Hoy te vi.
Parece que André se ha dado cuenta de mi inquietud.
Les digo que incluso ya ni me lleva a mi casa ni me besa a diario.
No me ve como antes...
Eso me destroza, yo no quería hacerle daño, quería que fuera feliz, quería que fuéramos mejores amigos y que encontráramos el amor en otras personas.
¿Por qué mi boca no ha sido más rápida que mis acciones delatoras?
André ya no es el mismo, ese brillo que lo caracterizaba ha disminuido. Lo he cambiado, hemos cambiado pero no para bien.
Estos últimos seis meses de relación han sido el veneno que ha destruido nuestros corazones. Poco a poco, sin ningún rastro, nuestra chispa ha desaparecido.
No estamos hechos para estar juntos, no cuando aún perdure el recuerdo del fantasma que me acabó hace dos años.