Candelaria
Conforme iban pasando las semanas, veía a Stefano más distante, quería creer que solo estaba cansado por la escuela, por eso había decidido prepararle un detalle, para poder sacarle una sonrisa y agradecerle por todo lo que hacía por mí. Sabía que él era fanático de la fórmula uno, y le había conseguido una remera y una gorra, las envolví y emprendí camino para su casa, había planeado ir de sorpresa y darle el regalo, tenía la ilusión de que le encantaría.
Cuando estaba por llegar a su casa vi una escena que hubiera deseado no ver, era Stefano junto con una chica, besándose, ver eso me había destruido porque entonces todo lo que él me había dicho era mentira, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y mi corazón comenzaba a destruirse. Estaba completamente helada, ni siquiera podía moverme, solo llorar, el me había mentido y estaba con alguien más, con mucha fuerza comencé a caminar a mi casa o eso intente, porque en cuanto comencé a caminar, rápidamente sentí como unos brazos me detenían, y cuando me di la vuelta para ver de quien se trataba, pude ver que era él. No tenía fuerzas para alejarlo de mi, pero no podía demostrarle que esto me había lastimado, así que como pude lo aleje
-por favor amore mío, déjame que te explique, no es lo que parece-intento explicar Stefano
-tranquilo, no tienes que explicarme nada, de cualquier modo, tu y yo no somos nada-conteste y contuve todas mis fuerzas para no desmoronarme delante de el
-¿Cómo?-pregunto sorprendido
-Como lo oíste, nunca fuimos nada, porque por lo que acabo de ver me doy cuenta de que en realidad nunca hubo un nosotros
-por favor solo déjame explicarte
-sabes si yo permito que me expliques lo que vi, sé muy bien lo que me dirás, pero gracias a lo que vi me di cuenta el por qué estuviste actuando tan extraño estas últimas semanas
Él se mantuvo en silencio y eso me demostró que yo tenia razón
-sabes que es lo más doloroso de todo esto, yo me entregue a ti por que de verdad te amo y veo que a ti eso poco te importo, pero bueno, supongo que aquí termina todo-conteste
-no puedes terminar algo que nunca inicio-contesto él
-tienes razón, vete a la mierda-conteste con lagrimas en mis ojos
Mientras avanzaba podía sentir mis lagrimas correr mis mejillas, mi corazón se había roto en miles de pedazo, porque yo si me había enamorado de él y me había entregado completamente a él y al parecer a él eso no le había bastado. Tenía la ilusión de que Stefano me siguiera y intentara que solucionemos esto pero esa ilusión se rompió en cuanto me di cuenta que al llegar a casa él no me había seguido, entonces me di cuenta que el no me quería tanto como lo había dicho y yo me quedaba rota por haberlo querido tanto