Hoy te vi.
Especialmente este día fue el más estresante de esta semana.
Muy estresante, de veras.
Durante el primer recreo, ella fue a tu carpeta y se sentó en tus piernas, ¡ella lo hizo y yo no! Rodeó sus brazos en tu cuello y se acurrucó en tu pecho. Tú le acariciaste su larga melena delicadamente, como si fuera una flor, te acercaste a su oído y le susurraste un "te amo" que pude escuchar. Yo, dulce niña inocente, bueno, no tanto, hacía mis ejercicios. Sí, no tenía nada más que hacer en los recreos puesto que no me quedaba ninguna amiga y la única que había conseguido estaba a mi costado abrazándose con el chico que me gustaba.
No pude evitar fijar mis ojos en ustedes, creo que quería torturarme un poco... Mucho.
Observé disimuladamente como se prometían amor y una pequeña parte de mí se sintió feliz. Desde que ella había venido a tu vida, reías más, eras más feliz.
Eres más feliz.
Pero, creo que más que estresante, el día de hoy fue doloroso.