House of Anubis: La otra elegida

Casa del espíritu

-Estúpido gato –Nicole hace a un lado al animal-, te ves vieja –le comentó de mala gana.

-Eres tu ¿no es asi? –la mujer del gato le preguntó con cansancio-, supongo que Jepri –miró al gato-, no encontró a la chica por nada.

-Si bueno, este cuerpo no está tan mal –se mira los brazos-, el anterior era algo…anticuado –sonrió con burla.

-Eres muy tonta para darte cuenta –tosió como si estuviera enferma-, ese cuerpo envejecerá como el mío y como el de cualquiera.

-Sí pero este es diferente –sonrió perversamente-, esta niña tiene algo distinto y apuesto que sabes que es –la miró seria.

-No lo sé y aunque así fuera no te lo diría –la contestación de la mujer molestó a la chica.

La chica la miró con furia e hizo un leve movimiento con sus dedos pero nada pasó.

-Tus poderes no sirven en ese cuerpo –la mujer se carcajeó-, así que mejor porque no lo abandonas y vuelves al horrible lugar de done vienes.

-No me provoques –Nicole amenazó a la mujer-, que no te haya hecho algo no significa que no pueda hacerlo.

-Buen intento pero ese cuerpo no te servirá sin tus poderes –la mujer tomó de su vaso de agua muy relajada.

-Ya veré cómo pero mi plan funcionará y esta vez no podrás evitarlo…yo viviré y tu –la miró con repudio-, tú, bueno, ya sabemos que pasará… estarás en el más allá –sonrió malvadamente- ¡Aleja ese gato de mí! Es muy irritante.

-Igual que tú Nubia –le respondió con burla la mujer.

-Sigues sin sentido del humor Griselda –dirigió su vista a otro lado y su semblante cambió inmediatamente.

Nicole había descubierto a los cuatro chicos espiándola y fue directo hacia ellos.

-¿Qué hacen aquí? –Preguntó la chica al cruzarse de brazos– ¿No deberían estar en clase?

-Lo mismo te preguntamos a ti –Eddie la confrontó–, no sabía que conocieras a la mujer del gato.

-No lo hago –respondió calmada–, Trudy me dijo que la anciana había ido para hablar conmigo pero no estuve ese día asi que quise venir a verla –sonrió.

-Ya veo –Eddie no le creyó–, supongo que tu visita terminó asi que vayamos todos juntos a clase –sonrió falsamente esperando el rechazo de la chica.

-Seguro –se encogió de hombros.

Los cinco volvieron a la escuela y al terminar las clases cada quien regresó a la casa por su cuenta.

-Algo en definitiva está mal –le comentó Eddie al resto de sibunas–, ¿Por qué estaba Nicole con esa mujer? Es muy ilógico.

-Preguntémosle a Trudy si en verdad vino la anciana, sino es asi sabremos que Nicole oculta algo –sugirió Fabian.

-Fabian –Mara le habló seria–, ¿podemos hablar un momento? –el resto de sibunas dejaron la habitación de Kt, Patricia y Mara.

-¿justo ahora? –La miró confundido– Mara estamos en algo importante ¿puede esperar?

-¿esperar? –Lo miró indignada– ¿Cómo nuestra cita? Porque supongo que no saldremos hoy ¿cierto?

-Mara…–El chico intentó calmar el enfado de su novia–, esto es lo que hace siempre un miembro de sibuna, acabar con esto cuanto antes.

-¿Saltarse las clases? ¿Meterse en problemas? ¿Robar expedientes de otros alumnos? –Despotricó todos los actos cometidos–, ¿quieres que siga? –Ambos se miraron serios–, supongo que después de todo no soy un sibuna como tanto dice Amber –terminó y se fue ignorando al chico.

Nina y Kt fueron en busca de Trudy; Amber tenía una cita con Ben y quería buscar que ponerse asi que tomó del brazo a Patricia y la llevó a su cuarto, Eddie se retrasó en acompañar a Nina y a Kt por esperar a su novia la cual nunca bajó asi que este se fue a lo último.

-Disculpa –el rubio chocó con Nicole–, deja te ayudo –se agachó para recoger unas hojas.

-Descuida yo lo hago –evadió la mirada acusadora del chico.

Terminaron de recoger y ambos se incorporaron pero al mismo tiempo sentían una ligera conexión lo que le hizo fruncir el ceño a la castaña.

-¿Te puedo ayudar…? –lo miró exasperada.

-No es nada –se puso nervioso–, es una tontería –se rio un poco.

-Adelante, dime –lo miró como si estuviera retándolo–, ¿quieres que adivine? Porque puedo hacerlo –se cruzó de brazos.

-Entonces dilo.

-Tú y tu grupito de amigos se preocupan tanto por esta chica y no logro entender por qué –frunció el ceño-, ni siquiera es su amiga, asi que dime osarian ¿Quién es en realidad la dueña del cuerpo que habito? –Su franqueza hizo dudar a Eddie- Podrás ser el osarian pero eres demasiado débil, apenas si tienes la fuerza de uno… ¡Que patético! –sonrió perversamente y subió a su cuarto.

-¡Eddie! Lo sabíamos… ¿Qué haces aquí? –Kt entró al corredor emocionada.

-Teníamos razón, la anciana nunca estuvo aquí –continuó Nina orgullosa-, asi que Nicole oculta algo.

El rubio seguía atónito y preocupado.

-En definitiva lo oculta pero saber que es, ya no es el problema –respondió Eddie preocupado–, pero si lo es el cómo solucionarlo.

-¿De qué estás hablando? –Kt lo miró confundida.

-Hablo de que esa no es Nicole…al menos no su alma o espíritu, o lo que sea –habló muy serio.

-Sigo sin entender –frunció el ceño Kt.

-¿Podrías ser más específico Eddie? –le pidió Nina.

-Hay un espíritu en el cuerpo de Nicole –respondió muy terminante.

-¡Maldición! –protestó Kt en voz baja.




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