Hoy te vi.
Ahora que no me tienes permitido hablarte tan solo soy capaz de observarte unos cuantos minutos.
Como has visto, me he rendido y estoy dispuesta a dejar estos dolorosos sentimientos que guardo por ti.
¿Qué haré para permitirte a mí y a ti ser felices?
Realmente quiero, antes de avanzar y liberarte de mi corazón, decirte lo importante que fuiste, eres y serás para mí.
Y... bueno, se acerca fin de año, creo es el momento perfecto y adecuado para expresarme por última vez.
Por última vez...
Ya después me las arreglaré como pueda, como me lo permita el destino y como me lo permitas tú, Darío.
Para ese día falta exactamente una semana.