Hoy te vi.
Genial, simplemente genial.
No tengo palabras para agradecer a mi mejor amigo. Incluso me dan ganas de llorar.
Ojalá existieran más personas como él. A veces pienso que es un ser divino, pero sus imperfecciones me demuestran lo contrario. De todos modos, es perfecto a su modo.
¿Y por qué escribo todo esto?
Bueno, es la mera alegría de tener conmigo a una persona tan sorprendente.
¿Y por qué continúo halagándolo?
Bueno, es imposible no hacerlo. Si lo conocieran, sabrían de lo que hablo. Tampoco afirmo que está en un altar, pero de ser bueno es bueno.
Aunque él dice que no tanto.
A veces le creo. A veces no.
Por ejemplo, hoy no le creo pues me ha comprado los mangas que yo quería y nos hemos divertido tanto nosotros y su hermana que no puedo hacerlo.
No puedo, no puedo, no puedo.
¿Alguno vez he sido más feliz que ahora?