Hoy y Todos Los Días

21. El engaño de Aspen

 

 

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21.

Mire a ambos lados, confirmando si todos estaban conmigo ¿Cómo terminamos aquí? Justo frente a la casa de Aspen Peace, la cual era mucho más grande de lo que imaginaba.

Pues... todo comenzó está mañana cuando Aspen me engaño por completo, tal adulto hace para no comprarle un juguete nuevo a un niño, y que él no explotará en llanto.

Como Aspen engañó a Enot:

Aspen (La Fresita)

¡MILLERRRRR!

¿Umm? ¿Qué pasa?

¡Es de vida o muerte! Trae a los chicos a las 9 p.m. a mi casa.

Espera... ¿Estas bien? ¿Necesitas que vaya ahora?

¡Noo! Vengan a las 9, o moriré

¡Esta bien! ¡Esta bien!

¡Trae a Jayce, a la chica bonita rubia y también a ¿Alan? Si, mejor a él no.

Lo haré?

¡Mi vida está en tus manos! ¡Nos vemos!

(...)

—Ella me engaño ¿Cierto?—. Mire a Jayce por mi hombro mientras él deslizaba suavemente sus manos por ellos para tratar de calmarme, e intentaba al mismo tiempo contener la risa.

—Como a una niña—. Dijo junto con una risa, y Nora tocó el timbre.

—¿Y no se va a morir?—. Mire la pequeña bolsita con medicamentos de toda clase que había ido a comprar con mi papá está mañana.

—No lo creo... Tiene 18—. Rascó su nuca, y por dentro sabía que estaba muerto de risa.

—¡Ohhh! Yo me encargaré que muera hoy.

—Calma, solecito—. Alan llego a mi lado y paso su mano por mis hombros apartando a Jayce.

—¡La paz no es una opción!—. Hice un pequeño gritó de guerra, y cuando volteé a los chicos ambos tapaban su rostro, aún así podía ver su amplias sonrisas. —¿También quieren morir?

Alzaron los brazos...

—¿Segura que hay alguien aquí?—. La voz de Nora dudaba.

—¿Esta es su casa Jayce?—. Él asintió.

—Le llamaré—. Asentimos.

Y tan pronto como sacó su teléfono y poco después empezó a murmurar por la llamada. Vino a mi el recuerdo de la vez que despedimos a Nora, y como él no dudó en cederle su teléfono a mi mejor amiga solo para que esa tonta pudiera llamarme. Vaya que él es un tonto, un tonto muy lindo.

—¡Agh!—. ¿Qué estás pensando?

—¡Come libros!—. Me llamó Jayce volviendo a nosotros.

—¡¿Tienes noticias?!—. Nora se me adelantó.

—Ella dijo "La puerta está abierta, ¡Entren idiotas, y Enot el amor de mi vida forever!"—. Solté una risita.

—¡Vamos que me congelo el trasero aquí afuera!

Asentimos a lo que había dicho Nora y cruzamos la puerta, dejando que Jayce la abriera.

El lugar era increíblemente amplio, se podía ver una escalera en forma de caracol que subía seguro al segundo piso, tras ella un pasillo que seguro llevaba a la cocina, y al lado izquierdo una habitación bastante extensa que no tenía mucho más que algunos sacos de dormir, muchas golosinas apiladas, y quién sabe que más.

—¿Aspen no está aquí?—. Le pregunté a Jayce al sujetarlo del brazo.

—Dijo que estaba apunto de bajar come libros—. Me dedico una sonrisa.

—Es malditamente grande—. Nora y su bocotá.

Solté a Jayce, y corrí hasta ella haciendo que ambas nos golpeáramos contra el piso. Y con nada de tacto tape su boca.

—Oe sultam...— (Oye suéltame).

—Por grosera—. Aún contra el piso y sobre ella podía escuchar a los chicos empezar a reírse.

—Los siguientes serán ustedes—. Ambos taparon su boca.

—¡Están aquí!—. La voz prevenía de las escaleras, y ruidosos pasos le siguieron.

—¿Aspen?—. Me levanté dejando ir a Nora que al instante se escondió detrás de Alan.

—¡ENOT! Si los trajiste—. Cuando salieron de las escaleras lo note, eran Marcus, Aspen y... Lukas.

—¿Por qué me engañaste?—. Fruncí el ceño, era mejor que tuviera una buena excusa.

No contesto, sino que salió corriendo hasta mi y me sujetó como cuando nos conocimos. Se sentía suave y reconfortante.

—¿Puedes decirme?—. Susurré.

—Me voy pasado mañana—. Murmuró de vuelta, por poco y olvidó que ella tiene la misma edad que Connor, por lo tanto tiene que ir a la universidad este año, no como nosotros.

—Ganaste—. Lo buena que ya le había dicho a papá, y pues él fue a comer con los Adams.

—¡¿Listos para una buena noche?!

—¡¡Listos!!—. Respondieron todos.

Y sabía que muchas cosas pasarían a partir de ahora.

(...)

—¡Pueden solo sentarse!—. Vaya que Alan y Jayce peleando había agotado la paciencia de Nora.

—Lo estoy disfrutando tanto—. Murmuró Aspen en dirección a su novio.

—¡Joder que se sienten idiotas!—. Al fin habían escuchado.

No es tan fácil que me grité a alguien, más que nada porque me gusta la paz y tranquilidad. Pero vaya que estos dos peleando por un lugar al lado mío en sofá había logrado calmar mi paciencia.

—¿Enserio los aguantas todo el tiempo?—. ¡Ohh! Querida amiga mía.

—Yo...

—Suficiente...— Nos silencio la anfitriona. —Es hora del "Yo nunca".

—Yo no puedo beber—. No después de todas las estupideces que he hecho.

—¡Sin alcohol Enot! ¡Solo por ti nena!

—¿Ehhh?

—Hagan un círculo sobre el suelo.

Obedecimos, di gracias porque hasta ahora entre Jayce y Lukas no había nada más que miradas asesinas. No esperaba que se reconciliaran como si nada, pero solo espero que logren mejorar su relación.

Luego de que Aspen y Marcus fueran por lo que creo era "vino sin alcohol" hehe igual que el vino con el que jugué por primera vez yo nunca junto a Jayce. En lo que iba, todos terminamos de acomodarnos en un pequeño círculo, que iba así, Jayce a mi izquierda, junto a él Nora, luego Lukas y junto a él Marcus terminado con Aspen y Alan a mi lado derecho.




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