"Alguna vez me detuve a pensar si todo lo malo que pasa, se compensa de alguna manera "
Habían pasado semanas, días, dónde la unica cosa que podia hacer zuri, era salir a buscar a su gato y ver si de casualidad estaba en algun barrio cercano , pregunto a vecinos , amigos y toda persona, si lo habrían visto , pero todo seguia igual.
A partir de este momento, las cosas se fueron yendo al suelo, un peso más grande que ella, era como si de un día al otro el cerebro decidiera dormirse y a pagar las zonas importantes para que una persona se mantenga viva.
El estado de zuri era triste, confuso, complicado y espeluznante; noches en las que despertaba de madrugada solo para sentarse en su cama y mirar al piso, otras dónde sentía mucho dolor y cualquier detalle o recuerdo la quebraba. De vez en cuando se podía reconocer que estaba mal, intentaba empezar desde 0, intentaba salir de su casa, pero al día siguiente todo se sentía igual, como si apagara sus sentimientos.
Tenía que seguir trabajando, recordemos que estaba sola, enfrentaba las cosas sola y cuando te tienes a ti mismo, a nadie más que tú, no puedes detenerte.
Sus compañeros de trabajo le recomendaron asistir a terapia, pero ella estaba encasillada en que estaba bien "solo es un poco de sueño" "solo estoy cansada" " solo debo aguantar más " etc, etc.
A veces los humanos no somos capaces de reconocer cuando estamos mal, los humanos depresivos muchísimo menos, porque no eres consiente al cien por ciento de lo que esta pasando con tu cuerpo, porque pierdes el control de tu ser y eso te arrastra a las cobijas, a dormir todo el día.
Y cuando pasas todo esto, no lo piensas día con dia, no puedes resolverlo o analizarlo , solo sabes que estas roto pero no sabes cuánto, cómo o por qué.
Sentirse o estar solo en todo este mar , a veces termina ahogándote.
Zuri paso meses acostada, sin alimentarse bien, sin prestar atención a su imagen , hasta que un día , sin darse cuenta , ya estaba caminando en un parque, mientras el día mantenía la neblina hasta el suelo.