Hoy te vi.
Tu nombre.
Nunca lo he dicho en voz alta, me da vergüenza que me descubran hacerlo. Por eso, solo lo repito en mi mente, miles de veces.
Cuando tus amigos dicen tu nombre, me agrada oírlos. Todos los momentos en los que repiten tu nombre, los contemplo ya que nunca seré capaz de hacerlo.
Soy un poco tímida, y más si eres mi primer amor.
Dame suerte para poder hacerlo, cuando tu correspondas mis sentimientos, lo primero que haré será gritar tu nombre. Te lo prometo. Y si solo yo llegase a amarte por siempre, me rechazases, entonces déjame guardar esta pequeña parte de ti.
Darío, ¿algún día sabrás mi nombre?
Sueño con el momento en que escuche de tus labios susurrarlo.