Hoy te vi.
Ya ha pasado un mes desde que le dije que sí a André.
Y definitivamente ha sido el mejor de todos.
Cada día, él me ha acompañado hasta una cuadra antes de mi casa, no en la puerta ya que mi a mi madre la daría un patatús si lo ve. Él me espera en la reja del colegio, me coge una mano y la aprieta como si me fuese a perder en algún momento. Así es él.
Continuamos hablando como siempre lo hemos hecho: entre confianza y risas. Yo le cuento mis cosas, y él me cuenta las suyas. Incluso una vez me dijo que su hermana lo había visto desnudo cuando él había salido del baño; ella, en vez de sonrojarse, le tiró una cachetada y le advirtió que nunca más saliera así frente a ella porque sus ojos puros y virginales se arruinarían. Después de escucharlo, me reí cada vez que lo recordaba en mi mente.
Nos hemos dado algunos besos. Me han gustado, no lo puedo negar. No ha sido el primero en hacerlo mas él piensa que sí. Cada beso me ha sido entregado con todo el cariño que él pueda ofrecer y yo... he intentado hacer lo mismo.