familiarizados con el kpop, pero al escuchar las primeras críticas de Chris, diciendo que Wilson era muy tieso y que Lee solía hacer movimientos "pesados", decidió que aceptaría cualquier tipo de crítica. La verdad es que todos estábamos sorprendidos con que él supiese de baile, pero ninguno quiso preguntar cómo es que sabía de ello, tampoco nos incumbía.

En un momento, y luego de ensayar diez veces seguidas "Don't Recall", nos tomamos un descanso. Estaba sentada en uno de los sofás de la terraza, veía que a Mandy todavía le quedaba mucha energía como para enseñarle a Wilson y a Lee, quienes parecían estar sufriendo por el intenso entrenamiento que le estaba dando mi amiga. Al pensar en ella, no pude evitar recordar la evasiva que le hice a la conversación con respecto a Andy. No importaba cuántas veces me preguntaran si "pasó algo interesante", siempre les dije que lo único interesante fue que con Wilson apreciamos el lienzo y que ambos teníamos una mirada de película en el rostro. Fin del tema.

Luego de eso, también, no me encontré con Andy en ningún momento. Podía ver a Chris, Taylor, Lee, incluso me encontré mucho con Wilson, pero con Andy... fue imposible durante el resto de la semana. Y hablando de él, no estaba en la fraternidad ese sábado, tampoco es como si no supiera dónde podía estar, o, más bien, con quién podía estar.

—¿Agua?

Miré a mi derecha y vi que Chris me ofrecía un vaso con agua. Lo recibí y agradecí. Él se sentó a mi lado y se relajó, reposó su cabeza en el respaldo y suspiró. Me bebí el contenido casi de un solo sorbo, y luego dejé el vaso sobre la mesa de centro. Tomé mi móvil y revisé los mensajes. Tenía dos de Flinn. Desde que me mandó el primer mensaje, no hemos dejado de hablar. Siempre se las rebuscaba para iniciar un tema de conversación. Ahora mismo debatíamos: qué diosa griega era mejor. En su opinión, consideraba que Deméter era la mejor. En mi opinión, Artemisa era la mejor de todas. No podía evitar sonreír al leer sus argumentos: "Ella tiene muchos misterios... Gánale a eso, Artemisa!!!" escribía.

—¿Te diviertes? —me preguntó Chris.

—Bastante —le dije—, es una conversación muy animada.

—Me gusta verte sonreír —dijo asintiendo levemente con la cabeza—. Se siente bien que lo hagas.

—Gracias —respondí.

Pero, para ser sincera, estaba algo extrañada. ¿Esa era la respuesta correcta a lo que me acababa de decir? Chris era el más difícil de descifrar de todos los que estaban por aquí. Incluso, desde que iniciamos el año, todavía no he podido preguntarle qué ha pasado con Rachel, por qué no está por aquí.

—Mi consejo es que tengas cuidado —dijo de repente—. Algunas personas son malintencionadas. Me preocupa que te hagan daño.

—Es muy considerado de tu parte —le dije con una sonrisa—. Agradezco tu preocupación —y volví a mirar la pantalla encendida de mi móvil, que mostraba el chat con Flinn—, sin embargo, creo que esta vez voy a correr cierto riesgo.

—Si estás segura, entonces adelante —dijo y me miró a los ojos, tenía una de las miradas más amables que había visto en mi vida—. Pero, por favor, cuídate. No me gustaría verte desanimada otra vez.

No sabía por qué, pero las palabras de Chris me estaban dando una caricia en el alma. No entendía cómo era posible que, bajo esa apariencia ruda, esa mirada fría y hasta distante, pudiese tener ese tipo de preocupaciones por alguien como yo. ¿Sería algún tipo de instinto de hermano mayor? Quiero creer que sí.

—Gracias, Chris —le dije con una sonrisa—. Te prometo que, la decisión que tome, será pensando en lo mejor para mí.

—Eso es lo importante —aseguró él—. Y si tú estás bien, entonces yo lo estoy, Campbell lo está, Wilson lo está, y así.

—¡Dora! —me gritó Wilson—. ¡Vamos! ¡Último ensayo y podré llevarlas a casa!

—Okay —dije poniéndome de pie, dejé mi móvil sobre la mesa y me giré hacia Chris—. ¿No vas a supervisar?

—Por supuesto.

Caminamos hasta los demás chicos y tomé posición. Chris miró por Taylor, pero él había entrado y no daba señales de querer salir. Miré hacia arriba y noté que la luz de su habitación estaba encendida. Chris suspiró, él también había mirado, negó con la cabeza y volvió a vernos.

—Bueno —miró el móvil y yo me di la vuelta, tal y como estaba Mandy—, empieza en tres, dos, uno...

★★★

Mis clases pasaron sin pena ni gloria, y es que no fue hasta que llegamos a la clase del martes con el señor Valentine que, por primera vez desde que empecé a estudiar en Pedagogical, una clase impactó tanto dentro de mí.

—Quiero que miren con atención el documento que les voy a pasar —dijo mientras pasaba por entre los puestos y hacía correr unas hojas de oficio—. Concéntrense, por favor. La información es muy explícita, pero necesito que saquen conclusiones más allá de lo que está previamente escrito.

Cuando tuve el documento en mis manos, me di cuenta de qué trataba. Era un "Cuadro comparativo macroestructural de las escuelas del país" realizado por Jean Anyon. La tabla reconocía, en las cuatro columnas, los cuatro tipos de escuelas: escuela de clase trabajadora, escuela de clase media, escuela profesional para familias acomodadas y la escuela de elite para ejecutivos. Las otras dimensiones con las cuales se establecen las comparaciones iban desde la ubicación del establecimiento, el profesorado, hasta el tema dominante.

—Jean Anyon fue una pensadora crítica de este país —empezó a decir Valentine—. Nació en Nueva Jersey, estudió en la Universidad de Pensilvania, luego sacó un doctorado en la Universidad de Nueva York. Fue muy letrada en lo que respecta a la educación, nuestra profesión. Entre todos sus maravillosos trabajos, me gustaría destacar este cuadro comparativo en donde compara los tipos de escuela que se pueden encontrar en este hermoso país —no creo haber sido la última en notar que eso último fue sarcasmo—. Les daré un par de minutos para que lo lean, por favor, presten mucha atención, porque nuestra clase de hoy será en base a lo que ahí está escrito.




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