Hubiera sido yo

Capítulo # 29

CAPÍTULO #29

Darek

Estuve toda la semana intentando comunicarme con Dariana, me evitaba en la escuela, cuando teníamos clases juntos faltaba o hacia lo posible para no tener contacto conmigo, me daba excusas de que no podíamos hablar, siempre estaba con Aleksander y este no me dejaba hablar con ella, tiene razón, se muy bien que desde que hice el viaje no habría vuelta atrás, también se que no me pondría a darle explicación ni nada, pero viéndola en estos momentos tengo la necesidad de aclararle todo, para que este en paz conmigo mismo y pueda tener una relaciona adecuada con Lucy sin mal entendidos ni nada de por medio.

Había cruzado unas cuantas palabras con Aleksander, a estas alturas posiblemente ya se le haya declarado a Dariana, no lo culpo, desde que lo conocí aquella vez que me golpeo justamente por ella vi que tenia mucho rencor por creer que la había tocado, desde esa vez note cuanto la quiere, es mejor para mi porque de esta manera puedo saber que no habrá problema con ella.

He seguido todo el camino de regreso a casa a Dariana, estoy esperando el momento adecuado para hablar con ella sin que se me escape, se me hace raro que su amigo Aleksander o los otros dos no estén con ella, últimamente nos separan por lo cual no me permiten acercármele, cruzamos una cuadra para luego pasar para mi fortuna por una esquina algo solitaria.

Había estado toda la semana aprendiéndome el camino a su casa, para saber que hora era la menos transitada y que calles estaban más solas, también cuales eran las mas frecuentadas por ella pues no siempre tomaba la misma ruta.

Camine rápido hacia ella interceptándola antes de que llegara a la esquina haciéndola caminar hacia un callejón donde no nos podrían ver tan fácil.

–¿Qué carajo? –dijo asustada en el momento que la tome el brazo.

–Vamos a hablar. –digo serio llevando la del brazo algo fuerte para que no se me escape.

–¿Pero que te pasa? ¿A dónde me llevas? –decía algo molesta mientras forcejeaba

–Esa pregunta debería haberla para ti –llegamos al final del callejón y la arrincono contra la pared.

–Déjame ir, no tengo nada que hablar contigo –dice molesta intentado irse.

–Necesito que hablemos –Estaba contra la pared, su rostro se veía algo rojo a causa del enojo y podía jurar que sus ojos se encontraban llorosos.

–Si eres tantito inteligente ya te habrás dado cuenta de que yo no –agacha su cabeza mirando hacía el suelo, dejando de poner resistencia.

–Déjame explicarte por favor –trato de buscar su mirada, llevo mis manos a su rostro el cual tomo con delicadeza para que me mire.

–Eres un desgraciado cobarde –espeta sin emoción alejando su rostro de mi para luego encararme con gran molestia.  –¿Tú me crees estúpida? –Se acerca mas a la pared para alejarse lo mas que puede de mí. –Te odio –escupe sus palabras sin titubear y muy segura.

–Se que estas moles….

–¡No sigas! –grita al tiempo que me da una cachetada.

–Lindura… por favor –le suplico para que me escuche.

–No Darek, soy Dariana, no lindura –pasa sus manos sobre su cara suspirando pesado y dando unos pequeños pasos sobre el mismo lugar. –Aléjate de mí, no quiero volver a verte, jugaste conmigo y acepto el error de fijarme en ti, pero eso no quiere decir que permitiré tu insistencia por seguir molestándome. –Me encara con su ceño fruncido, escuchó su voz cada vez más baja –No quiero saber nada de ti, deja de ir a mi casa, a la pastelería, deja de buscarme en la escuela, quiero que te mantengas lo mas alejado de mi Darek, tu y tu novia Lucy, a los dos lejos de mí –recalca la palabra novia y puedo apostar que le dolió al decirlo.

–Se que no merezco que me perdones pero déjame explicarte por favor, Dariana debes saber por qué estoy con Lucy –intento acercarme a ella quería abrazarla. –Tan solo dame una oportunidad.

–No, no te daré nada, déjame en paz, estas con Lucy que seguramente te debe estar esperando en algún lugar como todos los días –se aleja de mi en dirección contraria –Aleksander me espera en casa, no quiero demorarme… adiós Darek –camina rápido lejos de mí, me quedé callado sin saber que decirle por lo cual no pude ir tras ella.

Tenia tantas cosas para decirles pero el hecho que en estos momentos prefiera ir con ese tipo a quedarse y escucharme me enfurece de una manera que ni yo mismo puedo reconocer. Comencé a caminar hacia algún lugar, hasta que llegue al bar donde suelo ir con mis amigos, les mando mensaje para ver cual de todos se digna a venir, me siento en la barra y pido un trago, de esta forma paso unas horas hasta que cae la tarde, el bar poco a poco comienza a llenarse he perdido la cuenta de lo que llevo tomando pero aun sigo demasiado lucido así que puedo seguir bebiendo.

–BEBE, mírate como estas –escucho a lo lejos una voz que reconozco y volteo para verla sonriéndole

–LUCY –me levanto sonriéndole y me dirijo hacia ella con los brazos extendidos

–¿Porque no me dijiste que vendrías? –Se cruza de brazo haciendo una mueca con la boca

–No seas exagerada, ya estás aquí –Toco mi panza con la mano derecha riéndome algo fuerte




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.