1
Las enfermeras se encontraban murmurando en voz baja entre sí, comentando los rumores sobre lo que paso con el anterior psicólogo de los pacientes 203 y 121.
Mientras tanto los internos se encontraban en un pequeño receso en el patio, algunos gritaban incoherencias, otros estaban tranquilamente jugando con otros o en sus propios mundos dentro de sus mentes.
En cambio, Nikolai como es un poco antisocial, él simplemente estaba en un rincón solitario, jugando con un zippo que ya no funcionaba, pero aquel sonido de "plap, plop" lo mantenía tranquilo. Llevaba la mirada perdida en alguna parte de la pared, cuando una voz lo sobresaltó ligeramente.
- ¡Hola Nikolai! -El chico se hincó a su lado con una gran sonrisa, casi enfermiza- ¿Ya viste? -apuntó a la pared aparentemente vacía-
Niko se volteó hacia él, mirándolo levemente de reojo, serio porque así era la mayoría de las veces.
- ¿Si vi qué? -Su arrastrado acento ruso se hizo presente en la voz del muchacho.
-Las enfermeras están hablando de nosotros. Creen que le hemos hecho algo al otro psicólogo -Soltó una risita aun apuntando a la vacía pared. Y es que fuera de esa pared se encontraba el pasillo donde las enfermeras hablaban y él lo sabía perfectamente porque había pasado por ahí antes de salir.
El ruso esbozó una pequeña sonrisa y soltó una risita perversa al oír tal cosa. El doctor Brooks, ja, como se había divertido con ese tipo.
- Técnicamente podría decirse que lo volvimos loco... -Argumentó aun jugando con el zippo- Es natural que desconfíen de nosotros creo yo -Negó, sin borrar esa sonrisa- He visto a algunas de las nuevas temblar de miedo al verme...-
- ¿Mhh? -Nath lo miró curioso- ¿Qué dices? -Parecía que se había ido por unos momentos y olvidó de que hablaban.
2
Por otro lado, Jossey entraba al establecimiento casi orgulloso de sí mismo, finalmente había logrado terminar sus estudios universitarios. Este sería su primer trabajo. Tal vez fuera nuevo, pero su profesión se le daba muy bien y no era alguien fácil de intimidar. Mil personas se habían alertado al escuchar que su primer empleo sería en un lugar de tan mala lengua, pero él quería ayudar, por eso se había declinado por esa profesión.
- ¡Buenos días! -Saludó a la recepcionista, con una sonrisa y un tono alegre, aunque formal.
Luego, una vez que le explicaron todo lo que debía saber lo mandaron a su consultorio. Él se dedicó a leer el expediente (por décima vez) del que sería su primer paciente del día, Nikolai Novakov, esperando que la hora de la cita llegara.
3
El sociópata negó sonriendo y palmeó el hombro de Nath
-Nada, hermano...-Miró a una enfermera salir.
En un momento indefinido, al parecer una enfermera había salido a la estancia donde se encontraban Niko y Nath, para luego dirigirse al primero con voz algo seria dijo.
- Nikolai, hora de tu cita -No sonaba nada amable, no lo era en realidad, sin embargo, eso al pelinegro le valía, se había acostumbrado.
- De acuerdo...-Un brillo de diversión apareció en los ojos azules cuando se puso de pie- Nos vemos al rato, Black -Caminó acercándose a la enfermera - ¿No hay camisas de fuerza hoy? -Preguntó con cierta burla- Me he portado bien
-La camisa de fuerza permanece hasta que tu psiquiatra afirme que ya no la necesitas -Acto seguido se la colocó y luego lo llevó rumbo al consultorio.
Aunque en el camino, Nikita suelto una risita sin resistirse a asustar un poco a la enfermera.
-Como si eso fuera a detenerme...-Murmuró malicioso
Notó como ella intentaba no inmutarse, pero aun así se ponía nerviosa.
Al cabo de unos minutos llegaron al consultorio y la mujer tocó la puerta.
-Adelante -
La voz del interior se oía tan suave, relajante, tranquila...
Entonces, Mary, como sabía que se llamaba la enfermera, abrió la puerta, prácticamente lo empujó adentro y cerró, dejando a solas a ambos.
A Niko con su próxima víctima.
Y a Jossey con su perdición.
El ruso se quedó ahí de pie y se dedicó a analizar momentáneamente al nuevo psicólogo "carne fresca" pensó aun con ese tipo de sonrisa perturbadora. Sentía que iba a divertirse mucho con él.
El doctor Williams, que de hecho no parecía mucho mayor que él, le sonrió un poco.
-Hola Nikolai, toma asiento, por favor -
El menor caminó hasta la silla frente al escritorio del contrario y se sentó mirándolo
-Con que usted es quien se encargara de...atenderme ahora -Dijo, aunque para sus adentros pensó "El nuevo loquero".
Williams no pareció notarlo, aunque su sonrisa se acentuó y asintió a su pregunta.
-Así es, mi nombre es Jossey y seré quien te atienda de ahora en adelante... ¿Vienes de Rusia?
Novakov asintió una vez, afirmando, y medio se recostó hacia atrás en el asiento
-Habrá leído mi archivo, doc...-
-Oh, por supuesto. Igual me gustaría escuchar la historia desde tu punto de vista.
-No sé qué espera que le diga... Estoy seguro de que el Dr. Brooks lo anotó todo... claro, también puede preguntar a la policía por mi expediente -El muchacho sonriente frente al psicólogo parecía expresar total desinterés respecto a lo que hizo.
-.... ¿Te incomoda o te hace sentir mal hablar de eso? -Lo analizó un poco.