Hoy te vi.
Mi mamá preparó una deliciosa comida hoy. Durante el receso puse manos a la obra y empecé a devorarla.
También devoraba a alguien con la mirada.
Lo observaba sentarse, abrir su almuerzo, tomar delicadamente el cubierto, sacar una gran porción y llevarlo a sus labios. Esos labios. Luego del primer bocado, llamaba a sus amigos. Esa persona se reía mientras otra lo veía reir y sonreía en su interior. Esa persona hacía las clases más amenas con sus pequeñas ocurrencias.
¡Ay Dios!
Esa persona eres tú.