"Maybe one day you'll understand why"
El día martes, el afiche de UH estuvo esparcido por toda la universidad. Como siempre, los días lunes es donde se les entrega a los representantes para que ellos los repartan entre los simpatizantes que se encargarán de distribuirlo en todas las salas seleccionadas por facultad. Siempre se quedaban estudiantes hasta tarde los días lunes, no era novedad. Es ahí donde se paseaban por los pasillos y dejaban los afiches repartidos entre algunos estantes dentro de las salas, o metiéndolos por debajo de las puertas. A veces, hasta los encontrabas en los árboles que daban a los estacionamientos, las bermas, los baños, en cualquier lugar que te puedas imaginar.
Es por eso, que cuando entré a la universidad ese día martes, había un completo revuelo entre los estudiantes a primera hora. Mientras caminaba, me hacía la curiosa por la situación, es más, me di cuenta de que había un grupo de chicos y chicas alrededor de una de las bancas que estaba en el camino hacia mi facultad, sobre ella, había un montón de papeles. Una de las chicas se me quedó viendo y me dijo:
—Es "Underclass Hero" —me dijo—. Tal parece que respondieron a Máscaras Blancas.
—¿Qué? —me hice la sorprendida—. No puede ser —y recibí el papel que me estaba extendiendo—. Y una que solo quería estudiar tranquilamente.
—Esto va a desatar una batalla tarde o temprano —dijo otra de las chicas del grupo.
—A menos que sigan así —comentó uno de los chicos, el que tenía el cabello rubio peinado en puntas—. Siempre es lo mismo, afiches y afiches. No creo que algo malo pase.
Me excusé, agradecí por la información y caminé hasta mi facultad mientras leía el afiche. Claro, tenía que fingir que lo estaba haciendo. La primera figura que divisé fue la de Flora, quien estaba rodeada de iniciados. A medida en que me acercaba, me daba cuenta de lo que estaba pasando.
—¿Nos quedaremos sin estudiar?
—¿El rector de verdad no va a ser nada?
—Mis padres quieren saber qué tan segura es esta universidad o me cambiarán a lo que termine el semestre.
¿Esa fue una amenaza?
—Chicos —decía Flora—, entiendo la situación en la que están. No obstante, lamento decirles que yo no tengo la facultad para responder aquello. Esto nos está afectando a todos, no solo a ustedes como iniciados. Lo único que nos queda por hacer es esperar la respuesta del rector.
—Esa solución es una mierda —dijo una chica.
—Qué pésimo trabajo —añadió el tipo a su lado—. Se supone que eres consejera, ¿no deberías saber más de esto?
—Vale, ¿quieres que ella te haga tus trámites de matrícula también? —intervine, haciendo que varios se voltearan a verme.
Tuvieron que aguantar mi expresión de pocos amigos, miré rápidamente a Flora y pude notar cierta tensión en su rostro. Lo siento, amiga, pero necesito ayudarte y solo se me ocurre esta manera. Una vez que abrí la boca para hablar, también, en frente de sus narices, doblé el papel que venía "leyendo", mostrándoles, así, que sabía lo que se estaba desarrollando en ese minuto.
—Esto no puede ser controlado por ninguno de nosotros. Les recuerdo que también hubo un cambio en la rectoría, por lo que es una administración completamente nueva. No tenemos ni puta idea de cómo va a reaccionar el nuevo rector ni las medidas que se tomarán. No culpen a Flora por no saber dar una respuesta, pero al menos les fue sincera. ¿O preferirían que les diera información falsa? No jodan —espeté y miré a Flora, a quien le sonreí amigablemente—. ¡Hola! ¿Te espero o te guardo asiento en el salón?
—Adelántate —me dijo con una pequeña sonrisa—. Te alcanzo en un momento.
—¡Okis! —dije y entré en la facultad.
No escuché a nadie hablar, posiblemente se esperaron a que entrara. De todos modos, entendía la situación de los iniciados, también estuve en su lugar —aunque, claro, quizás fue otra forma—, sin embargo, eso no les daba el derecho de faltarle el respeto a Flora. Entré al salón y me di cuenta de que solo había estudiantes rezagados sentados en los primeros asientos. Yo me fui hacia los asientos del medio, pero me agarré la ventana y puse la mochila a mi lado. Pero cuando lo hice, Flora abrió la puerta.
—Oye, gracias —me dijo una vez se sentó a mi lado.
—No hay de qué. Tampoco te demoraste mucho.
—No me refería a eso. Gracias por lo de los iniciados —suspiró y llevó su mano a su frente—. Estaba entrando en pánico.
—Es lo mínimo que podía hacer. Me di cuenta de que se estaba saliendo de las manos —relamí mis labios y me incliné un poco hacia ella—. Además, la culpa fue nuestra.
—Nada de culpa —me codeó—. Lo que sale en ese afiche es, solamente, la verdad que está en boca de todos en la universidad.
★★★
Para la clase del señor Valentine el artículo, o afiche, de UH fue lo ideal, ya que, a partir de él, comenzó a hablarnos sobre el positivismo y cómo eso se refleja en la comunidad de Pedagogical.
—Esto ya se ha experimentado antes, ¿no es así? Por eso es que todos están muy tranquilos —decía mientras alzaba la hoja blanca en frente de toda la clase—. Es lo mismo que se pudo ver cuando el grupito ese apareció —frunció el ceño y miró hacia el techo, como si de verdad estuviera tratando de recordar.
—¿Máscaras Blancas? —preguntó un chico.
—Sí, ellos, "Máscaras Blancas" —dijo remarcando cada sílaba—. Cuando ellos estuvieron haciendo su... show —dijo con una evidente ironía—, todos, afuera, estaban esperando a que el rector confirmase que las clases se suspendían y, lo que me pareció preocupante —colocó ambas manos sobre la mesa y se inclinó un poco antes de seguir hablando—, todo estaban esperando a la policía. Quiero decir, estaban muy extrañados de que la policía no estuviera resguardando la universidad. Digo, más que "resguardar", la policía está ahí para ver si de verdad somos delincuentes o no ¡y me incluyo! Me pareció muy extraño que no llegase la policía.