Hoy te vi.
Y...
Quiero llorar.
No soy muy expresiva con mis sentimientos. Nadie se daría cuenta que he estado sufriendo estos últimos días. No cuando mi madre está más pendiente por mi hermana que por mí y soy yo la que tiene que ponerse fuerte en casa.
Pero, ¿Por qué los sucesos ocurrieron así, primer amor?
Porque, claro, sigues siendo mi primer amor.
No importa que estés con otra. Mi corazón me controla, late desesperadamente cuando te acercas un poco a mí; y llora cuando se da cuenta que no es correspondido, que no hay otro igual a él para acompañarlo. Y, finalmente, acepta la realidad, y percibe que está solo.
Bueno, en estos días, lo único que alegra un poco mi ánimo es tu sonrisa. ¡Entregaría cualquier cosa de este miserable mundo para ser el motivo de esa hermosa expresión!
Aún puedo recordar tus risas después de tantas horas.