Enero 10.
Segunda parte del festival.
El festival de música. Un ambiente de bullicio y cierta calidez reconfortante. Mucho, enserio mucho ruido, más la oscuridad que te envolvía junto con Nicht Verfügbar con una sonrisa estúpida y pocas ganas de estar en un lugar que no fuera este. Un lugar tan mágico, un lugar lleno de oportunidades, no, posibilidades.
Vaya que los estudiantes del año pasado se habían lucido, era increíble, ver a tanta gente reunida en un mismo lugar, compartiendo su alegría al tararear alguna parte de la canción, mover involuntariamente el cuerpo, o solo dejar que su corazón se adaptará al ritmo tratando de copiar la música con latidos similares. Aquello era simplemente magnífico, lo único que podría hacerle mejor era el hecho de que ella estuviera aquí.
—¿Se sienten bien así?—. Fui sacado de mis pensamientos al escuchar una voz femenina.
—Quedo muy bien Carla—. Le dedique una sonrisa a la pelirroja.
—Te ves bien Jayce—. Dijo con una sonrisa Erika, la pelinegra.
Perdón por dirigirme a ellas por su color de cabello, es lo único que se me ha ocurrido.
—Gracias—. Le devolví la sonrisa.
—¿Cuándo volverá Enot?—. Alan estaba igual que yo, aunque su camisa era de color blanco, y la mía negra.
—Supongo que están apunto de llegar—. Erika, quién incluso había escogido nuestros atuendos sonrió.
La espera después de todo era mala, y mucho más cuando las personas empezaron a llegar. De alguna forma no era lo mismo, supongo que estos son los tipos de momentos que son más agradables en la compañía de la persona que amas, y la persona que amo nunca estuvo a mi alcance. Por eso este 10 de enero es especial, será la primera vez que esté en un lugar que realmente quiero, con la persona que me gusta.
—Baja de las nubes tonto.
—¿Ehh?
—Están apunto de llegar—. No entendía porque Alan me estaba hablando con el odio regulado.
—Ya veo—. No podía evitar mirarlo de reojo.
—Aun no me voy a rendir—. Y aquí va este chico de la nada. —Pero si veo que ella en realidad te quiere no me voy a entrometer.
No esta vez... murmuro, caso en un tono inaudible.
Y con eso se alejó. Quedé bastante perplejo ante sus palabras, realmente no sé si eso fue una declaración de guerra por quizás tercera vez, o un aliento. Con él, las cosas eran bastantes complicadas, pero supongo que se debe a que ambos queremos lo mismo.
(...)
Algo llamo mi atención cuando creí haberla perdido entre la multitud, unos chicos que esperaban pacientemente cerca mío, de pronto corrieron a reunirse frente a un tipo de auto que recién llegó, la verdad no le presté mucha atención. Había tomado uno de los ponches que varias chicas en vestidos rosas repartían a la multitud, mientras en el fondo sonaba Glad You Game, lo que era un inicio demasiado relajante para la noche. Si seguía así posiblemente quedaríamos dormidos antes de siquiera comenzará el evento.
El ambiente relajante, y las cientos de luces azules parecieron juntarse con la música, anunciando algo, algo que parecía ser lo suficientemente importante como para detener lo que sea que estuviera haciendo y prestar atención.
Fue entonces que la vi, entre la multitud que se abría paso para mostrar su silueta junto a Liam y una chica de tez morena. Destaca del resto como lo hace venus entre las estrellas. Con ese vestido azul de tirantes, y con una sonrisa realmente hermosa en su rostro. Hasta la estrella más brillante en ese momento se sentiría como nada a su lado. ¿Por qué Enot era tan perfecta? ¿Por qué aún con los años mi amor solo creció? Verla ahora mismo, o verla por las mañanas era con facilidad la respuesta.
Sus hombros al descubierto, el vestido azul que lucía su cintura, los brillos coloridos en sus párpados, la sonrisa tímida que la caracterizaba. Enot era perfecta en cada aspecto de la palabra.
—¡Come li...
—¡¡Solecito!!
Su mirada se desvió a alguien que no era yo. Amar a alguien con todas las fuerzas puede ser una forma compleja de lastimarse, y que no te importe un carajo eso, eso es la definición de estar jodido por un ser humano.
—¡Pueden acercarse todos!—. La voz de Liam rebotó por todo el lugar, siendo llenado pronto de quejidos e incluso un "No es como si hubiera otra opción" de mi parte.
Éramos un grupo grande, muchos eran más jóvenes que nosotros. Seguro más de alguna amiga o amigo de Claris estaba por aquí, también logré ver varios de nuestra clase y otros pues, eran del grupo que recién se había graduado.
Talvez solo era yo, pero la existencia del día de hoy era más difícil de soportar, que normalmente. Me resigne llevando mi manos a mis bolsillos y tratando de prestar atención. Lastimosamente mi mirada siempre se cruzaba a ella, al menos está disfrutando el festival.
—¡Jayce Adams!—. Daba gracias que Aspen y Marcus ya habían llegado.
—¿La conseguiste?—. Era una persona muy codiciosa últimamente.
Y más si se trataba de Enot, por eso le había pedido este favor a Aspen, aún cuando era jugar sucio.
—Nop... Pero ella me envió a alguien más.
—Bueno... Creo que eso estará bien—. Sonreí. —Hiciste un buen trabajo hámster rosa—. Despeine su cabello y me sacó la lengua como lo inmadura que es.
—¿Estás bien?—. Supongo Marcus vio a Alan y Enot conversando no muy lejos de nosotros.
—Lo estoy tonto... ¿Y tu?—. Por lo menos mi voz sabía mentir muy bien.
—También lo estoy—. Me abrazó por los hombros, mientras su novia estaba demasiado concentrada buscando a alguien. Y empezaba a oscurecer.
—¡Estamos apunto de empezar, por favor escojan sus parejas!
Vi de reojo a Enot. Parecía muy feliz, sonreía y siempre encontraba la forma de verse mucho más hermosa. Y quería que esa sonrisa siempre se mantuviera así, y aún más que yo fuera uno de los motivos.
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Editado: 13.03.2024